Edición original de 1946, con el título Ein Psichologe erlebt das Konzentrationslager (Un psicólogo en un campo de concentración). Posteriormente, en 1961 se preparó en inglés una nueva edición con el título Man's Search for Meaning.
Editorial Herder, edición de 2022
Ideas seleccionadas:
Del prefacio de JOSÉ BENIGNO FREIRE
- Resulta obvio que, en aquel «laboratorio de seres humanos que era el campo» (Jean Samuel), Frankl pudo experimentar situaciones impensadas e insospechadas para ahondar en el conocimiento del hombre. Él alude especialmente al sufrimiento, presente en el Lager en todas sus modalidades e intensidades. Estudió con detalle sus efectos en el psiquismo y observó cómo algunos reclusos se abatían o degradaban ante el sufrimiento, mientras otros parecían madurar interiormente. De esta observación dedujo que no es el sufrimiento en sí mismo el que madura o enturbia al hombre, es el hombre el que da sentido al sufrimiento. Hasta tal punto resulta esencial la postura del hombre que Frankl le arrancó al Lager una gran lección existencial: «El sufrimiento, en cierto modo, deja de ser sufrimiento cuando encuentra un sentido...».
Primera parte - Un psicólogo en un campo de concentración
- Pese a la bajeza física y mental imperantes en el campo de concentración, podía cultivarse una profunda vida espiritual. Las personas de mayor sensibilidad, acostumbradas a una activa vida intelectual, posiblemente sufrieran muchísimo (a menudo su constitución era frágil); sin embargo, el daño infligido a su ser íntimo fue menor, pues eran capaces de abstraerse del terrible entorno y adentrarse, a través de su espíritu, en un mundo interior más rico y dotado de paz espiritual. Sólo así se explica la aparente paradoja de que los menos fornidos soportaran mejor la vida del campo que los de constitución más robusta.
- Nunca se podrá responder a la pregunta sobre el sentido de la vida con afirmaciones absolutas. «Vida» no significa algo vago, sino real y concreto, del mismo modo que las tareas que nos impone son muy reales y concretas. Ellas conforman el destino de cada hombre, que es distinto y único para cada cual. Un hombre no puede compararse con otro hombre, ni un destino con otro destino. Ninguna situación se repite, cada situación reclama una respuesta diferente.
- ¿Qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es quien ha inventado las cámaras de gas, pero también el que ha entrado en ellas con paso firme, musitando una oración.
Segunda parte - Conceptos básicos de logoterapia
- La logoterapia se dirige al futuro, es decir, a los valores y el sentido que el paciente quiere proyectar en el futuro. La logoterapia, ciertamente, es una psicoterapia centrada en el sentido.
- La logoterapia, también denominada «Tercera Escuela de Viena de Psicoterapia», se centra en el sentido de la existencia humana y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre. De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivadora del hombre es la lucha por encontrar sentido a su vida.
- La salud psíquica necesita cierto grado de tensión interior, la tensión existente entre lo que se ha logrado y lo que hay que conseguir, o la distancia entre lo que uno es y lo que debería llegar a ser. Esta tensión es inherente al ser humano y, por tanto, indispensable para el bienestar psíquico.
- La logoterapia considera que la esencia de la existencia consiste en la capacidad del ser humano para responder responsablemente a las demandas que la vida le plantea en cada situación particular.
- Uno de los postulados de la logoterapia mantiene que la preocupación primordial del hombre no es gozar del placer, o evitar el dolor, sino encontrar un sentido a la vida. Y en esas condiciones el hombre está dispuesto a aceptar el sufrimiento, si el sufrimiento tiene sentido. Pero quisiera dejar bien claro que el sufrimiento no es necesario para otorgar sentido a la vida. El sentido es posible sin sufrimiento.
- Todo ser humano posee la libertad de cambiar en cada instante. Podemos predecir el futuro de un hombre en el marco de un estudio estadístico, pero su personalidad es impredecible. La base de cualquier predicción viene conjugada por las condiciones biológicas, psicológicas o sociológicas. Sin embargo, uno de los rasgos principales de la existencia humana es, precisamente, la capacidad para elevarse por encima de esas condiciones y trascenderlas.
- En los campos de concentración, en aquel laboratorio vivo, en aquel banco de pruebas, observamos y fuimos testigos de la actitud de nuestros compañeros: mientras unos se comportaron como cerdos, otros lo hicieron como santos. El hombre goza de ambas potencialidades. De sus decisiones, y no tanto de las condiciones, depende cuál de las dos sale a la luz.
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