lunes, 2 de abril de 2018

Los principios de la democracia

1. Principios básicos de la democracia
Los principios básicos de la democracia son:
  • La justicia: El sistema democrático debe garantizar un marco jurídico que organice la convivencia entre las personas. Las normas o leyes que conforman el marco jurídio de una sociedad autorizan o prohíben determinadas acciones de los individuos y las instituciones.
  • La libertad: Los ciudadanos pueden decidir por sí mismos y elegir la forma de vida que más se adecue a sus intereses. El voto, es decir, el derecho a elegir a los representantes políticos y a decidir sobre asuntos importantes para todos, es la máxima expresión de la libertad.
  • La igualdad: El sistema democrático debe garantizar la igualdad ante la ley, la eliminación de los extremos de riqueza y pobreza y la búsqueda del bienestar público. Una educación universal y de calidad es la garantía para que todos tengamos las mismas oportunidades.
2. El principio de la mayoría y los derechos de las minorías
En términos democráticos, la opción que logre el mayor número de adhesiones (principio de la mayoría) es considerada como la triunfadora, la que establece la norma general.
Sin embargo, las minorías tienen, por una parte, derechos consagrados, y por otra pueden aspirar legítimamente a convertirse en mayoría. En un régimen democrático, a diferencia de uno autoritario, los minorías tienen derecho a existir, organizarse, expresarse y competir por los puestos de elección popular.

3. Los elementos del sistema democrático
El pensador italiano Norberto Bobbio plantea los siguientes elementos del sistema democrático que deben ser respetados:
  • Todos los ciudadanos mayores de edad, sin distinción de raza, creencia o condición social, deben tener plenos derechos políticos. 
  • Los ciudadanos deben poder elegir entre opciones políticas diversas. Es decir, debe existir pluralismo político.
  • Los ciudadanos deben ser libres para votar y decidir según su propia opinión, sin ser coaccionados, y elegir entre las opciones disponibles.
  • El voto de cada ciudadano tiene el mismo valor al de cualquier otro.
  • Las decisiones colectivas y las elecciones deben regirse por el principio de las mayorías y no atentar contra los derechos de las minorías.
4. Los ciudadanos en las democracias actuales
Los ciudadanos deben tener garantizados sus derechos en una democracia, pero también la seguridad, la libertad y la igualdad de oportunidades. Por eso, la ciudadanía no es sólo un concepto político. Somos ciudadanos también en un sentido social, en la medida en que la sociedad nos reconoce un lugar en ella y nos protege, y también en un sentido económico, en la medida en que una democracia debe ser un sistema justo, sin grandes desigualdades ni privilegios, es decir, sin ciudadanos de primera o de segunda clase.
Por eso, la ciudadanía sólo es posible en un sistema de justicia social, política y económica.

5. Principales amenazas para una democracia
  • La demogagia o uso interesado de la mentira para alcanzar fines políticos.
  • La reducción a un conjunto de procedimientos formales que impida que los ciudadanos participen realmente de las decisiones.
  • La información tendenciosa, es decir, que las fuentes de información no sean libres y plurales y puedan ser utilizadas con fines políticos.
  • El terrorismo y la proliferación de actitudes violentas.
  • La corrupción institucional, es decir, la que se apoya en los mecanismos del Estado. Amenaza al principio de legalidad y a la seguridad jurídica, que son fundamentales.
  • El interés privado podría anteponerse al interés público, que debe prevalecer.
  • Una súbita caída en los niveles de vida de los ciudadanos, porque puede crear inestabilidad. La democracia requiere cierta prosperidad económica y social.       

2 comentarios:

  1. En democracia tenemos el derecho de acertar o equivocarnos con nuestro voto.

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  2. Y ese acierto y/o error puede traer beneficios y/o perjuicios tanto al que vota como al resto de la población. Puedes acertar y tener que fastidiarte por el error de la mayoría, puedes equivocarte y beneficiarte del acierto de la mayoría, puede el resultado ser beneficioso para ti pero malo para la mayoría, puede ser malo para ti pero beneficioso para la mayoría...Hay múltiples variantes. En cualquier caso, la mayoría ganadora,más o menos acertada o equivocada, tiene que respetar también los derechos y libertades fundamentales de la minoría, esos derechos y libertades que los humanos nos hemos atribuido, más allá de lo meramente natural.

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