jueves, 27 de diciembre de 2012

Hacia una definición de Filosofía

No hay una definición de filosofía que pueda ser válida para todos. Es labor de cada uno, después de haber entrado en contacto con algunos de los problemas de la filosofía, encontrar la más conveniente. Presentamos a continuación una serie de reflexiones sobre la filosofía para ayudar a ese quehacer.


L. Wittgenstein (1889-951)
La función de la filosofía
La filosofía no es una de las ciencias naturales. La palabra "filosofía" debe significar algo que esté sobre o bajo, pero no junto a las ciencias naturales.
El objeto de la filosofía es la aclaración del pensamiento.
Filosofía no es una teoría sino una actividad. El resultado de la filosofía no son "proposiciones filosóficas" sino el esclarecerse de las proposiciones.
La filosofía debe esclarecer y delimitar con precisión los pensamientos que de otro modo serían, por así decirlo, opacos o confusos.
L. Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus (adaptado)



Ludwig Wittgenstein nace en Viena. Estudia matemáticas, física e ingeniería. Tras lecturas de Russell y Frege se inclina por la lógica. En su pensamiento caben destacarse dos momentos: el primero, el del Tractatus, en el que estudia una equivalencia entre el lenguaje y la realidad; el segundo, el de las Investigaciones filosóficas, en el que se centra en el funcionamiento de las diferentes lenguas en su especificidad.

Karl Jaspers (1883-1969)
Meditación y comunicación
Filosofar es resolverse a hacer que despierte el origen, retroceder hacia el fondo de sí mismo y ayudarse con una acción interior conforme a las propias fuerzas.
En la vida, lo primero que resulta tangible es la sujeción a los deberes materiales, a la exigencia de cada día. El papel de la vida filosófica es despertar la conciencia de que el mero trabajar, el absorberse en los fines, es ya el camino de olvidarse de uno mismo. No olvidar, sino apropiarse íntimamente; no desviarse, sino trabajar hacia la perfección íntima; no pasar superficialmente, sino iluminar hasta el fondo: tal es la vida filosófica.
K. Jaspers, Introducción a la filosofía (adaptado)

Jaspers es un psiquiatra y filósofo alemán. Es uno de los representantes de la corriente existencialista. Partiendo del análisis fenomenológico de Husserl, aborda el problema de la existencia humana a diferentes niveles: su corporeidad, su socialidad, su historicidad y su libertad. Entre sus obras destacan Filosofía de la existencia e Introducción a la filosofía.

Miguel de Unamuno (1864-1936)
Las raíces de la filosofía
La filosofía responde a la necesidad de formarnos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida, y, como consecuencia de esa concepción, un sentimiento que engendre una actitud íntima y hasta una acción. Pero resulta que ese sentimiento, en vez de ser consecuencia de aquella concepción, es causa de ella. Nuestra filosofía, esto es, nuestro modo de comprender o no comprender el mundo y la vida, brota de nuestro sentimiento respecto a la vida misma. Y ésta, como todo lo afectivo, tiene raíces subconscientes, inconscientes tal vez.
M. Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida (adaptado)

Unamuno es un escritor y pensador español, profundamente influido por la filosofía de Kierkegaard. Se planteó el problema de la existencia del hombre concreto, de carne y hueso, que anhela la inmortalidad aun cuando se sabe finito. De su amplia producción literaria destacan obras como Del sentimiento trágico de la vida o Niebla.

Filosofía y amplitud de miras
Bertrand Russell
(1872-1970)
El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de la razón. La filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque ante la grandeza del universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el universo que constituye su supremo bien.
B. Russell, Los problemas de la filosofía (adaptado)

Matemático, lógico y filósofo inglés, premio Nobel de literatura en 1952, Russell es uno de los iniciadores de la filosofía analítica. Trabajó en cuestiones de fundamentación lógica de la matemática. Su propósito fue descubrir la amplitud y el grado de certeza que podemos acordar a nuestro conocimiento. Entre sus obras destacan los Principia mathematica y El conocimiento humano.

María Zambrano
(1904-1991)
Admiración y violencia
Y es que en el origen de la filosofía está la admiración, según textos muy venerables nos dicen, pero está también la violencia, según otros, no menos venerables, nos aseguran. Admiración y violencia. De esta rara conjunción se ha engendrado la filosofía, tan mixta por ellos. Si el amor es hijo de la pobreza y la riqueza, de la esplendidez y la miseria, la filosofía es hija, a su vez, de dos contrarios: admiración y violencia.
M. Zambrano, Pensamiento y poesía en la vida española (adaptado)

María Zambrano, filósofa española, fue discípula de Ortega y Gasset, premio Príncipe de Asturias y premio Cervantes. Su pensamiento está marcado por la poesía, de ahí que su filosofía sea una filosofía de la razón poética. Para ella, la filosofía ha de ser cauce de vida, por lo que pensar se convierte en descifrar lo que se siente. La vida del hombre es necesidad de crecer, anhelo de identidad. Entre sus obras destacan Claros del bosque y El hombre y lo divino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario