Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
@blog_trca

domingo, 11 de octubre de 2009

La voz de los adolescentes


Asistí a la presentación de este trabajo de Javier Elzo en Sevilla en noviembre de 2008. Este catedrático de sociología de la Universidad de Deusto es un gran conocedor de la relación entre drogas, violencia, sexualidad y adolescencia, y en este estudio cualitativo da la voz a chicos y chicas entre 16 y 18 años, estudiantes de bachillerato, para conocer sus valoraciones acerca de cuestiones como el maltrato escolar, las relaciones con los padres, el botellón y la sexualidad. Hay dos capítulos especialmente interesantes: uno sobre la estructura de la familia y otro centrado en las relaciones entre padres e hijos. Recojo dos ideas que me resultan relevantes:

  1. La madre ha salido del hogar para insertarse en el mundo laboral, pero el padre aún no ha entrado en la casa.

  2. Los adolescentes valoran que sus padres estén ahí cuando los necesiten, pero no les agradan la intromisión, la sobreprotección ni tampoco la tolerancia pasiva a que puedan hacer lo que les venga en gana.

Sería interesante preguntarnos: ¿qué es más impartante, hablar con los hijos, o hablar con los hijos de las cuestiones que a ellos les preocupan? Porque si como padres nos dedicamos a hablar con nuestros hijos de lo que a nosotros nos inquieta y no estimamos importantes sus "triviales" asuntos, conseguiremos únicamente que ellos consideren que les estamos dando la charla, que los estamos atosigando, y no nos plantearán ni serán sinceros en aquellos asuntos que saben que nos preocupan, para evitar así ocasionarnos un problema más. Me parece que esta idea, por su delicadeza, debemos tenerla presente.


Otro asunto que me ha llamado mucho la atención en este trabajo de Elzo es la contradicción con que viven los adolescentes las prácticas sexuales. Se inician pronto en el sexo, parece como si tuvieran una mentalidad bastante liberada en esta materia, y sin embargo, al mismo tiempo, se expresan con valoraciones anticuadas: le dan mucha importancia a la virginidad en las chicas, tachan de "guarras" a las que han tenido diferentes relaciones y mantienen estereotipos machistas que creíamos superados.