Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
@blog_trca

jueves, 23 de mayo de 2013

¿Pueden pensar las máquinas?

Uno de los temas controvertidos suscitado por la reflexión sobre la mente y el cerebro del ser humano es la posibilidad de construir una inteligencia artificial que pueda ser capaz de realizar las mismas tareas que el hombre. Sin embargo, la posibilidad de que una máquina sustituya al ser humano da que pensar y suscita muchos temores que han sido representados en multitud de ocasiones en novelas y películas que hablan de una "revolución de los autómatas pensantes" para hacerse con el dominio de la humanidad. Sin embargo, el tema es serio y requiere ser pensado en profundidad. Algunos autores plantean objeciones a la posibilidad de que una máquina piense, por ejemplo, planteando cosas que los hombre sí pueden hacer y las máquinas no: no tendrían libertad, no podrían asumir la validez del error en el aprendizaje, no tendrían creatividad, no podrían tener sentimientos... Muchas de estas objeciones se ven también criticadas; por ejemplo, se afirmó que nunca una máquina podría vencer a un maestro en una partida de ajedrez, pero llegó Deep Blue.


En 1997, Gari Kaspárov, el mejor ajedrecista del mundo en ese momento, se enfrentó a Deep Blue, un ordenador de 1'4 toneladas y 1'92 metros de altura, creado por un equipo de IBM. Antes del duelo, Kaspárov afirmaba:

Es una cuestión de la supremacía del género humano sobre las máquinas en el terreno puramente intelectual. Se trata de defender la superioridad del hombre en un área que define a la humanidad. Una victoria de Deep Blue sería un importante y espantoso hito en la historia de la humanidad. Las futuras generaciones mirarían este hecho como el momento en que, por primera vez, una máquina superó al género humano en el aspecto puramente intelectual. Estoy convencido de que ocurrirá. Lo que intento es posponerlo lo más posible. Pero, cuando ocurra, no acabará con el ajedrez. Deep Blue nos muestra que el concepto de la estrategia de las máquinas es muy distinto al del cerebro humano y, aun así, produce inteligencia. El hombre tendrá que aceptar que las facultades específicas del cerebro humano no son las únicas para resolver los problemas intelectuales.

Deep Blue ganó. Si alguien analiza la partida sin saber quién jugaba con blancas o con negras, no podría distinguir quién era el humano y quién la máquina. La pregunta es: ¿Deep Blue es realmente inteligente?

1. El ser humano será sustituido por la máquina
Nos aproximamos al momento en que prácticamente todas las funciones humanas esenciales, físicas y mentales, tendrán su equivalente artificial. El prototipo de la unión de todos los resultados del desarrollo cultural será el robot inteligente, una máquina que podrá pensar y actuar como un ser humano, aunque física y mentalmente no lo sea. Estas máquinas podrán llevar a cabo nuestra evolución cultural, incluyendo su propia construcción, y perfeccionarse cada vez más sin nosotros y sin nuestros genes. Cuando esto suceda, nuestro ADN se encontrará sin trabajo y, además, habrá perdido la carrera evolutiva en un nuevo tipo de competición.
H. Moravec, El hombre mecánico

