Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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domingo, 31 de marzo de 2019

Hijos de África

1. ¿La especie humana procede del mono?
Quienes formulan la pregunta en estos términos al hablar del mono suelen pensar en el chimpancé o en el gorila, y hacen una interpretación incorrecta del proceso evolutivo.
Homo sapiens no procede del chimpancé actual sino que tiene antepasados comunes con él. También tiene antepasados comunes con el gorila, aunque algo más antiguos, y con el orangután, más antiguos aún.
En realidad, si retrocedemos lo suficiente en el tiempo, encontraremos antepasados comunes en todas las especies actuales.

Comparación del esqueleto de Lucy con una mujer actual
2. El esqueleto de Lucy
El 24 de noviembre de 1974, un grupo de paleoantropólogos encontraba en Afar (Etiopía) el esqueleto de un homínido muy antiguo. En el campamento, ya de noche, hablaban del nombre que le pondrían mientras sonaba una canción de los Beatles, Lucy in the sky with diamonds: entonces decidieron que se llamaría Lucy.
Lucy es el fósil de homínido más conocido. Su nombre científico es Australopithecus afarensis (del griego pithecus, que significa "mono"), su edad es de 3,2 millones de años (M.a.) y hasta hace aproximadamente una década, era el homínido más antiguo conocido.
De sexo femenino y una altura de poco más de un metro, Lucy caminaba erguida y tenía un volumen cerebral de 400 cm³, similar al de los chimpancés; razón por la que que suele calificarse a estos homínidos como "chimpancés bípedos". Su rostro era simiesco, aunque tenía una dentadura proporcionada, con caninos pequeños similares a los del humano moderno.
¿Es Lucy una antepasada de la especie humana actual?, ¿qué relación tiene con los chimpancés?, ¿cómo evolucionaron los homínidos como Homo sapiens?

3. ¿Dónde encajan los humanos en la evolución?
Poco después de la extinción de los dinosaurios, ocurrida hace 65 M.a., se produce una gran diversificación de los mamíferos, entre los que aparecen los primates. Mamíferos caracterizados por tener sus extremidades acabadas en 5 dedos provistos de uñas planas, y los ojos situados en posición frontal.
Los hominoideos son un grupo de primates que incluye a los simios antropomorfos como el orangután, el gorila y los chimpancés, así como a los homínidos representados en la actualidad por una sola especie, Homo sapiens. Entre los homínidos se incluyen también formas fósiles como Homo neanderthalensis o Australopithecus afarensis.
El genoma del humano moderno y el del chimpancé se diferencian sólo en el 1,2%. Es tan poco que algún antropólogo ha dicho que "somos engorrosamente parecidos a los chimpancés". Sin embargo, este pequeño porcentaje es suficiente para caminar erguidos, para dotarnos de un cerebro tres veces mayor, o para disponer de habla articulada y unas funciones cerebrales superiores.
Los linajes de humanos y chimpancés se separaron hace unos 11 M.a. Sin embargo, los estudios genéticos muestran que no se trató de una separación definitiva sino que hubo cruces esporádicos entre ambos linajes hasta hace 6,5 M.a. A partir de esta fecha no volverían a producirse nuevos cruces.
Lucy ha dejado de ser el homínido más antiguo de los que se conocen. Se han descubierto otros como Australopithecus anamensis (4,2 M.a.), e incluso más antiguos, como Ardipithecus (5,5 M.a.) y Orrorin (entre 6 y 7 M.a.), todos ellos en África.
Los límites entre este último y el linaje de los chimpancés es ya muy difícil de establecer. Su inclusión entre los homínidos se basa en que podía caminar erguido, aunque no está claro que lo hiciese de manera habitual, y tenía unos incisivos algo menores que los chimpancés.

4. Antepasados y parientes colaterales
La única especie de homínido viviente es Homo sapiens, a ella pertenecemos todos los humanos actuales. Esto no significa que en cada momento del pasado sólo haya habido una especie de homínidos.

