Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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miércoles, 27 de septiembre de 2017

La vida afectiva

En el desarrollo personal del ser humano ocupa un lugar de gran importancia su vida afectiva.
Desde nuestro nacimiento, vivimos experiencias y nos relacionamos con personas a las que vamos ligando emociones y afectos. Esas personas (familia, amigos, profesores, etc.) ejercen una gran influencia sobre nosotros y constituyen nuestro entorno afectivo.

1. La relación con la familia




La familia es nuestro primer espacio de convivencia y de adquisición de valores morales. Algunos de ellos son el sentido de la autoridad, los roles sociales básicos, el valor del trabajo y de la responsabilidad, el reparto de las tareas domésticas, el cariño y el afecto, el altruismo, la generosidad y la solidaridad. También podemos aprender valores negativos como el uso de la violencia física y verbal, el egoísmo, la falta de respeto y cariño, etc.
La convivencia con nuestros padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, etc., es la base de nuestras relaciones futuras. Así, establecer una relación con nuestra familia basada en el afecto, el diálogo y la comprensión es muy importante para tener una vida buena.
La ética nos puede ayudar, a partir de lo que nos aporta el entorno familiar, a adquirir una sensibilidad moral que nos convierta en buenos ciudadanos. En este sentido, la familia es nuestra primera y quizá más importante escuela de ciudadanía, aunque no la única.

2. Las relaciones de amistad y amor
Otros ámbitos de desarrollo de nuestra capacidad afectiva y de adquisición de valores morales y cívicos son los amigos y la pareja.
  • Los amigos son nuestro segundo grupo de referencia después de la familia. Ejercen sobre nosotros una influencia decisiva aprobando o desaprobando nuestra conducta. En muchos casos, conviene tener en cuenta su opinión, pero cuando su influencia aumenta en exceso o creemos que puede perjudicarnos, debemos proponernos actuar por nosotros mismos, siguiendo nuestro propio criterio.
  • La pareja es también de gran importancia en nuestra vida afectiva. Con ella compartimos gran parte de las actitudes y valores que orientan nuestra conducta y el proyecto fundamental de vida. Por ello, la elección de la persona que compartirá tanto con nosotros es uno de los aspectos más importantes para ser feliz y llevar una vida buena. El amor nos puede hacer felices pero también desgraciados, en caso de que la persona amada no nos corresponda o no comparta con nosotros el proyecto fundamental de vida.
3. El proceso de socialización
Se llama proceso de socialización aquel por el que vamos interiorizando las formas de comportamiento, así como las actitudes, valores y normas del entorno social. Se lleva a cabo mediante los que se conoce como "agentes de socialización", entre los que destacan la familia, la escuela, los medios de comunicación o el grupo de amigos.   

domingo, 24 de septiembre de 2017

Evolución biológica del sistema nervioso

El cerebro humano es una estructura sumamente compleja que no aparece perfectamente acabada en un momento dado de la historia biológica, sino que es preparada por estructuras más simples a lo largo de muchos siglos de evoluación. Repasemos algunos hitos de este proceso.