2. Las máquinas no pueden pensar
Alan M. Turing
1912-1954
¿Puede pensar una máquina? ¿Puede una máquina tener pensamientos conscientes en el mismo y preciso sentido que los tenemos usted y yo?
No son pocos los investigadores en inteligencia artificial (IA) convencidos de que esta pregunta tiene respuesta afirmativa; esto es, creen que al diseñar los programas adecuados, y dotándolos de los oportunos ingresos y salidas, están literalmente creando mentes. Creen, además, disponer de un criterio científico para determinar si han triunfado o fracasado en tal empresa, a saber, el test de Turing, ideado por Alan M. Turing, padre fundador de la IA.
La IA fuerte es una tesis insólita en las teorías de la mente, en dos aspectos cuando menos: puede ser formulada claramente y admite una refutación sencilla y decisiva. La refutación es tal que cualquier persona puede juzgarla por sí misma. Reza como sigue. Tomemos un idioma que no comprendemos; en mi caso tal idioma puede ser el chino. Por lo que a mí se refiere, un escrito en chino me parece una serie de garabatos ininteligibles. Supongamos ahora que me instalan en una habitación que contiene cestas repletas de símbolos chinos. Supongamos también que me proporcionan un libro de instrucciones en español, con reglas que estipulan cómo han de emparejarse unos símbolos chinos con otros. Las reglas permiten reconocer los símbolos puramente por su forma y no requieren que yo comprenda ninguno de ellos.
Imaginemos que personas situadas fuera de la habitación y que sí comprenden el chino me van entregando pequeños grupos de símbolos, y que, en respuesta, yo manipulo los símbolos de acuerdo con las reglas del libro y les entrego pequeños grupos de símbolos. Ahora, el libro de instrucciones es el "programa informático"; las personas que lo escribieron son los "programadores" y yo soy el "ordenador". Los cestos llenos de símbolos constituyen la "base de datos", los pequeños grupos que me son entregados son las "preguntas" y los grupos que yo entrego, las "respuestas".
Supongamos ahora que el libro de instrucciones está escrito de modo tal que mis "respuestas" a las "preguntas" resulten indistinguibles de las de un chino nativo. Por ejemplo, la gente del exterior podría entregarme ciertos símbolos, desconocidos por mí, que significan: "¿Cuál es su color favorito?", y que tras consultar las instrucciones del libro yo devuelvo símbolos, también desconocidos por mí, que significan: "Mi favorito es el azul, pero también me gusta mucho el verde". Estoy superando el test de Turing en lo que a comprender el chino concierne. Y, al mismo tiempo, ignoro totalmente el chino. Y en el sistema que estoy describiendo no hay forma de que yo llegue a comprender el chino, pues no hay forma de que yo pueda aprender el significado de ninguno de los símbolos. Estoy manipulando símbolos, lo mismo que un ordenador, pero sin adscribir significados a los símbolos.
El propósito de este experimento mental es el siguiente: si yo comprendo el chino basándome solamente en el funcionamiento de un programa informático para comprender el chino, tampoco lo comprende entones, con ese mismo fundamento, ningún otro ordenador digital. Los ordenadores digitales se limitan a manipular símbolos de acuerdo con las reglas del programa.
Lo dicho para el chino vale igual para otras formas de cognición. La mera manipulación de símbolos no basta por sí misma para garantizar cognición, percepción, comprensión, pensamiento, y así sucesivamente. Y dado que los ordenadores, en su cualidad de tales, son dispositivos de manipulación de símbolos, la mera ejecución del programa no basta para garantizar la cognición.
J. Searle, ¿Es la mente un programa informático?

viernes, 17 de mayo de 2013

Las ciencias cognitivas

1. ¿Por qué es tan importante para la filosofía conocer el cerebro?
En primer lugar, porque no puede hacerse filosofía sin conocer los datos que las ciencias nos aportan. Una filosofía ajena al conocimiento del mundo acaba por construir un discurso vacío. Filósofos tan importantes como Aristóteles o Kant conocían en profundidad la ciencia de su época. La ciencia "le da que pensar a la filosofía" y también la filosofía piensa sobre la realidad, el ser humano y el mundo, teniendo en cuenta lo que la ciencia u otras disciplinas nos dicen acerca de ella.
En segundo lugar, el conocimiento del cerebro es imprescindible porque una parte de la filosofía estudia el conocimiento humano: la epistemología. Para hablar sobre el conocimiento es preciso saber cómo funcionan los órganos que lo posibilitan. Además, un estudio sobre el ser humano no puede omitir estos datos.
En tercer lugar, la filosofía reflexiona sobre el significado de la mente humana y la relación que ésta tiene con la conciencia, con la personalidad y con la identidad del hombre. Para construir teorías sobre la mente, y puesto que es difícil negar la vinculación de ésta con los procesos cerebrales, es necesario conocerlos.
Finalmente, la filosofía forma parte del grupo de disciplinas llamadas ciencias cognitivas, cuyo objetivo es explicar la naturaleza del conocimiento y los procesos mentales, y que se apoyan para ello en los datos y tecnologías científicas disponibles. Esta tarea interdisciplinar exige un conocimiento científico suficiente para poder dialogar con el resto de las disciplinas. Además, la filosofía cumple un papel muy relevante dentro de este estudio: aporta una perspectiva global e interrelacionada, que permite un análisis más completo de los problemas planteados.