    
En efecto, la datación precisa de los fósiles hallados permite comprobar la existencia de solapamientos entre las edades de diversas especies de homínidos. De manera que la evolución de los homínidos no es una cadena lineal que empieza por Orrorin y Australopithecus para acabar en Homo sapiens, sino que constituye un árbol con muchas ramas laterales, en el que sólo algunas especies son antepasados del humano moderno. Las especies más relacionadas con los humanos actuales son:

  • Homo habilis (hombre diestro). A esta especie pertenecen los primeros fósiles clasificados dentro del género Homo. Vivió en África desde hace 2,5 hasta 1,5 M.a., tenía una capacidad craneal de 600 cm³, y era capaz de fabricar y utilizar herramientas de piedra talladas por un solo lado.
  • Homo ergaster (hombre trabajador). Vivió entre hace 1,8 y 1,2 M.a. Con una capacidad craneal entre 800 y 1.000 cm³, fabricaba herramientas de piedra talladas por ambas caras. A partir de él, probablemente, se originaron dos de las primeras especies de homínidos que se extendieron fuera de África, Homo erectus y Homo antecessor.
  • Homo erectus (hombre erguido). Vivió entre hace 1,7 M.a. y 50.000 años. Era fuerte y robusto, con una capacidad craneal entre 800 y 1.100 cm³. Fue un homínido "explorador". Salió de África y ocupó Asia y Europa Oriental.
  • Homo antecessor (hombre pionero, el que precede a los demás). Vivió entre hace 1,2 M.a. y 300.000 años. Su capacidad craneal era de 1.000 a 1.100 cm³. Se le considera el primer "europeo". En la Sierra de Atapuerca (Burgos) se ha hallado el yacimiento de homínidos más importante de Europa. Los fósiles encontrados tienen una antigüedad entre 800.000 y 400.000 años, aunque puede que estuvieran ya en la península bastante antes, en torno a 1,2 M.a. Para los investigadores de Atapuerca, Homo antecessor sería el antepasado común de las dos últimas especies de homínidos, Homo sapiens y Homo neanderthalensis. Simultáneamente, las poblaciones de Homo antecessor que permanecieron en África evolucionaron hasta dar origen al humano moderno, Homo sapiens.
  • Homo neanderthalensis apareció en Europa hace 300.000 años, extinguiéndose hace 28.000 años. Tenía una capacidad craneal de 1.500 cm³, superior a la de Homo sapiens. Carecía de mentón, su frente era huidiza y, como los homínidos anteriores, el hueso frontal se prolongaba sobre los ojos formando un arco superciliar prominente (toro supraorbital). Tenía gran fortaleza física y era un excelente cazador. Las herramientas que fabricaba hace 300.000 años eran ya avanzadas; sin embargo, 200.000 años después continuaba haciendo las mismas. Los neandertales conocían el fuego, cuidaban de los ancianos y enterraban a sus muertos, tres rasgos de su comportamiento que los acercan mucho al humano moderno.

Comparativa de los cráneos del Homo sapiens (izq.) y el Homo neanderthalensis

5. ¿Cómo encaja el hombre de Flores? 
En la isla de Flores (Indonesia) se ha encontrado un esqueleto casi completo de 18.000 años de antigüedad que ha sido clasificaco como Homo floresiensis.
Se trata de un individuo adulto de un metro de altura y una capacidad craneal de 380 cm³... ¡inferior al de Lucy! Era bípedo. Junto a él se han encontrado herramientas de piedra.
Su origen es muy discutido, podría tratarse de una forma pigmea con microdefalia, pero ¿a partir de qué especie se habría originado? La hipótesis de sus descubridores es que procede de Homo erectus, pero el debate continúa.  

miércoles, 27 de marzo de 2019

El cuerpo nunca miente

Asistí a principios de este mes de marzo a unas jornadas sobre maltrato y abusos sexuales infantiles, organizadas por la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla y las asociaciones Avasis (https://www.avasis.es/) y Redime (http://redime.net/). Esto ha hecho interesarme por este tema espinoso y complejo, y decidí empezar ampliando información con la obra de Alice Miller, autora recomendada en las jornadas. Consultando el catálogo de las Bibliotecas Públicas de Andalucía, vi que eran muchos los libros de Miller disponibles y solicité en primer lugar El cuerpo nunca miente.
El libro es corto y de sencilla lectura, incluso para quienes no tengan conocimientos previos de psicoanálisis. Está dividido en varias partes: prólogo e introducción, que ya recogen las valoraciones principales de la autora respecto al maltrato infantil y las terapias adecuadas; un primer bloque que analiza en breves capítulos la infancia de grandes nombres de la literatura y la filosofía, los cuales vivieron de niños diferentes modos de maltrato y cómo de adultos enfermaron o murieron jóvenes; un segundo bloque centrado en la relación del terapeuta con las víctimas de abusos, entre otras cuestiones; otro bloque más, que nos habla de la anorexia nerviosa y las necesidades de comunicación de quienes la padecen; y un epílogo final a modo de resumen, en el que también Miller añade nuevas ideas acerca de la moralidad.
En el siguiente enlace os dejo un breve resumen, con las principales ideas que he ido recogiendo:
El cuerpo nunca miente - Selección

