Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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sábado, 30 de enero de 2021

Distinción entre ciencias formales, ciencias naturales y ciencias histórico-sociales

La ciencia, fundamentalmente, es un modo de producir el conocimiento. El momento crucial en el nacimiento de una ciencia lo constituye la definición de un objeto particular de estudio. La ciencia así establecida adopta los métodos particulares de investigación conforme a las restricciones que la naturaleza de los fenómenos estudiados le imponen. Por eso, la distinción entre ciencias formales, ciencias naturales y ciencias histórico-sociales se refiere a las características y limitaciones de las metodologías particulares necesarias según el objeto de estudio. Estas diferencias devienen de la moralidad del campo de fenómenos estudiado, o sea, de su complejidad.

Desde un punto de vista particular, la distinción entre los tres grupos de ciencias puede delimitarse con base en la posibilidad que tiene el científico de manipular "a voluntad" el campo de fenómenos estudiado o al correlato empírico directo del lenguaje descriptivo utilizado. Intentaremos aclarar esta afirmación. Por ejemplo, las ciencias formales en las que se puede ubicar a la lógica y la matemática, constituyen lenguajes simbólicos que se estudian independientemente de su utilidad descriptiva de una realidad física o social. Son productos verbales, cuya interrelación de acuerdo con ciertas convenciones y definiciones constituye el objeto de estudio. En este sentido, las disciplinas formales pueden considerarse lenguajes generales o metalenguajes más que ciencias en sentido estricto, pues carecen de un objeto de estudio independiente a su método y lenguaje. Sin embargo, esto no impide que puedan emplearse en referencia a eventos empíricos. Así, entre otras aplicaciones, las disciplinas formales proporcionan lenguajes numéricos y no numéricos para cuantificar, abreviar o formalizar relaciones empíricas entre eventos reales del mundo físico y social. Pueden emplearse como lenguaje descriptivo más preciso, por ser independientes de las convenciones culturales que influyen en la lengua común de un grupo social, o porque permiten cuantificar, es decir, discretizar numéricamente fenómenos cuya observación, medición o descripción sería ambigua en otro nivel lingüístico.

Por otro lado, los lenguajes formales permiten analizar contradicciones lógicas de los conceptos teóricos tomados de la lengua común y facilitan la explicación de reglas de inferencia con valor heurístico. Asimismo, proveen de modelos que permiten establecer "explicaciones" isomórficas mediante la comparación de sistemas lingüísticos (el formal y el empírico) "paralelos". De ahí la utilidad de las llamadas disciplinas formales o ciencias exactas, utilidad restringida, pues por sí mismas no constituyen requisito sine qua non de la "ciencia" como teoría y método.

En lo que respecta a las ciencias naturales y su diferencia metodológica con las ciencias sociales pueden hacerse algunos comentarios. Por un lado, ambas son históricas y pueden estudiarse longitudinalmente. Por consiguiente, la naturaleza histórica del fenómeno no es peculiar de las ciencias sociales; más bien, son los métodos de registro e interpretación del evento pasado los que determinarán el rigor del conocimiento alcanzado. Los fenómenos sociales pueden considerarse eventos únicos, no repetibles. Esto limita seriamente la determinación de la confiabilidad del registro de los eventos, a diferencia de las ciencias físico-naturales, cuyo testimonio es siempre más objetivo, es decir, no es un reporte verbal del evento, sino un resto o residuo físico de éste, o de un efecto del mismo, lo que se registra.

Por otra parte, el carácter complejo del fenómeno histórico-social impide su replicación experimental, es decir, su observación sistemática repetida, lo cual obliga a las ciencias sociales a hacer más hincapié en los aspectos interpretativos de sucesiones de eventos únicos que a los aspectos de la producción artificial del fenómeno. Ésta es una diferencia fundamental entre las ciencias naturales y las sociales. La diferencia no estriba en el método de investigación, sino en la calidad y replicabilidad de la observación realizada. La experimentación no es más que una observación sistemática producida.


En lo que se refiere a la interpretación de los fenómenos, las diferencias tampoco son tan abismales como suelen parecer. La interpretación no es más que la formulación de conceptos integradores de eventos distintos, lo que conocemos como la teoría o abstracción científico (sea cual fuere su nivel de complejidad). En las ciencias naturales, la actividad teórica está vinculada a una realidad física repetible que permite cotejarla y transformarla con base en la práctica experimental continuada y sistemática. La posibilidad de disponer de procedimientos impersonales (instrumentos) de registro y medición permite disminuir sensiblemente la participación del científico como deformador social del dato o fenómeno, aun cuando esto no se evita totalmente, pues la ideología influye invariablemente, por lo menos en la selección del problema a estudiar, en la interpretación del dato obtenido y en la aplicación del conocimiento resultante. Las ciencias sociales, por lo contrario, al ser fundamentalmente teóricas e interpretativas favorecen la influencia de la ideología social y del científico en la configuración misma del fenómeno a explicar.

La ideología no es sólo una falsa conciencia de nuestra relación con la realidad física y social, sino que también constituye un conjunto de prácticas normativas consecuentes de dichas creencias. Debe entenderse que la falsedad del conocimiento ideológico se refiere a su perspectiva como parte orgánica de una concepción clasista de la realidad. Al ser precisamente las ciencias sociales las que estudian el campo relativo a las interrelaciones entre los hombres y sus productos, esto permea ideológicamente su teoría, pues el trabajo del científico se realiza en condiciones sociales históricas particulares que determinan interpretaciones "oficiales" en determinado sentido. La práctica social, a diferencia de la de las ciencias naturales, no puede repetirse ni provocarse arbitrariamente, impedimento que limita la posibilidad de prevenir la contaminación ideológica del conocimiento científico en esta área.

martes, 19 de enero de 2021

La biotecnología y las enfermedades genéticas

Del conocimiento de nuestro genoma y el empleo de la tecnología del ADN recombinante se esperan aplicaciones directas en el campo de la salud. Algunas, como el diagnóstico de enfermedades hereditarias o la fabricación de medicamentos más eficaces y personalizados, ya empiezan a ser una realidad. Otras, como la posibilidad de sustituir el gen responsable de una enfermedad por el gen normal, la terapia génica, son una esperanza para el futuro.
E. Pedrinaci et al., Ciencias para el mundo contemporáneo

1. ¿Qué es una enfermedad genética?

En los trastornos genéticos un gen, o un cromosoma normal, sufre cambios, es decir, muta y deja de hacer su función habitual. Si el cambio afecta a todas las células del organismo la enfermedad genética producida es hereditaria. En otros casos, como en el cáncer o en ciertas enfermedades víricas, como el sida, también se producen cambios en el ADN aunque éstos no son hereditarios ya que no afectan a las células reproductoras. Las enfermedades genéticas hereditarias pueden ser:

  • Cromosómicas: Son el resultado de problemas que afectan a cromosomas completos, como el síndrome de Down que resulta de tener un cromosoma de más (el 21), o a fragmentos de cromosomas. Algunas anomalías cromosómicas son heredadas mientras que otras son el resultado de problemas en la formación de los gametos que han dado origen a esa persona.
  • Monogénicas: Se deben a cambios en un único gen y se heredan como cualquier otro carácter. La fibrosis quística, por ejemplo, es causada por un alelo mutante recesivo que se encuentra en el cromosoma 7, un autosoma. Para tener un hijo enfermo ambos padres deben ser portadores del gen anómalo, aunque ambos estén sanos. Sin embargo, el alelo responsable de la hipercolesterolemia familiar es dominante.
2. ¿Cómo se heredan?

Todas las células humanas llevan 46 cromosomas, excepto las células reproductoras que llevan 23. De esos 46 cromosomas, 23 son de procedencia paterna y los otros 23, de procedencia materna. Así, para cada carácter, las células llevan dos informaciones, dos genes, denominados genes alelos.

Si los dos alelos que lleva una persona son diferentes, el carácter resultante dependerá de la fuerza con que se exprese cada uno de ellos. Con frecuencia, uno, denominado dominante, es el único que se expresa y el otro, denominado recesivo, permanece oculto.