2. Las ciencias cognitivas
Lo más importante de las ciencias cognitivas es que estudian el conocimiento humano de modo interdisciplinar: las diferentes aproximaciones dialogan a la búsqueda de una teoría más o menos global que pueda explicar y dar respuesta a preguntas que la filosofía ha venido planteando desde antaño. A ello han contribuido el desarrollo de las técnicas de neuroimagen, los conocimientos aportados por la neurobiología, la psicología cognitiva, la neurología comportamental y la neuropsicología, y también el avance en la informática y la ingeniería de las telecomunicaciones.
El "hexágono cognitivo" muestra las seis disciplinas que, interrelacionadas entre sí, enfocan los temas relacionados con el conocimiento humano:
Filosofía: entendida como epistemología y como filosofía de la mente, es decir, como una reflexión sobre las teorías de la mente.
Psicología: explicación de los procesos psíquicos relacionados con el conocimiento de la conciencia; destaca específicamente el campo de la neuropsicología, que analiza la relación cerebro-conciencia-conducta a través de estudios empíricos y de análisis de las lesiones cerebrales.
Lingüística: estudia el lenguaje, tanto a nivel sintáctico como semántico, y la formación de conceptos.
Inteligencia artificial: ofrece un modelo ("metáfora del ordenador") que permite entender el procesamiento cerebral.
Antropología: explicación del ser humano en su desarrollo filogenético y ontogenético, y de las influencias socio-culturales que existen en su aprendizaje y constitución.
Neurociencias (neurofisiología, neurobiología, neuroanatomía, etc.): aportan datos fundamentales sobre la estructura y funcionamiento del cerebro.

3. Ciencias cognitivas y teorías de la mente
La multidisciplinariedad de las ciencias cognitivas muestra una interesante dimensión del estudio de la relación mente-cerebro: la necesidad de una visión compleja y diversa, con enfoques variados y modos de explicación conceptualmente diferentes. Desde las distintas perspectivas pueden también proponerse teorías de la mente diversas, pero en todas ellas es preciso tener en cuenta algunos principios fundamentales:

 a)  Todos los cerebros son diferentes: a pesar de tener estructuras y funcionamiento semejantes, cada cerebro es distinto a los demás.
 b)  El cerebro se desarrolla a partir de un programa genético pero recibe influencias ambientales diversas que producen desarrollos distintos, conexiones neuronales diferentes, capacidades variadas... Además, las influencias ambientales no son iguales dependiendo del momento del desarrollo en el que hayan sido recibidas. Hay "periodos críticos" en los que el cerebro es más susceptible de modificaciones.
 c)  Además, el individuo puede sufrir cambios en su cerebro (por ejemplo, debido a lesiones) que obligan a una reestructuración y reasignación de funciones. Esto es posible por la plasticidad del cerebro, es decir, por su capacidad de cambio y reajuste.
 d)  Una teoría de la mente debe ser coherente con los datos científicos existentes, debe poder explicar los fenómenos físicos y psíquicos, y debe tener en cuenta una idea cada vez más aceptada: que el cerebro funciona como un sistema organizado en el que hay relación y mutua interacción entre las partes y los procesos. Muchos autores hablan ya de una teoría modular que afirma la existencia de una integración en módulos, es decir, subsistemas y conexiones con funcionamiento relativamente independiente, con un procesamiento de la información en paralelo y con la posibilidad de trabajar con mucha información al mismo tiempo, lo cual posibilita el pensamiento abstracto típico del ser humano.

4. Fotografiando el cerebro
Las tecnologías actuales de neuroimagen han hecho posible "ver" la estructura y el funcionamiento del cerebro, lo cual ha supuesto una gran avance para la investigación de las ciencias cognitivas. Entre las más relevantes están:
TAC cerebral

  • Tomografía axial computerizada (TAC, Scanner): produce imágenes sirviéndose de rayos X, pero su resolución es mayor que la de las radiografías convencionales. Permite ver distintas estructuras: huesos, tejidos blandos, etc. La exploración por TAC genera una imagen de un plano o sección única y estática del tejido.
  • Tomografía por emisión de positrones (PET): proporciona imágenes de la función encefálica viva, a tiempo real. Combina la tomografía computerizada con la imagen de radioisótopos. Es la herramienta de neuroimagen más precisa y potente actualmente, pues muestra la tasa de metabolismo de glucosa del cerebro. Se utiliza en clínica, en investigación experimental, en neurocirugía, en neuropsicología, etc.
  • Resonancia magnética funcional (RMF): desarrolla la técnica de la resonancia magnética, en la que se obtienen imágenes dependiendo de las diferencias en las propiedades magnéticas de la hemoglobina asociada al oxígeno. Es capaz de "ver" la actividad del cerebro en funcionamiento.
Representación tridimensional de la actividad del cerebro ante estímulos auditivos