miércoles, 20 de marzo de 2019

Formas alteradas de conciencia

1. Introducción
Se trata de formas de conciencia distintas, por un lado, del sueño, pero también significativamente diferentes del estado normal de vigilia (detectable mediante EEG por las llamadas ondas beta). Se distinguen los asociados a enfermedades o daños por accidente (tales como el coma o el delirium), de los producidos intencionadamente por hipnosis o técnicas semejantes, o por la ingestión de drogas.

2. Hipnosis y técnicas similares
En el siglo XVIII el médico Franz Mesmer habló de magnetismo animal para referirse a la influencia que un ser vivo puede ejercer sobre otro, hasta el punto de que el primero "atrapa" y controla la voluntad e impulsos del último. Descubrió, además, que ese "magnetismo animal" tiene una utilidad médica evidente para la curación o mejora de enfermos de distintas dolencias. 
Después de Mesmer, el término hipnosis (de "hipnos", en griego "sueño") sustituyó al de "magnetismo animal" y también se sustituyó la interpretación física del fenómeno por una interpretación psicológica, basada en la sugestión. Charcot, Bernheim, Breuer y el mismo Freud en los inicios de su actividad, utilizaron ampliamente la hipnosis en el tratamiento de la histeria. Desde entonces el hipnotismo ha sido estudiado con métodos semejantes a los utilizados en la investigación del sueño: las ondas cerebrales emitidas durante el estado hipnótico, del tipo alpha o theta, se sitúan entre la atención consciente y el sueño profundo; se trata, por tanto de un estado de semiconciencia, intermedio entre la conciencia plena y la inconsciencia total.
Existen diferentes métodos para alcanzar el trance hipnótico: el más usado consiste en concentrar la atención en un único objeto o idea dejando que el resto de estímulos desaparezcan para la conciencia. Aunque todas las personas son hipnotizables en principio, no todas lo son con la mismo facilidad ni en el mismo grado. Existe también la autohipnosis, por la que uno emplea consigo mismo ciertas técnicas hipnóticas, normalmente con efectos anestésicos o para favorecer la concentración exclusiva en alguna tarea.
Contra lo que a veces se piensa o aparece en algunas películas, no está demostrado que la hipnosis regresiva proporcione recuerdos de hechos realmente ocurridos (a veces se trata de falsos recuerdos, creados por efecto de la sugestión), ni tampoco que la persona hipnotizada pueda ser utilizada como un autómata sin voluntad propia.
Similares a la hipnosis son otros trances autoprovocados en situaciones de oración o meditación, como los éxtasis de la mística cristiana o prácticas como el yoga que buscan, mediante la repetición de mantras, alcanzar el perfecto bienestar espiritual.

3. Drogas psicoactivas
Se llaman así las sustancias que ejercen un efecto directo sobre el sistema nervioso central alterando la conciencia de diferentes formas:

 1)  Inhibidores del dolor, como el alcohol y los opiáceos, incluyéndose aquí efectos distintos como la insensibilidad ante el dolor físico (morfina, codeína, etc.) y la huida frente a situaciones o experiencias desagradables (alcohol, cannabis).
 2)  Alucinógenos: Alteran la percepción provocando la aparición de experiencias (imágenes, sonidos, sensaciones, etc.) distintas a las habituales; son alucinógenos el LSD o ácido lisérgico, el peyote o mescalina, algunos hongos, etc.
 3)  Psicoestimulantes: Aumentan la atención y actividad general del cerebro. Los más conocidos son la cafeína, la nicotina, la cocaína y las anfetaminas. El consumo prolongado de estas sustancias suele producir tolerancia (necesidad de una cantidad mayor para producir los mismos efectos) y en algunos casos (como la cocaína) adicción, por lo que siempre hay que saber ponderar los posibles beneficios a corto plazo de su consumo comparándolos con los daños a largo plazo.
 4)  Psicodepresores: Se incluyen aquí medicamentos como los ansiolíticos, antidepresivos y sedantes, que en pequeñas dosis y bajo prescripción médica sirven para el tratamiento de algunos trastornos, pero cuyo uso incontrolado puede provocar adicción y otros efectos secundarios.     

martes, 19 de marzo de 2019

Las nuevas tecnologías de la información y comunicación

Aunque los primeros ordenadores aparecieron entre 1941 y 1946, fue el descubrimiento de la microelectrónica en 1971 lo que revolucionó las tecnologías de la información. En efecto, la aparición de ordenadores de pequeño tamaño, de uso cada vez más fácil, pero de mayor capacidad y potencia, se produjo en 1976 y desde entonces no se ven aún límites a la expansión de los ordenadores personales.

