Las características mínimas que debe reunir un conocimiento para considerarse científico son:
① Los fenómenos estudiados deben pertenecer a la realidad, formando un campo de trabajo delimitado y específico.
② Debe posibilitar el abordaje metodológico de carácter científico.
③ Debe alcanzarse un cuerpo legal que permita una explicación adecuada de los fenómenos estudiados, así como una capacidad predictiva o postdictiva, y un control de los fenómenos.
Una teoría científica constituye un conjunto de construcciones (conceptos), definiciones y proposiciones relacionadas entre sí que permiten un punto de vista sistemático de los fenómenos, especificando relaciones entre variables, con el objeto de explicar y predecir los fenómenos. La psicología no ha alcanzado aún este estatus de teoría científica.
La psicología, como semiciencia o ciencia en formación, ha conseguido:
① Delimitar una serie de estructuras y procesos básicos que sostienen la conducta, las cuando no pertenecen en su totalidad ni al estrato bioquímico ni al fisiológico.
② Clasificar someramente tales estructuras y procesos, así como sus funciones.
③ Esclarecer algunos de los principios y leyes que regulan el comportamiento, integrando todo ello en distintos cuerpos teóricos más o menos sistematizados, con alguna capacidad explicativa, predictiva y de control.
La psicología es todavía una disciplina multiparadigmática.
El psicólogo debe superar los reduccionismos mecanicistas, fisiologistas, experimentalistas, mentalistas, ambientalistas o de cualquier otro orden, pues tales enfoques parciales dejan fuera de consideración lo más esencial de la conducta, su unidad biopsicosocial.
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