 1  En las plantas y animales más simples (protozoos, esponjas) no se puede hablar de sistema nervioso, únicamente de una cierta capacidad de reaccionar frente al ambiente con una finalidad supervivencial: es el caso de los tropismos (giros o crecimiento orientados) de las plantas o los movimientos destinados a capturar alimento o provocados por algún cambio en las condiciones del medio (calor, humedad, etc.). Se trata de una forma de reactividad puramente química, que no necesita un tejido especializado como el nervioso para provocar la reacción del organismo. Un ejemplo: los paramecios, protozoos que se desplazan por el agua utilizando cilios como si fueran los remos de una barca; cuando un paramecio tropieza con un obstáculo se paralizan los cilios que están a uno de los lados de la membrana, mientras que los del otro lado continúan moviéndose; se produce así un cambio en la dirección del movimiento y, en consecuencia, la evitación del obstáculo.
 2  La primera y más rudimentaria forma de sistema nervioso aparece en animales como las medusas y otros celentéreos (hidras, anémonas, etc.): existe una coordinación de los movimientos del organismo entero que se realiza a través de células sensitivas dispuestas en forma de red. Aunque no hay ningún centro de control (no hay células nerviosas que "manden" y otras que "obedezcan"), la simple interconexión entre las distintas partes hace que éstas reacciones de forma unitaria. 
 3  Los equinodermos (estrella, erizo de mar) representan un avance sobre los celentéreos en cuanto que aparecen acumulaciones de células nerviosas (ganglios) como centros de control de la actividad nerviosas. Estos ganglios, aunque conectados, son relativamente autónomos entre sí: no existe una coordinación central que unifique las respuestas del organismo entero (por eso, a partir de un brazo de una estrella puede formarse de nuevo la estrella entera).
 4  El primer esbozo de esta coordinación central aparece en unos gusanos acuáticos llamados turbelarios o planarias: además de tener ganglios distribuidos por el cuerpo formando una figura semejante a una escalera de cuerda, dos de estos ganglios situados en la cabeza se ensanchan dando lugar a un rudimentario cerebro doble. Junto a ellos aparecen células sensibles a la luz que podemos interpretar como un sentido de la vista apenas esbozado. Hay que destacar que, si estos gusanos son los primeros animales en los que podemos encontrar algo parecido al cerebro, también son los primeros capaces de aprender: cuando un mismo estímulo se repite varias veces sin que produzca efecto alguno, el animal deja de reaccionar ante él. Esto significa, asimismo, una cierta capacidad de recordar (memoria), pues de otra forma no podría equipararse el estímulo presente al estímulo pasado que no representó ningún peligro. Estamos ante un aprendizaje negativo (se aprende a "no hacer") y todavía muy simple, pero aprendizaje al fin y al cabo. Estos mismos gusanos presentan también otra forma de aprendizaje, más complejo que la mera habituación, que consiste en aprender a reaccionar ante un estímulo que en principio no provoca dicha reacción: el gusano se encoge al recibir una descarga eléctrica, pero, si dicha descarga se asocia a una luz cierto número de veces, terminará encogiéndose también cuando se presente la luz sin la descarga. Se trata, por tanto, del animal capaz de condicionamiento que ocupa un lugar más bajo en la escala evolutiva.
 5  Los artrópodos (insectos, crustáceos, arácnidos, etc.) presentan un mayor desarrollo del cerebro, situado en la cabeza, a la vez que un sistema ganglionar que recorre el cuerpo formando anillos alrededor del tubo digestivo-respiratorio. En los moluscos, esta misma organización cerebro-ganglio-anular evoluciona en distintas direcciones, y en alguna de ellas (cefalópodos como el pulpo) el cerebro alcanza una complejidad que no desmerece frente a la que encontraremos en los vertebrados. Hay que destacar que los pulpos son los invertebrados capaces de aprendizajes más complejos y pueden ser amaestrados para que realicen tareas como abrir botes o encontrar la salida de un laberinto.
 6  El siguiente paso evolutivo es la sustitución de los anillos ganglionares por un único eje nervioso, al cual llegan las aferencias de los receptores sensoriales y del cual parten las eferencias dirigidas a los músculos y vísceras, que consiste básicamente en un cordón que recorre la espalda y que se ensancha en uno de sus extremos en la cabeza formando el cerebro. Esta solución, que aparece por primera vez en un animal con aspecto de gusano pero más semejante estructuralmente a los peces llamado amphioxus, se generaliza en los vertebrados.
 7  El eje cerebro-médula es, en su parte posterior, básicamente igual en todos los vertebrados: las diferencias se hallan en el cerebro. Éste es, en su origen, un triple ensanchamiento en la terminación de la médula: en los vertebrados inferiores (peces, anfibios, reptiles) se conserva la disposición lineal de las tres partes del cerebro (posterior, medio y anterior: rombencéfalo, mesencéfalo y prosencéfalo, respectivamente), mientras que en las aves y mamíferos estas tres partes aparecen plegadas unas sobre otras. En los mamíferos, el cerebro anterior se desarrolla extraordinariamente dando lugar a la corteza cerebral, que cubre las otras partes que quedan formando un cerebro primitivo oculto en el interior de la corteza.