Ed Roberts (1941-2010)
La revolución de la microelectrónica
El advenimiento del microprocesador en 1971, con la capacidad de colocar un ordenador en un chip, cambió de arriba abajo el mundo de la electrónica y, en realidad, el mundo. En 1975, Ed Roberts, un ingeniero que había creado una pequeña compañía de calculadoras, la MITS, en Alburquerque (Nuevo México), construyó una caja de cálculo con el increíble nombre de Altair, por un personaje de la serie de televisión Star Trek que era objeto de admiración de su niña. La máquina era primitiva, pero estaba construida como un ordenador de pequeña escala en torno a un microprocesador. Fue la base para el diseño de Apple I y luego del Apple II, el primer microordenador comercializado con éxito, realizado en el garaje de las casas paternas por dos jóvenes que habían abandonado los estudios, Steve Wozniak y Steve Jobs.
M. Castells, La era de la información. La sociedad red

Por otra parte, a partir de los años setenta se produjeron importantes descubrimientos en el campo de las telecomunicaciones. Desde entonces, a la microelectrónica hay que sumar la capacidad de interconexión entre ordenadores, lo que multiplica enormemente las posibilidades de cada PC.
La combinación de estos avances supuso un cambio importante: a partir de 1990 los ordenadores ya no se utilizan preferentemente para el almacenamiento de datos, sino que se usa su potencial de forma compartida e interactiva en red. Así Internet (World Wide Web) permite enviar y recibir información desde cualquier lugar del mundo a otro aprovechando las líneas telefónicas o mediante satélite. Las posibilidades de buscar, ver o publicar información, de conversar con otros usuarios, realizar compras, intercambiar programas, textos, música o imágenes son tan grandes que por el momento los expertos no aciertan a marcar límites a este proceso.
Sin poner en duda las ventajas que aportan los avances de la microelectrónica y la telemática, hay que reflexionar sobre algunos de los problemas que plantean. Por ejemplo, las bases de datos informatizadas pueden proporcionar bienes y servicios a los ciudadanos, pero también pueden ser utilizadas para controlar muchos aspectos de nuestras vidas y exponernos a abusos por parte de quienes manejan los datos. Asimismo, pueden constituir fuentes de consulta en las que se introduzcan datos falsos o tergiversaciones de la historia. Además, los fraudes cometidos a través de internet crecen día a día, lo que debe activarnos como ciudadanos para demandar un control efectivo de las informaciones y ofertas que nos llegan a través de este medio.
Hemos de considerar que las nuevas tecnologías son medios de comunicación y de tratamiento de la información, lo cual implica que no debemos permitir que se transformen en fines en sí mismos: han de usarse al servicio de la humanidad.

sábado, 16 de marzo de 2019

El estudio de los sueños

Desde los años 30 del siglo XX se ha venido aplicando la técnica del electroencefalograma a personas dormidas, logrando así identificar la existencia de distintas fases del sueño distinguibles entre sí por la frecuencia y magnitud de las ondas cerebrales emitidas. Estas fases se van alternando sucesivamente a lo largo de la noche en varios ciclos de aproximadamente 90 minutos de duración.
En cada uno de estos ciclos completos suele hablarse de cinco fases y dos formas de sueño. Empezando por las últimas, distinguimos entre sueño no-REM (fases del I al IV) y sueño REM. En resumen, las fases del sueño son las siguientes:

