Se puede hacer una distinción entre "padres" y "fundadores" de las ciencias. Compárese, por un instante, la ciencia con un jardín.
Los "padres" aran la tierra y siembran la semilla; los "fundadores" desmalezan, riegan, trasplantan, ponen la reja, se preocupan del jardín en sus comienzos. La semilla puede ser arrojada por innumerables manos, por muchas en forma descuidada; así, puede haber numerosos padres, sin saber qué papel desempeñan; sin embargo, los fundadores deben darse cuenta de que se está formando un jardín y tienen la ardua tarea de cuidarlo hasta que vengan otros a colaborar. Los fundadores son pocos.
Llamamos padre de la psicología a Aristóteles, padre de la psicología moderna a Descartes, y padre de la psicología cuantitativa o experimental a Fechner. Se podría haber propuesto a otros candidatos para estas distinciones.
Fechner puede ser llamado, con razón, el fundador de la psicofísica y el padre de la psicología experimental; él desarrolló la primera y mostró el camino para la última; sin embargo, fue Wundt, otro distinguido alemán, quien se convirtió en el verdadero fundador de la moderna psicología experimental; al examinar los logros de este científico nos acercamos más a la solución de nuestro problema de la definición.
Wilhelm Wundt (1832-1920) era, al igual que Fechner, hijo de un pastor alemán luterano de una parroquia de pueblo y, también como Fechner y Helmholtz, estudió medicina en la Universidad de Heidelberg. Como ambos científicos, también sus intereses iban desde lo práctico hasta lo académico durante sus años de estudiante. La fisiología, la filosofía, la lógica y la ética fueron campos que llamaron su atención en algún momento; pero Wundt era fundamentalmente psicólogo y, a diferencia de Fechner, lo sabía.
La época era propicia para la fundación de la psicología moderna. Con excepción de la herencia intelectual ya mencionada (Aristóteles o Descartes), hubo muchas contribuciones de otros campos. La que más aportó fue la fisiología. La primera psicología experimental estaba basada en técnicas y hallazgos fisiológicos; no obstante, además de esto y de la tradición filosófica, había problemas heredados por la astronomía, la antropología y el estudio del hipnotismo. Sólo un hombre tan notable como Wundt pudo combinar todo esto en el esquema de una nueva psicología.
En 1873-1874, después de por lo menos quince años de preparación, Wundt publica sus Outlines of Physiological Psychology. En 1879, en la Universidad de Leipzig, instaló el primer laboratorio psicológico del mundo; en 1881 inauguró un periódico sobre ciencia, destinado a publicar los resultados de las investigaciones psicológicas. Su libro tuvo seis ediciones revisadas y aumentó de un volumen a tres; el laboratorio prosperó e investigadores de muchas partes llenaron el periódico con informes de experimentos psicológicos.
Wundt era incansable. Aparte del trabajo de instruir, administrar, editar y dirigir investigaciones, escribió mucho. Su Physiological Psychology se analizará más adelante; tenía libros sobre otros aspectos de la psicología, así como de filosofía, ética y lógica. Se estima que, en promedio, publicó dos páginas diarias durante 68 años -y nada de este material resulta fácil de leer.
En su Physiological Psychology, Wundt diseña el primer sistema psicológico. Dice qué es la psicología; hace un bosquejo de sus métodos de investigación, puntualiza sus problemas y clasifica los resultados obtenidos. Realmente, Wundt proporciona el primer tratado de la nueva ciencia, sacado de su amplio y profundo entrenamiento filosófico y científico, y suplementado con hallazgos de laboratorio.
Antes que nada, como muchos otros científicos desde la época de Hartley, Wundt era un paralelista psicofísico en lo que concierne al problema mente-cuerpo. Por un lado estaba el mundo físico, el mundo de los objetos materiales; por otro, el mental, el mundo de la mente. La psicología trataría principalmente con este último y ser definida como "la ciencia de la experiencia inmediata". Por experiencia, Wundt entendía fenómenos como sensaciones, percepciones, sentimientos y emociones.
El método que debía emplear el psicólogo, según Wundt, era la introspección, término que fue muy mal utilizado posteriormente. Para Wundt significaba tan sólo el tener la experiencia. "Tener" equivalía a "observar". El "mundo de afuera" era experiencia o "proceso mental", y cuando uno lo tenía, él lo había observado.
El problema para la psicología era qué hacer científicamente con esta experiencia; la respuesta de Wundt era triple: la experiencia debería ser analizada en sus elementos; éstos, a su vez, deberían ser examinados en relación con la naturaleza de sus concepciones, una respecto a la otra; y finalmente deberían determinarse las leyes de sus conexiones.