domingo, 10 de septiembre de 2017

La vida como proyecto personal

La vida no discurre como un río, sino como una narración. Acto a acto contamos nuestra historia y en cada instante tenemos que decidir la frase que escribiremos a continuación, el proyecto, el argumento, el estilo.
José Antonio Marina, Ética para náufragos

1. El proyecto fundamental de vida
Nuestra vida se construye día a día, momento a momento. Se trata de un quehacer que implica una continua anticipación e invención de nosotros mismos. Sin embargo, debemos plantearnos seriamente a dónde queremos llegar, porque sólo así podremos planificar y establecer los pasos necesarios que nos lleven a realizar nuestro deseo. El ser humano no debe decidir su futuro arbitrariamente, sino conforme a un proyecto fundamental que dé sentido a su vida.
A lo largo de nuestro desarrollo como personas adoptamos unos comportamientos, actitudes y valores que orientan nuestra conducta y elegimos un proyecto de vida. Sin embargo, estas decisiones no son inamovibles: las consecuencias de nuestra conducta nos llevan a reflexionar desde la ética acerca de aquello que motivó esa conducta y a reforzar, matizar o cambiar en parte nuestro proyecto de vida inicial.
Esta reflexión desde la ética acerca de los criterios en que se basa nuestra conducta, y que nos lleva a elegir un proyecto propio de vida, es lo que hace que nuestro proyecto fundamental sea un proyecto ético.

2. La vida buena
La vida buena consiste en:
  • Actuar de acuerdo con los comportamientos, actitudes y valores que hemos adoptado gracias a la reflexión ética y la experiencia de la vida a lo largo de nuestro proceso de maduración.
  • Elegir entre todas las posibilidades que la vida nos presenta la mejor para realizar nuestro proyecto fundamental de vida. Si elegimos mal llegaremos obligatoriamente a un lugar que no deseamos (si mato, me hago asesino; si robo, un ladrón) y no llevaremos una vida buena. 
Debemos plantearnos seriamente a dónde queremos llegar, porque sólo así podremos planificar y establecer los pasos necesarios que nos lleven a la realización personal.
 
3. La realización personal
Una vida buena nos lleva a la realización personal.
Nos realizamos personalmente cuando logramos descubrir nuestro ideal de vida y cuando conseguimos poner en práctica nuestro particular modo de vivir bien, alcanzando las metas que nos habíamos propuesto.
A la realización personal se puede llegar de muchas formas. Cada individuo decide su propia vida y consigue realizarse personalmente a su manera de acuerdo con unas circunstancias concretas del mundo que le ha tocado vivir. De hecho, el entorno social condiciona en buena medida la forma en que las personas se realizan.      

domingo, 3 de septiembre de 2017

La situación de la psicología en la actualidad

1. Especialidades
Desde sus inicios, las investigaciones en psicología se han dirigido a una serie de temas (percepción, pensamiento, personalidad...) que han ido dando lugar a unas especialidades. También casi desde sus inicios, los psicólogos han distinguido entre la ciencia como tal y sus aplicaciones prácticas. La especialización en psicología ha existido siempre, pero desde finales del siglo XX no dejan de multiplicarse los nuevos campos de estudio: la Asociación Americana de Psicología (APA) cuenta con 56 divisiones, que en conjunto ofrecen la imagen de un "paraguas" que cubre subdisciplinas temática y metodológicamente muy diferentes entre sí. En principio, podemos clasificar las diferentes ramas de la psicología en dos grandes conjuntos: la psicología teórica (o básica) y la psicología aplicada.