1. Fase I, o de transición: de unos pocos minutos de duración, consiste en una distensión de los músculos acompañada de una ralentización de la actividad cerebral. Durante esta fase (que se repite tantas veces como nos despertamos y volvemos a dormirnos durante la noche) el sujeto no llega a sentirse dormido, de tal manera que si tiene que regresar a la actividad despierta no es consciente de haber salido de ella. No obstante, pueden aparecer imágenes hipnagógicas y pensamientos ilógicos no separados claramente de los pensamientos y percepciones de la vigilia. Es posible que tales experiencias, a medio camino entre la percepción y la alucinación, pasen a formar parte de los contenidos almacenados en la memoria, lo que da pie a confundir productos de la imaginación y recuerdos reales.
2. Fase II, o sueño superficial: ocupa aproximadamente la mitad del tiempo total de sueño. La actividad cerebral se ralentiza más, desciende la temperatura y en general la actividad fisiológica.
3. Fase III (transición al sueño profundo) y IV (sueño profundo). Es lo que el sujeto identifica con "dormir bien", sin sueños y con la sensación al despertar de haber descansado de verdad. La actividad corporal se reduce al mínimo, el cerebro apenas responde a estímulos y, si se despierta al durmiente (lo cual suele resultar difícil), éste se siente confuso y desorientado.
4. Sueño REM. "REM" es la sigla de la expresión inglesa rapid eye movement, pues el movimiento rápido del ojo es la característica más fácilmente detectable (por observación externa) de esta forma de sueño; la otra característica, sólo accesible por introspección, es la existencia de contenido onírico, es decir, lo que normalmente llamamos "sueños". Se ha comprobado que, al despertar al sujeto durante el sueño REM, éste reacciona casi siempre (salvo cuando el contenido soñado son experiencias dolorosas o desagradables) con irritabilidad, lo que sugiere una frustración que concuerda con la teoría freudiana del sueño como realización de deseos. Otro dato comprobado que lleva a la misma conclusión es la excitación genital (erección del pene en los varones y erección del clítoris y mayor lubricación vaginal en las mujeres) que se produce durante la actividad onírica, incluso cuando el contenido de la misma no es explícitamente sexual. Asimismo, durante el sueño REM todas las funciones corporales (pulso, tensión arterial, temperatura...), salvo la actividad de los músculos estriados que ejecutan los movimientos voluntarios -que permanece bloqueada-, alcanzan niveles similares a los de la vigilia, lo que contribuye decisivamente a producir la impresión de realidad que acompaña a los sueños.

Representación de las fases del sueño
Normalmente, se asocian las fantasías alucinatorias de los durmientes (sueños) al sueño REM, pero recientes experimentos y la propia experiencia común prueban que pueden darse también durante las otras fases del sueño. Existe, sin embargo, una diferencia en la forma en que salimos de dicha fantasía: al parecer, si el despertar se da durante el sueño no-REM el sujeto se siente optimista y con alta autoestima, al contrario que si se despierta durante el sueño REM (frustración y autoestima baja).
La función del sueño como guardián o protector del descanso, ya apuntada por Freud, ha podido estudiarse en pacientes con el lóbulo parietal dañado, lo que se traduce en una incapacidad de fabricar las imágenes sensoriales a partir de las cuales se elaboran los sueños. Estos enfermos, que no pueden soñar, no son capaces tampoco de alcanzar un sueño de calidad o un auténtico descanso, por lo quenecesitan dormir más tiempo que el resto de las personas.
Ha podido comprobarse, indirectamente, la existencia de sueños en algunas especies animales como gatos y perros, a los que se les extirpa la parte del cerebro que inhibe el tono muscular durante el descanso y así puede vérseles realizar los movimientos (perseguir a una presa imaginaria, jugar con objetos inexistentes, etc.) que supuestamente corresponden a lo que están soñando. De forma similar, también encontramos esta misma movilidad en estado durmiente en personas que padecen el llamado "trastorno del sueño REM", con parte del tronco encefálico dañado y que por ello no pueden inhibir sus movimientos durante el sueño.
Tanto durante la vigilia como durante el sueño REM se alternan ondas de diferente frecuencia, por lo que a la fase REM se le llama también "sueño desincronizado". 

lunes, 11 de marzo de 2019

¿Es la evolución un hecho o una teoría?

"En biología nada tiene sentido si no es a la luz de la evolución", señaló el padre de la teoría sintética T. Dobzhansky. Esta afirmación da una idea de la extraordinaria importancia que se concede a la evolución biológica.
En ocasiones se dice que la evolución es un hecho constatado, pero también se habla de las "teorías" evolutivas. ¿Significa esto que hay discrepancias entre los científicos a la hora de valorar la evolución y su consistencia?
En ciencia, un hecho es algo que está confirmado. Por ejemplo, que la Tierra gira alrededor del Sol. Los hechos deben ser explicados por teorías; éstas pueden hacerlo mejor o peor, pero no pueden negarlos. En cualquier caso, que una teoría no consiga explicar bien un hecho, no anula ni permite cuestionar ese hecho. Así, los científicos podrán explicar bien o mal por qué gira la Tierra alrededor del Sol, pero la Tierra no dejará de girar si la explicación es incorrecta.
Los datos y argumentos que se han aportado a favor de la evolución son tantos y tan concluyentes que la evolución se considera un hecho histórico. Ningún científico actual niega la evolución, no existe al respecto debate alguno en la comunidad científica. Lo que se debate es cómo se ha producido la evolución, es decir, la explicación teórica de este hecho.