Estas nociones, especialmente las de análisis y asociación (conexiones), no son nuevas en la historia de nuestro problema; sin embargo, Wundt las trató con la técnica del fisiólogo, es decir, la ordenado mente de un hombre entrenado en las formas del pensamiento científico y acostumbrado a hacer distinciones cuidadosas y rígidas. Existe una gran diferencia entre la "idea" experimentada del empirista británico y el "proceso" sensorial o imaginativo de la introspección wuntiana; por ejemplo, la idea del elefante o todo es un elemento mental diferente de la sensación o imagen de rojo o de do mayor, y solamente estas últimas serían aceptadas por Wundt como verdaderos elementos. El análisis de elefante (en sensación, imagen o ambos) podría ser factible, e incluso fue inevitable, con una descripción cuidadosa de la experiencia; empero, no podría hacerse una disección mental de una unidad tan simple como rojo. Wundt propuso llegar a los elementos fundamentales e irreductibles, antes de preocuparse por mostrar sus mutuas relaciones en las fusiones y combinaciones de la vida mental cotidiana.
Ya se han llevado a cabo estudios significativos de fisiología de la visión, del oído y de otros sentidos, por científicos como Helmholtz, Fechner y Weber (quien adelantó algo del trabajo de Fechner). Estos alemanes dieron cabida a un análisis experimental del tipo que Wundt respetaba; por tanto, no es raro ver en este nuevo texto muchos de sus métodos y datos. Además, la Physiological Psychology contenía material sobre imágenes, sentimientos, atención, acción y una gran cantidad de otros procesos. Prácticamente no hubo nada "psicológico" que escapara a los ojos del fundador; su libro dio una pauta durante muchos años.
Finalmente, volvemos al paralelismo psicofísico de Wundt. Este investigador creía que para cada proceso mental había un proceso físico correspondiente y concurrente. Los estímulos del mundo exterior, al actuar sobre los órganos sensoriales, producían impulsos nerviosos, los que a su vez posibilitaban la actividad cerebral. Con la actividad cerebral venía la actividad mental; empero, ni la una causaba verdaderamente la otra, ni viceversa. Existían dos áreas de actividad diferente: una fisiológica y otra psicológica. Psicología fisiológica fue el nombre más adecuado que encontró Wundt para designar el doble interés de la nueva psicología y la íntima relación entre los dos campos de investigación.
Ya podemos empezar a ver la forma y apariencia de la psicología del siglo XIX. Fue, primariamente, un producto de la unión de la filosofía y la fisiología. Su objeto era la mente (experiencia, conciencia), su método era la introspección (un método analítico y experimental) y su problema era describir el contenido o estructura de la mente en términos de elementos y sus combinaciones. Además, se preguntó sobre la evolución y desarrollo mental, causa-efecto, lo innato y lo adquirido; tuvo algo que decir acerca del lenguaje, de la memoria, del pensamiento, de la voluntad y de temas psicológicos afines. Su filosofía fue predominantemente paralelística y buscó explicar la relación de la mente con el cuerpo mediante el empleo de métodos científicos.
La influencia de Wundt fue muy grande. Sus enseñanzas llegaron a lugares remotos del mundo civilizado, gracias a sus alumnos y a sus libros, y despertaron un gran interés por los "instrumentos" de la fisiología para analizar la mente. Se instalaron nuevos laboratorios en diversas universidades, se ofrecieron nuevos cursos de instrucción, aparecieron nuevas revistas psicológicas y se escribieron nuevos libros de texto.
Finalmente, por supuesto, aparecieron nuevos sistemas de psicología. La tarea actual del psicólogo sería mucho más simple si no hubieran surgido; empero, está en la naturaleza de toda ciencia en desarrollo el crecer y cambiar, y el revisar sus programas cada cierto tiempo. Surgieron diferencias de opinión, aun entre los discípulos más leales a Wundt, respecto al objeto, métodos y problemas de nuestra ciencia.
Un sistema de psicología es, en cierto sentido, un marco lógico en el cual se insertan los hallazgos de la ciencia. Representa el intento, efectuado generalmente por un hombre, de arreglar y coordinar los hechos de la psicología de una manera simple y comprensible. Cuando el sistema o punto de vista de un investigador es aceptado por otros que se encargan de difundirlo, generalmente el resultado es una "escuela" de psicología. No todos los sistemas engendran una escuela, pero éstas siempre profesan lealtad a un sistema. Cuando se pierde esta lealtad, la escuela se desintegra y el sistema debe ser remodelado o sustituido.
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