jueves, 9 de mayo de 2013

El cerebro: la máquina de pensar

El estudio del cerebro (del sistema nervioso central) es uno de los más apasionantes de la ciencia actual. Los descubrimientos que se han producido y que han permitido conocer mejor esa "máquina de pensar" han revolucionado la imagen que teníamos de nosotros mismos y nos han obligado a pensar temas de tradición filosófica como la identidad, la conciencia, la mente...
Santiago Ramón y Cajal
(1852-1934)
Premio Nobel en 1906
El estudio del tejido nervioso fue objeto de una ciencia concreta a partir de finales del siglo XIX con las investigaciones de dos grandes científicos: el médico italiano Golgi y el histólogo español Ramón y Cajal, que descubrieron la estructura de las células nerviosas. Este último fue quien desarrolló los conceptos básicos de la "doctrina de la neurona", es decir, la teoría que afirma que las neuronas individuales son los elementos básicos del sistema nervioso.

1. El sistema nervioso central
El sistema nervioso humano está compuesto de dos sistemas: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso autónomo (llamado así porque desencadena reacciones independientemente del control de la voluntad). El SNC está compuesto de la médula espinal, una estructura en forma de cilindro, localizada dentro de la columna vertebral, y el encéfalo, parte del neuroeje que se encuentra dentro de la cavidad craneal.

2. El encéfalo
La parte más voluminosa del encéfalo es el cerebro. Está dividido en dos hemisferios simétricos cuya superficie es rugosa y tiene circunvoluciones. La parte más superficial del cerebro es la corteza cerebral o córtex, formada por células y fibras nerviosas en una capa de unos tres milímetros de espesor. Es la parte más compleja e importante del cerebro. El córtex suele dividirse en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital. Por debajo de la corteza está la sustancia blanca, compuesta de haces de fibras que conectan diversas zonas del encéfalo.

3. La neurona
Las neuronas son las células fundamentales del sistema nervioso. El encéfalo tiene unos 100.000 millones. Existe una gran variedad de neuronas, pero todas se componen de:

 (1)  un cuerpo celular con núcleo y protoplasma;

 (2)  unas prolongaciones o ramificaciones, de dos tipos: axones, una prolongación única del cuerpo celular que transmite impulsos a otras células nerviosas, y dendritas, fibras delgadas múltiples que actúan como receptores de información de otras neuronas.

La función principal de las neuronas es permitir la conducción de los impulsos nerviosos (la información) mediante conexiones llamadas sinapsis. Los distintos puntos del SNC se conectan por medio de las vías neurales, que tienen relevos sinápticos, es decir, puntos de conexión de múltiples neuronas. Además, la mayoría de las vías cruzan la línea media (esto se denomina decusación). Por eso los fenómenos sensoriales y motores de un lado del cuerpo son procesados por el hemisferio cerebral del lado opuesto.

4. Funciones del cerebro
El cerebro es un conjunto de centros coordinadores. Los datos sensoriales procedentes de diversos puntos llegan a zonas especializadas del cerebro, donde se procesan otros impulsos de respuesta que se dirigen a cualquier parte del organismo. Algunas distinciones importantes en cuanto a las funciones cerebrales son:

  • Cortical/subcortical: el córtex realiza procesos superiores, como los perceptivos, control motor, aprendizaje, memoria, lenguaje y, en general, los procesos psíquicos, y las estructuras subcorticales desempeñan funciones vegetativas, como la digestión, la respiración, el sueño, etc.
  • Anterior/posterior: el lóbulo frontal o cerebro anterior controla las acciones del cuerpo, planifica y evalúa; la parte posterior de la corteza, formada por los lóbulos parietal, temporal y occipital, es de carácter sensorial. A su vez, cada uno de estos lóbulos tienen funciones diferentes.
  • Derecha/izquierda: cada uno de los hemisferios cerebrales está especializado en algunas funciones cognitivas. El hemisferio izquierdo es racional: trabaja de forma lógica, en él suele localizarse el lenguaje y controla la parte derecha del cuerpo. El hemisferio derecho es más emocional, organiza la información de modo más global, está relacionado con la percepción del tiempo o la capacidad musical y controla la parte izquierda del cuerpo.


viernes, 3 de mayo de 2013

Recital de poesía (ACAL)

La Asociación Cultural Amigos de Lora (ACAL) ha organizado hoy, en el patio del Centro de Profesores, un Cóctel-Recital de Poesía, con motivo de la presentación de la Ruta de Poesía en Lora del Río y del final de la campaña 2012 "Un hogar, una poesía".
Esta campaña consiste en colocar un azulejo con una poesía, de un autor local o andaluz, en diferentes edificios institucionales o viviendas particulares. De este modo, se establece una ruta poética por toda la localidad.
Al acto acudimos unas cincuenta personas y disfrutamos de la lectura de varias de las poesías que se han ido colocando en esos azulejos. Han sido varios los socios o amigos que leyeron poemas, acompañados por los acordes de la guitarra de Pedro Bonilla. Y de todos los que se leyeron, quiero recoger aquí un extracto del poema de Víctor Manuel Miñano Macías, loreño y profesor de lengua y literatura en Secundaria.