1.1. Psicología teórica
Comprende los diferentes campos de conocimiento que han sido objeto de interés de los psicólogos: psicología general, psicología evolutiva o del desarrollo, psicología del aprendizaje, psicología de la personalidad, psicobiología (hoy más conocida como neurociencia), psicología diferencial, psicología social, psicología de la cultura y el arte, etc.

1.2. Psicología aplicada
Incluye campos (familia, profesión, educación, trastornos mentales, etc.) en los que el trabajo del psicólogo puede resultar útil para el funcionamiento de las instituciones y adaptación de los individuos a sus condiciones de vida y trabajo. Distinguimos de esta forma especialidades como la orientación familiar, educativa y profesional, la psicología clínica, la psicología del trabajo y las organizaciones, y las asesorías psicológicas en diferentes terrenos (policía, justicia, ejército, deporte, etc.).
  • Psicología general: Estudio teórico de los procesos psicológicos básicos (percepción, memoria, pensamiento, emoción, etc.).
  • Psicología evolutiva: Estudio teórico del proceso de desarrollo desde el nacimiento a la vida adulta.
  • Psicobiología: Estudio de las bases biológicas de la conducta y los procesos mentales.
  • Neurociencia: Otra denominación para la psicobiología, que atiende sobre todo al estudio del sistema nervioso.
  • Psicología diferencial: Estudio de las diferencias individuales entre los sujetos, determinadas principalmente por medio de test.
  • Psicología social: Estudio de la influencia de los grupos y situaciones sociales en los procesos mentales y conductuales.
  • Psicología clínica: Estudio y tratamiento de los trastornos mentales.
2. La psicología en el siglo XXI

Durante buena parte del siglo XX, la psicología estuvo dividida en escuelas teóricas en competencia. Cruzar las líneas teóricas se consideraba una herejía intelectual. En la actualidad, los psicólogos son más flexibles al considerar los méritos de los nuevos enfoques, combinar elementos de diferentes perspectivas según lo demanden sus intereses o hallazgos de investigación; además, están surgiendo nuevas teorías e iniciativas.
Charles G. Morris y Albert A. Maisto, Introducción a la psicología 
 
La psicología, desde sus inicios como ciencia a finales del siglo XIX, fue configurándose a lo largo del siglo XX como un cuerpo que integraba múltiples escuelas, métodos y campos de investigación y trabajo. Desde finales del siglo XX las fronteras entre escuelas se han vuelto más permeables. Junto a la variedad de enfoques, las características de la "nueva psicología" son fundamentalmente tres: una mayor especialización, la colaboración con otras ciencias (biología y medicina) y una cierta crisis de identidad, que lleva a la permanente necesidad de redefinirse. La segunda de estas características viene determinada por la auténtica avalancha de descubrimientos en relación con la investigación genética y neurológica: en los últimos años se ha aprendido más acerca del genoma humano, la química de los neurotransmisores y el funcionamiento del cerebro que en todos los siglos anteriores. La psicología del siglo XXI no ha podido permanecer de espaldas a los avances de la neurociencia y otras especialidades, lo que lleva en ocasiones (tercera característica) a cuestionar el valor científico de la psicología frente a las aportaciones de la biología molecular, la bioquímica, la genética, la fisiología y la medicina.
La pregunta que en la actualidad muchos psicólogos no pueden dejar de hacerse se puede formular más o menos así: ¿tiene sentido seguir manteniendo el status de la psicología como ciencia distinta e independiente de la neurología y la psiquiatría, divisiones de la medicina dirigidas a campos similares a los trabajados por los psicólogos?

