El sistema climático es complejo, depende de muchas variables que interaccionan, y no resulta fácil determinar qué va a ocurrir. Para hacer proyecciones, pronósticos, en situaciones complejas, los científicos utilizan modelos. Un modelo es una representación simplificada de la realidad.
Los modelos climáticos son programas informáticos en los que los científicos introducen las principales variables que intervienen en el clima (radiación solar, albedo, composición atmosférica...). El modelo se puede utilizar para predecir qué ocurrirá si se incrementa, por ejemplo, el contenido de CO₂ de la atmósfera.
Para valorar la fiabilidad de un modelo, se introducen datos del pasado y se comprueba si predice con suficiente acierto la situación actual y, por tanto, conocida. Si es así, el modelo se considera validado.
1. ¿Qué prevén los modelos climáticos?
Tomando como punto de partida los efectos ya constatados del cambio climáticos, los modelos pronostican, en general, una acentuación de esos impactos. Así:
- La temperatura media global de la Tierra se habrá incrementado a finales del siglo XXI entre 1'4 y 6ºC.
- El nivel del mar al final del siglo estará entre 20 y 80 cm por encima del actual. Muchas zonas costeras quedarán inundadas.
- Los fenómenos meteorológicos extremos se acentuarán. Serán más frecuentes e intensos los huracanes, las sequías, las inundaciones y las olas de calor.
- Efectos ambientales: pérdida de biodiversidad, alteración de los ritmos estacionales de las especies, desaparición de humedales y otros ecosistemas especialmente vulnerables.
- Efectos en la salud, especialmente en países no desarrollados. Enfermedades tropicales, como el paludismo, podrían extenderse a zonas que ahora tienen climas templados.
- Complejidad del sistema climático: En este sistema intervienen muchas variables entre las cuales hay interacciones (algunas de ellas son retroalimentaciones). Por ejemplo, la elevación de temperatura reduce la cubierta de hielo y, en consecuencia, disminuye el albedo, lo cual aumenta la absorción de la radiación solar, que a su vez incrementa de nuevo la temperatura.
- Conocimiento insuficiente: Aún hay procesos que no se conocen suficientemente bien. Por ejemplo, el mecanismo que regula el ascenso de agua en la circulación termohalina.
- Diversidad de escenarios de emisiones: Las estimaciones sobre la población mundial que habrá al final del siglo XXI van desde 6500 a 15000 millones de habitantes. Naturalmente el consumo de combustibles fósiles y otras materias primas no será igual en un caso o en otro. No puede saberse si seremos sensatos y reduciremos el consumo o continuaremos como si nada ocurriese pensando en que ya lo arreglarán la ciencia y la tecnología.
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