Se entiende por liderazgo la capacidad que algunos miembros de la organización poseen de influir en otros miembros, haciendo que contribuyan voluntariamente al logro de los objetivos de la organización. Debemos distinguir al líder del directivo de una empresa u organización:
- Los directivos son aquellos miembors de la organización que poseen un poder debido a su posición en la misma; este poder puede ser o no aceptado de buen grado por los subordinados, siendo en el último caso meramente coercitivo (obedezco para no perder el empleo, o para no empeorar mis condiciones en él), o basado en una promesa implícita de recompensas (si obedezco, me irá bien).
- Los líderes son personas capaces de provocar la colaboración espontánea y voluntaria de otros miembros que se convierten en sus seguidores. En algunos casos, la relación líder-seguidor vale en ambos sentidos: una misma persona puede actuar sucesivamente como líder en relación a ciertas tareas y como seguidor de otras.
En conclusión, hay directivos que no son líderes, líderes que no son directivos y, por último, individuos en los que coinciden ambas categorías.
Se ha estudiado el concepto de líder tanto desde el punto de vista de sus cualidades personales, como de las características de la situación en que aparecen. Desde el primer punto de vista, se destaca la existencia de "líderes natos", grandes personalidades que, allá donde estén, no pueden ser otra cosa que líderes, y se mencionan ejemplos como Winston Churchill, Gandhi o Nelson Mandela. Otras teorías señalan la existencia de unas necesidades ambientales que condicionan la emergencia de unas formas de liderazgo y no otras: por seguir con los ejemplos anteriores, Churchill fue el líder que Reino Unido necesitaba durante la Segunda Guerra Mundial, pero al llegar la paz los propios británicos prefirieron otros gobernantes. Las teorías del liderazgo más aceptadas tienen en cuenta ambos tipos de factores, personales y ambientales, pero tienden a acentuar más los rasgos personales del líder.
Los líderes destacan en su entorno por un conjunto de habilidades: inspirar un punto de vista común, promover la participación de todos, tener visión de futuro, crear un buen clima de trabajo, afrontar los obstáculos, animar a los seguidores y celebrar sus éxitos, dar ejemplo de entrega a la tarea, servir como modelo a sus seguidores, etc. Sin embargo, se ha comprobado que la percepción del liderazgo no es igual en todos los países. En 1993, la Escuela Wharton, perteneciente a la Universidad de Pensilvania, encomendó al profesor Robert House la dirección de un estudio mundial, llamado Proyecto GLOBE, dirigido a comprobar las diferencias y semejanzas de los estilos de liderazgo de distintas áreas culturales.
Cultura y liderazgo: el Proyecto GLOBE
Iniciado en 1993, el Proyecto GLOBE (Global Leadership and Organizational Behavior Effectiveness) implicó a más de docientos investigadores sociales y se desarrolló en sesenta y un países. Éstos, considerados representativos de todo el mundo, fueron clasificados en nueve áreas culturales: países anglófonos, Europa latina, Europa del Norte, Europa germánica, Europa del Este, Latinoamérica, África subsahariana, Oriente Medio, Asia del Sur y Asia confuciana. Los países recibían puntuaciones en función de nueve dimensiones culturales o características desigualmente valoradas en distintos países: distancia de poder (se espera y valora un reparto desigual del poder), evitación de la incertidumbre, orientación humana (valoración de la conducta altruista, justa y generosa), colectivismo institucional (las instituciones animan a los individuos a integrarse en grupos), colectivismo endogrupal (los miembros de la sociedad se enorgullecen de pertenecer a grupos), asertividad (se valora la defensa de los propios derechos e intereses), diferenciación sexual (aceptación de las diferencias entre sexos), orientación hacia el futuro y orientación hacia el desempeño (valoración de la eficacia de las tareas). Relacionando áreas y dimensiones culturales, encontramos que Asia del Sur y Europa latina destacan por su distancia al poder, que la diferenciación sexual es importante en Europa latina, Oriente Medio y Asia confuciana, que el colectivismo institucional puntúa alto en la Europa germánica y el colectivismo endogrupal en Latinoamérica, Oriente Medio y Asia confuciana, etc. Finalmente, esto nos lleva a las diferentes formas de percibir el liderazgo: carismático en los países anglófonos, de equipo en Latinoamérica, participativo en Europa del Norte y germánica, orientado a las personas en África subsahariana y Sur de Asia, individualista en Europa del Este, y autoprotectivo (el líder busca ante todo protegerse y proteger a su grupo) en Oriente Medio.
Categoría diferente, aunque englobable en la de líder, es la de emprendedor o creador de empresas. Además de las ya vistas, el emprendedor exhibe habilidades específicas como reconocer oportunidades de negocio, obtener los recursos necesarios y asumir riesgos. En este último aspecto, distinguimos el emprendedor individual que actúa por iniciativa propia y asume personalmente todos los riesgos (poniendo en peligro su capital y a veces el de familiares o amigos) del emprendedor corporativo, que actúa dentro de una estructura empresarial ya existente, innovando dentro de ella o creando empresas "hijas" a partir de una empresa "madre".
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