 Datos y argumentos a favor de la evolución  
Entre los muchos datos que permiten hablar de la evolución como un hecho histórico se encuentran los proporcionados por:
  • El registro fósil: Los fósiles hallados permiten comprobar que a lo largo de la historia de la Tierra las especies han aparecido y se han extinguido. En ciertos casos ha sido posible reconstruir con detalle el proceso evolutivo seguido. También se han encontrado formas intermedias como Archaeopteryx, un ave con características reptilíneas. Si las aves no hubiesen evolucionado a partir de ciertos reptiles, ¿qué sentido tendría la existencia de especies como Archaeopteryx?
Archaeopteryx tenía plumas y pico como las aves pero también dientes y cola como la de un reptil.
  • La anatomía comparada: El esqueleto de las extremidades anteriores de una persona, un murciélago, un delfín y un ave, a pesar de sus grandes diferencias externas, responden al mismo modelo y están constituidas por las mismas piezas. Es un modelo que todas estas especies han heredado de un antepasado común. ¿Cómo podría explicarse si no fuese así?
  • El desarrollo embrionario: Los embriones de un pez, un reptil, un ave y un mamífero son muy parecidos en sus fases tempranas, aunque más tarde siguen un proceso de diferenciación progresiva. ¿Cómo explicar que los embriones humanos presenten hasta las seis semanas un cola si no es porque nuestros antepasados la tuvieron?
  • La biología molecular: Todos los seres vivos, desde las bacterias a la especie humana, están constituidos por los mismos elementos químicos (principalmente, carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno). Todos ellos construyen sus proteínas con los mismos 20 aminoácidos siguiendo idénticos procedimientos, y lo hacen gracias a las instrucciones proporcionadas por el mismo tipo de molécula, el ADN. ¿Pueden explicarse estas similitudes sin asumir un origen común? Y, ¿cómo explicar que las diferencias entre el ADN de dos especies se reduzcan a medida que se aproximan evolutivamente?

domingo, 10 de marzo de 2019

Jung y el inconsciente colectivo

Carl Gustav Jung (1875-1961) fue uno de los primeros discípulos y colaboradores de Freud, pero también uno de los primeros en abandonar la ortodoxia del psicoanálisis freudiano. En el momento de su separación personal e ideológica, la diferencia entre Freud y Jung se refería a la primacía de la sexualidad frente al instinto de autoconservación o al contrario. Para Jung, el bebé no succiona el pecho materno porque obtenga placer sexual, sino porque es su fuente de alimentación (que además obtenga placer, aunque sea cierto, es secundario). De la misma forma, la unión del niño con su madre no es tanto erótica como nutritiva.
En consecuencia, Jung reinterpreta, sin negarlo, el Complejo de Edipo: la figura materna concreta es encarnación de la madre universal, que significa la fuente de la vida, materia (de "madre") o naturaleza, y también lo inconsciente (especie de útero de donde nace la conciencia y la individualidad). La atracción que la madre ejerce sobre el niño no es sino una llamada a entrar en comunión con la naturaleza, la divinidad o su propio inconsciente; llamada que, sólo cuando es mal entendida, da lugar al deseo incestuoso.
Otra diferencia con Freud: Jung no considera la sexualidad como el referente último de la práctica totalidad de los procesos de simbolización ejercidos por la mente inconsciente. Al contrario, desde la antigüedad, el hombre ha entendido la función sexual como fuente de significados que remiten a la totalidad del cosmos y al mundo de lo sagrado.
A Freud se le ha acusado de mantener frente a los símbolos una interpretación reduccionista, como si sólo pudieran "traducirse" de una manera. Jung, por el contrario, mantiene que lo propio del símbolo es contener en sí multitud de significados: toda traducción (en términos sexuales o de otro tipo) es un empobrecimiento del símbolo.
Profundizando en la realidad del inconsciente, llega un momento en que pasamos de los contenidos inconscientes referidos a nuestra historia personal a un nivel en que accedemos a los símbolos e imágenes comunes a toda la humanidad. A esto se refiere la expresión inconsciente colectivo. Del inconsciente colectivo forman parte los arquetipos, definidos por Jung como "las grandes imágenes primordiales", heredadas de generación en generación, a partir de las que cada hombre entiende su lugar en el mundo. La idea de Dios, por ejemplo, es un arquetipo (lo cual no dice nada ni a favor ni en contra de su existencia), como también lo son la madre, el héroe niño, el sabio anciano, la serpiente-dragón, etc.
Los sueños no son sólo, ni en primer lugar, realizaciones de deseos, sino autorrepresentaciones simbólicas del propio sujeto que pueden contener advertencias, recuerdos, juicios morales o deseos. En los sueños individuales de personas de culturas diferentes, como también las creaciones artísticas y los mitos (que son como sueños colectivos), se repiten los mismos arquetipos. Reconocerlos es vital para entender el significado de los sueños, que es una de las principales formas de conocerse uno a sí mismo. 