SOY CAPAZ DE AMARTE TODOS LOS DÍAS

Soy capaz de amarte todos los días
de marzo. Los días grises, nublados,
lluviosos, los días con hojas que brotan
hacia el cielo, con penas en los perros vagabundos.

Puedo decirte palabras que nunca antes
has oído, ponerte flores en el pelo de un jardín
que nadie ha visto ni tocado. El calendario tiene
el número de besos que te doy cada mañana.

Soy capaz de amarte todos los días de marzo;
también de enero, incluso de septiembre triste
y callado como un pobre mendigo muerto.
No importa que estés dormida o lejos
de los brazos que te ofrezco, puedo amarte siempre
a todas horas, con dentelladas voraces, con la insistencia
de un niño que llora en una noche solitaria.

No importa que marzo ya no exista ni que yo
esté desnudo en un paisaje extraño, puedo amarte
aunque no dejes de mirar hacia otro lado.

Soy capaz de amarte todos los días
de marzo, los días que a los dos nos quedan
antes de que los meses y las horas se suiciden
con una palabra de adiós rota.

jueves, 2 de mayo de 2013

El debate mente-cerebro

El desarrollo de las neurociencias ha dado lugar a un mayor conocimiento del funcionamiento del cerebro y de los procesos mentales. Con ello, el debate sobre el problema mente-cerebro ha cambiado, centrándose en un aspecto concreto: la explicación de la conciencia. Por eso, las posiciones actuales del debate responden, en su mayoría, a esta cuestión. Tanto las posiciones de los autores más clásicos como las de los actuales pueden agruparse en tres grandes bloques: dualismos, monismos y emergentismos.

1. Respuestas dualistas
Según la postura dualista, la mente y el cerebro son dos entidades diferentes que pueden interactuar mutuamente o no, pero que no comparten características comunes. El cerebro es la parte "material", es espacial, puede conocerse por medio de la percepción externa, es observable, no es intencional ni tiene conciencia. La mente, por su parte, es "inmaterial", no ocupa espacio, sólo puede captarse por percepción interna, privada y subjetiva, es intencional y es donde radica la conciencia. En este grupo estarían Platón y Descartes.
Ha habido intentos de explicación dualistas que han negado la relación entre mente y cerebro, como es el caso de la tesis independentista o autonomismo; sin embargo, actualmente la mayoría de los autores reconocen que el cerebro es el órgano central y que los fenómenos psíquicos tienen relación -de uno u otro modo- con su funcionamiento. Por eso las teorías interaccionistas son las que han cobrado más relevancia. Afirman que lo mental y lo corporal interactúan, pero consideran que la conciencia no es reducible ni identificable con los procesos cerebrales.

2. Respuestas monistas
El monismo considera que los procesos mentales son propiedades o resultados del funcionamiento del cerebro. No se trata de dos entidades diferentes, sino de una sola -la material, física- que produce un tipo de fenómenos especiales, explicables por medio de sus estructuras y conexiones. Algunos autores, como Spinoza, han defendido que la actividad consciente y la cerebral son dos aspectos de la misma realidad; otros, como es el caso de Aristóteles, que se trata de dos realidades tan cohesionadas que una no puede ser entendida sin la otra, ni considerada independientemente de ella. Actualmente, la mayoría de los autores defienden un monismo materialista, es decir, una reducción de la mente a los procesos cerebrales materiales.

3. Respuestas emergentistas
Hay un grupo de respuestas que niegan tanto el dualismo como el monismo, aunque en algunos casos se sitúan en posiciones cercanas a uno u otro grupo: no están de acuerdo con que haya dos principios irreductibles, como sostienen los dualistas, y tampoco están de acuerdo con el reduccionismo monista. El emergentismo afirma que existen niveles de realidad con propiedades diferentes: lo mental surge, emerge y depende de los procesos físico-biológicos, pero sus propiedades son cualitativamente diferentes.