Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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viernes, 10 de diciembre de 2010

Padres brillantes, maestros fascinantes

Augusto Cury es un médico psiquiatra brasileño. Ha publicado diferentes libros dirigidos a aquellos que desean mejorar su calidad de vida y su relación con la vida y con los demás. Según afirma en Padres brillantes, maestros fascinantes, muchos fueron los que le pidieron que escribiera sobre la educación. Apoyado en sus conocimientos sobre inteligencia emocional, en su experiencia como padre y en su experiencia tratando a pacientes con difíciles vivencias infantiles y juveniles, nos ofrece este ensayo, con ideas interesantes, para padres y para maestros, que no sólo quieren que sus hijos o alumnos estén preparados, aprendan, sean buenos compañeros, sino que, sobre todo, sean felices, deseen aprender y recuperen las emociones que se transmiten con las historias verdaderamente humanas.
De entre todas sus reflexiones, me quedo con el concepto del síndrome del pensamiento acelerado, esto es, el ritmo mental que tienen nuestros alumnos, que les dificulta seguir el trabajo escolar, ya que éste implica reflexión, silencios, concentración, en definitiva, un ritmo más lento para el que no están acostumbrados.

martes, 7 de diciembre de 2010

Elogio de la lectura y la ficción

Hoy, desde Estocolmo, Vargas Llosa nos ha regalado su discurso de aceptación del Nobel. Lo he escuchado en directo por televisión, y además de emocionarme, me ha llenado de enseñanzas sobre la lectura, la escritura y la literatura:

Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola.