Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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viernes, 18 de noviembre de 2022

Cerebro masculino y femenino

Pocos negarían que los hombres y las mujeres difieren físicamente: si bien abundan las féminas altas y musculosas, los varones son, en promedio, más altos y tienen una fuerza de agarre mucho mayor. Sin embargo, muchas personas, incluidos algunos psicólogos, argumentan que su encéfalo y su comportamiento no reflejan diferencias significativas. Las evidencias científicas apuntan lo contrario.

Las mujeres tienden a tener un comportamiento más altruista y puntúan más alto en ciertas medidas de empatía. Los hombres, en promedio, se manejan mejor en tareas en las que rotan mentalmente un objeto, mientras que las mujeres pueden recordar mejor la ubicación de los objetos. Los teóricos evolucionistas postulan que las diferencias sexuales surgieron porque los homínidos masculinos y femeninos se enfrentaron a diferentes presiones reproductivas y de supervivencia.

Los varones, por otra parte, son mucho más propensos a ser diagnosticados con un trastorno del espectro autista, por ejemplo, mientras que las tasas de trastornos del estado de ánimo y alzhéimer son más altas entre las mujeres. Estas diferencias pueden tener implicaciones importantes para comprender y tratar los problemas mentales. Una revisión reciente sobre cómo nos influye el sexo en la vulnerabilidad al estrés examinó los hallazgos en humanos y animales no humanos a nivel molecular y de conducta. Entre sus conclusiones, se demostró que "los niños y las niñas, en particular los adolescentes, respondían de manera diferente al trastorno de estrés postraumático. Las chicas tenían síntomas de internalización, como la autoculpa, y los chicos tendían más a comportamientos de externalización", señala la coautora y neurocientífica Georgia Hodes, del Virginia Tech (EEUU). Podría ser útil, dice, que los adultos reconozcan que los mismos trastornos pueden producir síntomas considerablemente diferentes.

Por otra parte, estas distinciones pueden ser importantes en el desarrollo de medicamentos, recalca Hodes: algunos estudios muestran que un fármaco probado en animales machos no necesariamente funcionará para las hembras.

"Nadie está diciendo que los hombres y las mujeres sean completamente diferentes. Probablemente, hay más similitudes que diferencias. Pero debemos comprender estas diferencias. Creo que se vuelve especialmente importante cuando lo que se intenta es desarrollar mejores tratamientos", opina la experta.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Vacas, cerdos, guerras y brujas

Autor: MARVIN HARRIS (1927-2001)

Antropólogo estadounidense. Estudió en la Universidad de Columbia (New York), donde posteriormente también fue profesor (1953-1980), dirigiendo el departamento de antropología desde 1966 a 1969. Realizó trabajo de campo en Brasil, Ecuador, Mozambique, India y en el East Harlem de New York. En 1981 se unió al Departamento de Antropología de la Universidad de Florida como profesor y se retiró en 2000.

Título original: Cows, Pigs, Wars and Witches: The Riddles of Culture
Traducción de Juan Oliver Sánchez-Fernández
Edición original: 1974
Primera edición española: 1980
Séptima reimpresión en 2020
Publicado en Madrid por Alianza Editorial 

Relación de contenidos principales:
1) La madre vaca
2) Porcofilia y porcofobia
3) La guerra primitiva
4) El macho salvaje
5) El potlatch
6) El cargo fantasma
7) Mesías
8) El secreto del Príncipe de la Paz
9) Escobas y aquelarres
10) La gran locura de las brujas
11) El retorno de las brujas

El propósito de este trabajo es reflexionar sobre las verdaderas causas materiales que se ocultan tras la aparente irracionalidad de diversos estilos de vida.

Ideas seleccionadas: 

- El cristianismo ya ha intentado realizar una revolución mediante la conciencia durante 2.000 años. ¿Quién negará que la conciencia cristiana pudo haber cambiado el mundo? Sin embargo, fue el mundo quien cambió la conciencia cristiana.

- La reflexión filosófica de que la pobreza es, después de todo, un estado mental siempre ha sido fuente de confort para los que no son pobres. La conveniencia de este tipo de política para los que ya poseen riqueza y poder debe ser evidente.

- No se puede hacer una revolución si cada uno hace lo que le da la gana. Para hacer una revolución todos deben realizar la misma cosa.

- Los gurús de la contracultura no pueden detener o aminorar el progreso de la tecnología, pero pueden aumentar el nivel de la confusión popular en lo que atañe a los modos en que se ha de desarrollar esta tecnología para reducir, en lugar de intensificar, las injusticias y la explotación, a los modos en que se ha de desarrollar para que sirva a fines humanos y constructivos en lugar de sembrar terror y destrucción.


Comprado en julio de 2021 en casadellibro.com por 11'68€.

martes, 8 de noviembre de 2022

La inteligencia que aprende

Autores:
José Antonio Marina
Filósofo y pedagogo español
Carmen Pellicer
Teóloga y pedagoga española

Primera edición: 2015
Publicado en Madrid por Editorial Santillana

Relación de contenidos principales del libro:
1) Descripción de las funciones ejecutivas
2) Didáctica de las funciones ejecutivas
  • La activación de la energía
  • La atención y la gestión de la energía
  • La gestión de la motivación
  • La gestión de las emociones
  • El control de la impulsividad
  • Proyectar: Elección de metas y planificación
  • El inicio de la acción y su organización
  • El mantenimiento de la acción y del esfuerzo
  • La flexibilidad
  • La memoria
  • La metacognición 

Ideas seleccionadas:

- La psicología se ha fragmentado en una serie de propuestas difíciles de coordinar: inteligencias múltiples, hábitos de pensamiento, modelos de educación emocional, teorías conductuales, cognitivas o mixtas, múltiples teorías de la motivación… Ante semejante orgía conceptual y metodológica, muchos docentes sienten la tentación de replegarse en los procedimientos de toda la vida y poner a sus alumnos a salvo de vaivenes y modas. 
- La Teoría Ejecutiva de la Inteligencia (TEI) resulta ser el modelo más integrador y completo de que disponemos. Está fundada en rigurosas evidencias científicas y tiene una inmediata aplicación en la escuela. Además, es una teoría optimista, que cree en la perfectibilidad humana. 
- La función principal de la inteligencia es dirigir la acción o dirigir el comportamiento para resolver los problemas que plantea una situación. Para ello, maneja información, y articula motivaciones y emociones. Por eso, la inteligencia es esencialmente práctica y sólo se convierte en teórica cuando elige como fin de su actividad el conocimiento teórico.

- La evolución ha organizado la inteligencia humana en dos niveles. El más básico, que compartimos con los animales, está compuesto de una serie de mecanismos neuronales, esquemas musculares y guiones emocionales, que denominamos inteligencia generadora. Está manejando continuamente información, pero sólo una pequeña parte pasa a estado consciente. En cambio, llamamos inteligencia ejecutiva a los mecanismos con los que evaluamos las ocurrencias que fluyen a nuestra conciencia, las comparamos con nuestros criterios de evaluación, fijamos nuestras metas e intentamos dirigir la acción hacia ellas.

- La autogestión se lleva a cabo mediante la colaboración de una serie de funciones, a las que llamamos funciones ejecutivas. Éstas se encuentran conectadas pero tienen cierta independencia. Las principales son: la inhibición del impulso, la dirección de la atención, la gestión de la motivación y de las emociones, la elección de metas, el mantenimiento del esfuerzo, la metacognición, etc. En fin, la vida misma. 




domingo, 6 de noviembre de 2022

10.000 horas de práctica

 


La práctica deliberada por sí sola no te convertirá en un experto.

Practica cualquier cosa: tocar la flauta, resolver ecuaciones, escribir con fluidez... y podrás mejorar. Para ser el número uno, ensayar es indispensable. Pero eso no significa que la práctica extensa y enfocada en sí misma sortee la brecha entre aquellos que son simplemente buenos al algo y aquellos que son realmente grandes.

En 1993, el psicólogo de la Universidad Estatal de Florida K. Anders Ericsson y sus colegas llevaron a cabo un estudio en el que se pidió a los estudiantes de violín, que fueron clasificados en tres niveles, una estimación de cuánta práctica habían acumulado hasta ese momento. Para el nivel más alto de violinistas, la estimación promedio, a la edad de veinte años, fue de aproximadamente 10.000 horas, más alta que los promedios de los dos grupos más bajos. Ese y otros estudios se han citado como evidencia del papel que la práctica deliberada juega en el éxito. De hecho, los investigadores sugirieron que esta teoría explicaba "los principales hechos sobre la naturaleza y la escasez de un rendimiento excepcional", sin depender de la capacidad innata.

"Las características que antes se creía que reflejaban el talento innato son, en realidad, el resultado de una práctica intensa que se extendió por un mínimo de diez años", apuntaban. Más de una década después, en su best seller de 2008, Outliers, el periodista Malcolm Gladwell resumió el trabajo de Ericsson y acuñó la regla de las 10.000 horas, y declaró esta cifra como "el número mágico de la excelencia".

Sin embargo, más tarde, el propio Ericsson expresó sus recelos ante la idea de que una cierta cantidad de práctica convierte automáticamente a alguien en un experto. "Es una visión popularizada pero simplista de nuestro trabajo que circula en internet", afirmó. Además, la idea ha sido echada por tierra por investigaciones recientes. En un metaanálisis de 2014, la psicóloga Brooke Macnamara y sus colegas examinaron más de ochenta estudios de rendimiento en dominios que incluían el deporte, la música y la educación. Descubrieron que echarle horas a ensayar representaba, como máximo, alrededor de una cuarta parte de las diferencias de desempeño. En un artículo posterior, informaron que entre los atletas clasificados como élite, la práctica explicaba sólo alrededor del 1% de la variación en el rendimiento.

"Cuando se observan las diferencias de maestría entre individuos, el entrenamiento casi siempre es importante, pero no lo explica todo", recalca Macnamara, en la actualidad investigadora en la Universidad Case de la Reserva Occidental (EEUU). Como ejemplo, señala un estudio de jugadores de ajedrez, donde algunos se clasificaron para un título de la Federación Mundial después de tan solo 3.000 horas de práctica, mientras que otros requirieron más de 20.000 horas.

Además del tiempo que le dediques, "la inteligencia parece ser importante", según dice Macnamara. "También lo es la edad a la que empiezas, el tipo de entrenamiento, si tienes entrenador o no, y tu capacidad de memoria de trabajo. Influyen pues varios factores". Por eso, una hora de práctica no necesariamente dará como resultado la misma cantidad de ganancia para dos atletas o músicos diferentes.