martes, 5 de marzo de 2019

La experimentación con animales

La relación de los seres humanos con los animales tiene un doble sentido. Por una parte, en cuanto animales salvajes, representan un posible peligro, puesto que podemos ser agredidos por ellos. Así, es razonable sentir miedo ante un tigre o un alacrán y poner los medios para no ser atacados. Por otra parte, en cuanto animales domésticos, nos resultan útiles para obtener alimentos, como carne, leche, huevos, etc., y otros productos, como lana, cuero o pieles. También son beneficiosos en muchos casos como "animales de compañía".

Algunos motivos para proteger a los animales
La protección animal parte de intereses humanos: a) el motivo económico de conservar un bien y aumentar su rendimiento; b) el motivo social de proteger los sentimientos de aquellos que se escandalizan con la tortura infligida a los animales; c) el motivo pedagógico de combatir el embrutecimiento general (posición, por ejemplo, de Kant), que va más allá y llega al d) motivo de protección ambiental de proteger la diversidad de especies, y finalmente e) el motivo moral de proteger al animal en cuanto tal (protección animal ética).
O. Höffe, Diccionario de ética

1. Los animales de laboratorio
La necesidad de experimentar para comprobar las hipótesis científicas en algunas áreas de conocimiento ha hecho aparecer otra forma en la que los animales pueden ser útiles a las personas: como animales de laboratorio. Esto ha ocurrido en ciencias como la biología, la medicina, algunos aspectos de la psicología, y también en algunas industrias, especialmente las dedicadas a fabricar medicamentos y productos cosméticos. Así, cuando se trata de averiguar posibles efectos desconocidos de un nuevo medicamento, de una nueva técnica quirúrgica o de una crema para la piel, se realizan primero ensayos en animales, antes de pasar a aplicarlos a seres humanos.

Como esta práctica se ha generalizado, y en algunos casos se han cometido excesos, muchas personas se oponen a que se realicen ensayos en animales, aun a costa de perder los beneficios que se pudieran obtener. Entienden que la utilidad no es una razón suficiente que justifique los sufrimientos de los animales en los ensayos de laboratorio. Añaden que hacer sufrir a los animales sin una razón justificada es más bien signo de barbarie que de civilización y progreso.
En el otro extremo se encuentran quienes entienden que el ser humano es superior a los animales y puede disponer de ellos para sacar el máximo beneficio posible.
Estas dos posturas coinciden en que, siempre que sea posible, se debe evitar el sufrimiento innecesario de cualquier animal.

2. ¿Máquinas biológicas?
René Descartes, filósofo del siglo XVII, continuando con una tradición más antigua, entendió que los seres humanos están compuestos de dos realidades: una material, el cuerpo, y otra espiritual, el alma. Ésta se encarga de realizar las funciones intelectuales superiores, como pensar, querer, amar, imaginar y sentir. El cuerpo no es más que un conjunto de órganos que tienen un funcionamiento mecánico y, en algunos casos, independiente del alma, aunque la relación entre ambos sea muy estrecha. Como el alma es de naturaleza racional y no cabe pensar que los animales la posean, Descartes concluye que los animales, al igual que el cuerpo humano, no son más que máquinas muy perfeccionadas y complejas, carentes de facultades superiores, incluida la de sentir. Esta concepción abrió el camino de la experimentación con animales y también contribuyó a desarrollar los estudios anatómicos en cadáveres humanos, pues en ambos casos no se trataba más que de máquinas.    