3. ¿Es la psicología una ciencia?
Hasta ahora hemos hablado de psicología científica como algo opuesto a la psicología especulativa o filosófica, insistiendo en el empleo por los psicólogos de métodos indiscutiblemente científicos como la observación y la experimentación; sin embargo, tenemos que advertir que esta denominación despierta muchas suspicacias y ha provocado críticas desde distintos sectores intelectuales, incluido el mismo campo de la psicología: en el siglo XX ha sido muy frecuente que psicólogos de cierta corriente acusen a los que pertenecen a otra corriente distinta de no hacer ciencia, sino otra cosa (los conductistas contra todos los demás), o que la ciencia que hacen no es en realidad psicología. En verdad, esta situación se da en muy pocos sectores de la ciencia y es uno de los argumentos recurrentes de los que niegan el carácter científico de la psicología.
Otras acusaciones se refieren a la ausencia de metodología científica o a la variedad de métodos diferentes y hasta contradictorios entre sí: si usa un método científico (entendiendo por tal el que se basa en la observación externa, la experimentación y el establecimiento de correlaciones estadísticas a partir de los datos obtenidos), la psicología no hace otra cosa que apropiarse de los resultados de otras ciencias (biología, neurofisiología, etc.); y si busca un campo propio debe recurrir a métodos no científicos (introspección, hermenéutica, reflexión filosófica...).
Frente a estas críticas, los partidarios de considerar a la psicología como ciencia argumentan de la siguiente manera: es cierto que la psicología no es una ciencia aislada del resto, sino que aprovecha los métodos y resultados de otras ciencias, pero lo hace adoptando una perspectiva propia y distinta. Por ejemplo, al psicólogo le interesan los hallazgos de la neurociencia no en sí mismos, sino en tanto le ayudan a comprender la conducta, las emociones y el pensamiento humanos, que son asuntos específicos de la psicología; lo mismo se puede decir de las investigaciones genéticas, bioquímicas o etológicas, los hallazgos paleontológicos, etc. En conclusión, el carácter interdisciplinar de la psicología no niega, sino que enriquece, su carácter científico: une la explicación propia de las ciencias naturales con la comprensión propia de las ciencias humanas. Y en definitiva, sus resultados son científicos en cuanto que, como los de cualquier otra ciencia, están sometidos a la prueba de la realidad: una teoría psicológica será rechazada siempre que la evidencia empírica la desmienta, exactamente igual que una teoría física, biológica o de cualquier otro campo de la ciencia.

Las terapias de grupo han demostrado su eficacia en numerosas organizaciones de ayuda mutua.
4. Un mal uso de la psicología
La dimensión pragmática de la psicología provoca que se pueda hacer también un mal uso de esta ciencia. En efecto, muchos pensadores han señalado el peligro de que las investigaciones sociales de la psicología sean utilizadas para fines ideológicos o puramente comerciales, en lugar de ir encaminadas hacia la resolución de problemas psicosociales de graves consecuencias. Es frecuente que los grupos de poder político o ideológico utilicen técnicas psicológicas para manipular las conciencias de las masas en su propio interés y beneficio. De igual modo, la publicidad se vale de estudios realizados por los psicólogos sobre la forma de interiorizar los gustos y los deseos colectivos en las conciencias personales, para incrementar su efecto persuasivo utilizando los conocimientos que ha alcanzado la psicología social. De ahí la necesidad moral de respetar un código deontológico en el ejercicio profesional de esta disciplina.

5. ¿Es la psicología una técnica útil?
Otra posible valoración del saber psicológico consiste en dejar de lado su supuesto carácter científico y considerarlo simplemente como un conjunto de técnicas útiles para la vida. En tal caso, no debemos preocuparnos tanto por saber si las teorías psicológicas nos proporcionan un conocimiento verdadero cuanto si sirven para mejorar la vida en diferentes aspectos (ser más felices, curar enfermedades, seleccionar a las personas adecuadas para las distintas tareas, elaborar técnicas educativas o publicitarias más eficaces, etc.).
Por supuesto, las dos concepciones de la psicología (ciencia y técnica útil) no son incompatibles entre sí, pero tampoco van necesariamente unidas. Quizá la respuesta a la pregunta "¿qué es la psicología?" no haya que buscarla en campos como la lógica o la epistemología, sino en la propia psicología y equivale a esta otra. "¿qué es lo que, de verdad, interesa a los que se interesan por la psicología?".