sábado, 21 de marzo de 2020

Consideraciones generales sobre los principales sistemas perceptivos

1. La percepción táctil
El tacto es una forma de sensibilidad que implica tanto componentes elementales (protopáticos) como complejos (epicríticos). Entre los primeros figuran el frío y el calor, el dolor, y entre los segundos el contacto y la presión, así como las sensaciones propioceptivas que comprenden la sensibilidad profunda.
Los distintos receptores se distribuyen de forma desigual en función de las necesidades adaptativas: cuanto más sutil es la sensibilidad que se adquiere para el buen funcionamiento de los órganos, tanto mayor será la densidad de los adecuados receptores y tanto más alta será su sensibilidad. La agudeza táctil depende además del área del córtex encargada del registro.
La percepción táctil no es inmediata, como sucede con la visual, sino consecutiva, implicando un carácter circunstanciado: la percepción de una forma de un objeto necesita de una sucesiva y activa palpación, sin lo cual se torna prácticamente imposible.

2. La percepción visual
El sistema visual funciona de manera distinta al táctil, puesto que en la percepción global no se captan indicios sueltos que luego se asocian, sino desde el principio totalidades, ya que la visión dispone de la posibilidad de percibir simultáneamente las formas complejas.
La retina es la estructura más compleja del aparato óptico. Está integrada por conos (visión cromática) y bastones (visión acromática); células bipolares, que captan las excitaciones que provocan los estímulos, transmitiéndolas a las células ganglionares, que pasan el impulso al nervio óptico; células amacrínicas, que constituyen el aparato eferente de la retina, asegurando la conducción de las excitaciones centrales hasta los elementos fotosensibles.
El iris regula la entrada de luz en el globo ocular, mediante la contracción o dilatación de la pupila.
El cristalino permite la acomodación a los rayos luminosos para que la imagen llegue nítida a la retina.
Los impulsos engendrados en la retina pasan por el nervio óptico, se desdoblan en el quiasma y acceden al córtex visual primario (occipital).

3. La percepción auditiva
La percepción auditiva entraña la síntesis de excitaciones que llegan al cerebro en series consecutivas o en sucesiones temporales. El órgano especializado en captar los estímulos auditivos es el órgano de CORTI, que se excita ante los sonidos y los ruidos. La frecuencia de la onda determina la agudeza o gravedad del sonido y la amplitud de la onda, así como la intensidad del mismo. Las excitaciones auditivas producidas en el órgano de CORTI se transmiten al córtex por el nervio auditivo, que tiene una porción que lleva impulsos para regular el equilibrio.
Los factores participantes en la organización psicológica de la percepción auditiva se apoyan en una serie de programas innatos, que hacen que cada especie destaque unos u otros sonidos o ruidos, según los intereses adaptativos. En el humano cabe distinguir dos sistemas de códigos: el sistema rítmico-melódico (o musical) y el sistema fonético (o sistema de códigos sonoros del lenguaje).

     

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