1. La deuda externa
El problema económico más grave al que deben enfrentarse cada día los países más pobres es su elevada deuda externa, es decir, el dinero que piden prestado a las instituciones monetarias internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional) o a los bancos extranjeros para financiar sus actividades.
La deuda suele ser tan elevada que dichos países deben dedicar la mayor parte de sus recursos al pago de la misma y de sus intereses, además de a financiar los conflictos y guerras que sufren y con los que alimentan, así, otro negocio lucrativo para los países ricos: el de las armas. Todo ello les impide salir del subdesarrollo en el que se encuentran.
2. Algunas soluciones
Para salir del círculo de pobreza y de la dependencia económica en el que se encuentran los países subdesarrollados se apuntan varias soluciones:
- La condonación de parte o de toda la deuda externa de los países más pobres.
- La aportación, por parte de los países más ricos, de un porcentaje de su PIB para ayudar al desarrollo de los países pobres. Se tiende que sea el 0,7%.
- El comercio justo: un pago justo y suficiente por la explotación de sus recursos naturales, para lograr que ésta sea una actividad viable y equilibrada que no lleve a su agotamiento y esquilmación.
3. Las multinacionales
Las multinacionales son las grandes empresas que no sólo operan en un país, sino que extienden su actividad económica a varias naciones. Son producto de la globalización, de una economía a escala planetaria. A veces, sus decisiones para mejorar sus beneficios pueden generar problemas.
En los países desarrollados:
- La deslocalización: El traslado de las fábricas a países menos desarrollados donde la producción es más barata, lo que provoca desindustrialización y paro en los países que abandonan.
- La contaminación ambiental: Se instalan empresas que fabrican productos contaminantes sin las duras exigencias medioambientales existentes en los países de origen.
- La precariedad en el empleo: Los trabajadores no cuentan con ninguna protección de sus derechos laborales, ni con unas condiciones mínimas de seguridad en el trabajo.
- La sobreexplotación de los recursos: Las empresas explotan los recursos naturales hasta su agotamiento, sin pagar un precio justo por ellos.
La pobreza extrema sigue siendo una realidad cotidiana para más de 1.000 millones de seres humanos que subsisten con menos de 1 dólar por día. El hambre y la malnutrición afectan a más de 800 millones y su alimentación no es suficiente para satisfacer sus necesidades energéticas diarias. En el caso de los niños pequeños, la falta de alimentos puede ser peligrosa, porque retarda su desarrollo físico y mental y pone en peligro su supervivencia. Más de una cuarta parte de los niños menores de 5 años de los países en desarrollo sufren de malnutrición.
Superar la pobreza y el hambre es un objetivo alcanzable. En Asia se han logrado avances: el número de personas que viven con ingresos inferiores a 1 dólar por día se redujo en casi 250 millones entre 1990 y 2001, que fue un período de rápido crecimiento económico. Entre 2001 y 2011, el hambre se redujo en un 25%, en más de treinta países, de los cuales catorce se encuentran en el África subsahariana.
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