lunes, 4 de marzo de 2019

El inconsciente arcaico

Como si fuera el trastero de una casa, el inconsciente es el lugar donde se almacenan los contenidos mentales que estorban y molestan. Pero los procesos mentales reprimidos fueron primero conscientes y después, al ser reprimidos, se volvieron inconscientes. Cabe preguntarse entonces si antes de la primera represión la mente inconsciente no existía, o estaba vacía. Freud se inclina a pensar que existe un núcleo primitivo anterior a la represión que actúa como un imán que atrae a los contenidos reprimidos. Además, la presencia de un simbolismo universal que aparece tanto en sueños como en mitos de culturas muy diferentes lleva a pensar en la existencia de un fondo común que difícilmente podría explicarse como el resultado de procesos individuales de represión.
Lo que llama la atención es la casi omnipresencia del complejo de Edipo, decisivo en la formación de la personalidad y que tanto el psicoanálisis como la mitología entienden como un acontecimiento inevitable: tan inevitable como el propio destino, expresado en el mito en forma de oráculo. Las diferentes experiencias individuales son absorbidas por una experiencia común, que tal vez sea el recuerdo de algo ocurrido al principio de la historia a nuestros antepasados, mitad simios y mitad hombres.
Freud imagina una situación, en tiempos prehistóricos, en la que el jefe de la horda acaparaba para sí todas las hembras y mantenía sometidos a los machos jóvenes (sus propios hijos) empleando a veces castigos tan brutales como la castración. Los hijos rebeldes fueron expulsados del grupo, pero volvieron y entre todos mataron al padre y devoraron su cadáver.


Poco tiempo después, se sintieron culpables e intentaron reconciliarse con el padre muerto, para lo cual primero tuvieron que sustituirlo por algo que lo representara, un animal fuerte como él (tótem: animal o vegetal con la que los miembros de un clan mantienen una relación simbólica de parentesco). Repitieron ritualmente, en la figura del tótem y bajo la forma de sacrificio, el asesinato y banquete originario, con lo que aumentó su identificación con el padre muerto. Se dieron a sí mismos los mandamientos que antes recibían del padre: no matar y no cometer incesto.
Esta historia se repite en cada individuo: primero desea a la madre y odia al padre, después teme su castigo, finalmente se identifica con él e internaliza su figura convirtiéndose en su propio castigador mediante el sentimiento de culpa.

viernes, 1 de marzo de 2019

Cómo se originan nuevas especies

Todos los seres vivos de este planeta, con su extraordinaria diversidad, proceden de un único ancestro común. Si esto es así, la evolución no sólo debe explicar cómo cambia una especie y se transforma en otra, sino también cómo a partir de una especie pueden formarse dos o más y así sucesivamente hasta poder alcanzar la biodiversidad actual.
El proceso por el que a partir de una especie se forman dos o más se denomina especiación y puede ocurrir así:
  • Dos poblaciones de la misma especie quedan separadas por una barrera geográfica, como el mar o una alta cordillera (aislamiento geográfico). Una de ellas, por ejemplo, emigra a una isla mientras la otra se queda en el continente.
  • Las dos poblaciones siguen una evolución independiente. En cada una de ellas se producirán mutaciones. Como el número de genes es muy alto (25.000 en la especie humana, por ejemplo) y las mutaciones ocurren al azar, serán diferentes en ambas poblaciones.
  • La acumulación de diferencias entre ambas poblaciones y la selección natural terminarán por originar dos especies distintas.
Entendemos que dos poblaciones pertenecen a especies diferentes si no son interfecundas, de manera que los cruces entre individuos de una y otra población no tienen descendencia o ésta es estéril. Se dice, entonces, que entre ambas poblaciones hay aislamiento reproductivo.
El aislamiento geográfico es una de las circunstancias que pueden causar la especiación, pero no es la única. Cualquier proceso que interrumpa de manera continua el cruce entre los individuos de una población y los de otras de su especie puede ser causa de especiación. Por ejemplo, que en una especie de hábitos diurnos, una población pase a tener costumbres nocturnas.
El aislamiento reproductivo es el criterio que se utiliza para decidir si dos poblaciones actuales son, o no, de la misma especie. Sin embargo, este criterio ofrece grandes dificultades de aplicación en el caso de especies fósiles, y resulta de imposible uso en aquellos organismos que sólo tienen reproducción asexual.