- La difícil compatibilidad de los valores de "libertad" y "seguridad": ganamos en seguridad a costa de perder libertad, o más bien, unos afortunados ganan en libertad y seguridad dentro de "guetos voluntarios" a los que se les impide entrar a los diferentes.
- Todos necesitamos la comunidad para sentir nuestra identidad. Pero no hablamos de "comunidad" como un medio para afrontar colectivamente los problemas o para redistribuir las riquezas, sino de una especie de "multicomunitarismo" que cierra fortalezas y que exige lealtad a cada miembro de la comunidad, quedando fuera de las "murallas" a otros que tendrán por sí mismos que salir adelante individualmente.
Concluye que si realmente deseamos crear "comunidades", éstas deben basarse en la interdependencia de sus miembros y en la defensa de los derechos humanos y del valor de la igualdad, entendida siempre como igualdad de posibilidades.
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