sábado, 13 de mayo de 2023

Filosofía de la cultura

Autor: JESÚS MOSTERÍN

Antropólogo, filósofo y matemático

Edición original: 1993
Alianza Editorial. Fondo de la Biblioteca Provincial de Sevilla "Infanta Elena"

Ideas seleccionadas:

- Si el humano ha establecido su supremacía absoluta en el planeta y ha llevado al borde mismo del exterminio a las criaturas más grandes (como las ballenas) o mejor armadas (como los tigres), ello no se debe a sus recursos naturales (sus uñas son débiles, su velocidad escasa...), sino a sus recursos culturales (barcos, radar, miras telescópicas, armas de fuego...). El triunfo total de nuestra especie en la competencia interespecífica no es el triunfo de la natura humana, sino el de la cultura humana. Por eso es relativamente reciente, como nuestra acumulación cultural.
De todos modos, no hay que olvidar que la evolución cultural presupone la biológica. Los órganos y procesos que posibilitan la cultura están dados en la natura. Y la capacidad de asimilar, procesar y transmitir los memes está en los genes. En este sentido la información genética es más fundamental que la memética, y la natura, más básica que la cultura, pues la segunda presupone la primera, pero no a la inversa.

- No hay información sin soporte material. El soporte de una unidad de información genética o gen es un cierto segmento de DNA en el genoma de un individuo. El soporte de una unidad de información cultural o meme es cierta estructura neuronal en el cerebro de un individuo. En realidad, conocemos nuestro cerebro mucho peor que nuestro genoma y no sabemos cómo almacena la información, si fijándola como determinada pauta de conexiones sinápticas o distribuyéndola de un modo más complejo. La estructura neuronal correspondiente –cualquiera que ésta sea- es el soporte de la información cultural, de los memes. En el caso de la cultura virtual humana, la misma información cultural puede estar también depositada en una variedad de soportes artificiales extracerebrales, tales como libros, cintas magnéticas o discos.

- Los chimpancés son animales muy culturales. Aprenden a distinguir cientos de plantas y sustancias, y a conocer sus funciones alimentarias y astringentes. Así logran alimentarse y contrarrestar los efectos de los parásitos. Tienen muy poco comportamiento instintivo o congénito. No existe una “cultura de los chimpancés” común a la especie. Cada grupo tiene sus propias tradiciones sociales, venatorias, alimentarias, sexuales, instrumentales, etc. La cultura es tan importante para los chimpancés, que todos los intentos de reintroducir en la selva a los chimpancés criados en cautividad fracasan lamentablemente. Los chimpancés no sobreviven. Les falta la cultura. No saben qué comer, cómo actuar. Ni siquiera saben cómo hacer cada noche su nido-cama alto para dormir sin peligro en la copa de un árbol. Durante los 5 años que el pequeño chimpancé duerme con su madre tiene unas 2.000 oportunidades de observar cómo se hace el nido-cama. Los chimpancés hembras separados de su grupo y criados con biberón en zoo ni siquiera saben cómo cuidar a sus propias crías, aunque lo aprenden si ven películas o vídeos de otros chimpancés criando.

- Nuestros problemas, necesidades y fines básicos nos vienen dados por nuestra naturaleza. Las soluciones a esos problemas, los métodos para satisfacer esas necesidades y los medios para obtener esos fines nos vienen dados por la cultura. La cultura nos suministra el repertorio de soluciones, métodos y medios entre los que podemos elegir los más apropiados a nuestra idiosincrasia y circunstancia. Cuanto más rica y variada sea la oferta cultural a la que tengamos acceso, tanto mayor será la probabilidad de que en ella encontremos la manera de satisfacer nuestras necesidades y alcanzar nuestros objetivos.

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