La esquizofrenia es el trastorno psicótico por excelencia, aquel en el que la persona "vive en su mundo" sin tener contacto con la realidad; pero, además, este mundo propio del esquizofrénico es caótico y desordenado, formado por pensamientos absurdos que se comunican de forma incoherente, emociones inadecuadas y conductas excéntricas, y muchas veces con alucinaciones (oír voces) y delirios de tipo paranoide (creencia en que todo el mundo, empezando por el psiquiatra y familiares más próximos, pretende hacerle daño).
Se ha probado la incidencia de factores genéticos en la esquizofrenia: la probabilidad de que el gemelo idéntico de un esquizofrénico sea también esquizofrénico es cercana al 50%, mucho más alta que para gemelos no idénticos (del 4 al 15%, según los estudios) y por supuesto que para dos personas sin parentesco alguno. La genética determina anomalías fisiológicas, entre las que destaca un exceso de dopamina en el encéfalo. En los primeros años del siglo XXI se ha descubierto, además, una coincidencia en las anomalías genéticas ligadas a la esquizofrenia y al trastorno bipolar, lo que tal vez conduzca a englobar ambos trastornos en una categoría más amplia.
Ahora bien, se debe contar también con algún tipo de papel de los factores no genéticos o ambientales, ya que en caso contrario todos los gemelos idénticos de esquizofrénicos desarrollarían este trastorno y sólo lo hace el 50%. Se ha estudiado la correlación entre esquizofrenia y clase social (mayor incidencia en las clases bajas) y entre esquizofrenia y rechazo de los padres. Pero en ambos casos se plantea el dilema de toda correlación: ¿los esquizofrénicos son esquizofrénicos porque son pobres (lo cual les priva de atenciones que tendrían si hubieran nacido en una clase social más alta), o son pobres porque su esquizofrenia no les permite progresar económicamente? ¿Y son esquizofrénicos por haber sido rechazados por sus padres, o sus padres los rechazan porque son esquizofrénicos?
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