De entre los 23 pares de cromosomas hay un par que determina el sexo; son los cromosomas sexuales: XX en la mujer y XY en el hombre. El resto de cromosomas se denominan autosomas.

3. Diagnóstico prenatal

Para determinadas enfermedades genéticas es posible realizar un diagnóstico precoz dentro del útero. Esta modalidad diagnóstica se denomina diagnóstico prenatal. Las pruebas están recomendadas cuando hay indicios de que pueda existir algún defecto cromosómico o genético detectable. La amniocentesis y el análisis de vellosidades coriónicas son métodos de diagnóstico prenatal que permiten detectar anomalías cromosómicas y de ADN y realizar estudios bioquímicos.

AMNIOCENTESIS:
⸭ Se toma una muestra del líquido amniótico, que contiene células fetales en suspensión, utilizando una aguja hipodérmica.
⸭ Las células se separan del líquido mediante centrifugación.
⸭ Las células se cultivan en el laboratorio.
⸭ Posteriormente se realizan análisis y estudios cromosómicos, bioquímicos o de ADN. Los resultados tardan de una a tres semanas.
TOMA DE MUESTRAS DE LAS VELLOSIDADES CORIÓNICAS:
⸭ Se toma una pequeña muestra de tejido de la placenta en desarrollo, usando un catéter introducido a través de la vagina con la ayuda de una ecografía. Proporciona una mayor cantidad de células que pueden observarse directamente, sin cultivarlas.

Ambas técnicas presentan el inconveniente de aumentar ligeramente (1%) la tasa de abortos espontáneos. Si se utilizan técnicas de FIV (fertilización in vitro), es posible realizar un diagnóstico del embrión antes de ser implantado, que se conoce como diagnóstico preimplantacional. Las pruebas se hacen a partir de una de las células de la mórula y, mientras tanto, el embrión se mantiene congelado. Si no se detecta ninguna anomalía, el embrión se implanta.

4. Terapia génica

La medicina actual se prepara para un cambio tan revolucionario como lo fue en su día el descubrimiento de los antibióticos o de las vacunas. Se trata de la terapia génica o el empleo de genes en la curación o el alivio de enfermedades tanto heredadas como adquiridas.

Hasta ahora, el tratamiento de las enfermedades genéticas ha consistido en intervenir sobre las consecuencias que se derivan de portar un gen anómalo. Por ejemplo, en el caso de la fibrosis quística se emplean sustancias que fluidifican las secreciones pulmonares e impiden la proliferación de microorganismos que generan infecciones pulmonares. La curación definitiva de una enfermedad genética se logrará si se corrige la causa, es decir, si se sustituye el ADN del gen mutado por ADN normal.


Asimismo, otras enfermedades con un componente genético, como el cáncer, y algunas producidas por virus, en particular el sida, son ejemplos de enfermedades adquiridas en las que la terapia génica podría utilizarse.

5. Dilemas éticos

La utilización de los conocimientos derivados del Proyecto Genoma Humano (PGH) y de algunas tecnologías, como el diagnóstico prenatal y preimplantacional o la terapia génica, plantean dilemas y debates legales, sociales y éticos que no serán fáciles de resolver. En cualquier caso, la utilización de estos conocimientos está asociada a ciertos aspectos que no pueden obviarse, como los siguientes:

  • Confidencialidad: El secreto médico es aplicable también a la información generada por un diagnóstico genético. ¿Cómo se puede proteger la información generada por estos análisis? ¿En qué casos se puede considerar que el mantener el secreto puede dañar a terceras personas o a la sociedad?
  • Autonomía: La decisión de saber o no saber debe ser libre y voluntaria. Se pueden hacer análisis para muchas enfermedades genéticas para las que no hay tratamientos eficaces que curen o reduzcan sus consecuencias. ¿Se deben hacer análisis para estas enfermedades? ¿Cómo se pueden comunicar de manera eficiente los resultados y los riesgos de un análisis genético a las personas analizadas?
  • Información: La autonomía y la información constituyen la base del consentimiento informado, requisito indispensable en la bioética clínica. La información debe ser clara (en un lenguaje que pueda entender un profano en la materia) y completa, teniendo en cuenta, no obstante, la propia psicología de los consultantes. Ante cualquier diagnóstico prenatal o preimplantacional la persona debe conocer que, en casi ningún caso, las anomalías detectadas podrán resolverse. Dada la trascendencia de las decisiones que pueden derivarse de esta información, si una mujer, por ejemplo, no está dispuesta a acogerse a la posibilidad de un aborto terapéutico o a una selección de embriones, ¿qué debería saber antes de someterse a alguna de estas pruebas?
  • Justicia: Se refiere a la igualdad de oportunidades sin discriminación alguna de tipo social, económico, racial o religioso. En el futuro se dispondrá de tratamientos eficaces y personalizados que, al menos al principio, serán muy caros. ¿Quién tendrá acceso a estos tratamientos? ¿Quién lo decidirá? Si a la información genética de cada individuo pueden tener acceso "terceras personas" para evitar daños a la sociedad, ¿cómo se puede definir y evitar la discriminación genética?
  • Beneficio: Cualquier decisión debe hacerse pensando siempre en el beneficio del propio interesado, evitando en lo posible los errores diagnósticos (falsos negativos o falsos positivos) y no generando falsas expectativas.

martes, 12 de enero de 2021

Principios básicos de la escuela gestáltica

Las investigaciones más originales y provocativas de la escuela de la Gestalt se hicieron en el campo de la percepción visual; sin embargo, no debe concluirse que los miembros de este grupo se despreocuparon completamente de los otros sentidos o que ignoraron otros temas. La Gestalt quería aclarar todos los ocultos escondrijos del pensamiento psicológico y demostrar el valor de aplicar los principios de la Gestalt a todo tipo de función psicológica.

El libro Principles of Gestalt Psychology de Koffka (1935) contiene, además de capítulos sobre el campo ambiental del organismo, capítulos sobre acción, memoria y aprendizaje, al igual que un capítulo sobre sociedad y personalidad. En todos ellos, los temas son tratados desde el mismo punto de vista: se pone énfasis en la organización, ya sea la del campo visual, la del yo o la de las huellas neurales que subyacen en la memoria. Al examinar la experiencia o la conducta, aparecen gestalten, esto es, totalidades organizadas de experiencia o conducta que tienen propiedades definidas, no atribuibles a partes y a sus relaciones.

El tema más característico de la la psicología de la Gestalt, de que el todo es más significativo que (y determina la naturaleza de), las partes que lo componen, aparece en una cantidad de contextos dentro de la literatura de la Gestalt. Incluso los colores de los objetos cotidianos, las notas de una melodía oída, las secuencias de actos habituales o instintivos, se demuestra que dependen de la estructura espacial o temporal de la cual forman parte.

Por ejemplo, un papel blanco en una sombra profunda aún parece blanco, y un papel negro bajo iluminación directa mantiene su negrura, pese al hecho de que la intensidad real de la luz que llega al ojo desde las dos superficies sea la misma. Una prueba sencilla de esta igualdad, ofrecida años atrás por Helmholtz, puede hacerse si se miran las dos superficies a través de un agujero en un cartón gris, excluyendo así los contornos normales de los papeles. Bajo tales condiciones, aparece la igualdad aproximada de la brillantez.

Del mismo modo, el carbón se ve negro a la luz del sol, cuando las energías de los estímulos geográficos debieran hacer que se viera blanco; y un plato en el centro de la mesa sigue viéndose redondo, aunque más a menudo se le ve de forma elíptica. Un bailarín puede ejecutar un dificilísimo paso doble y ser incapaz de mostrar las partes del paso; y un gorila puede demostrar el instinto de hambre, sin repetir los mismos componentes musculares. La consideración de la Gestalt del "todo" ha proporcionado incluso alguna justificación para juzgar el carácter por la letra y por fotografías, procedimientos que desde hace mucho tiempo estaban desacreditados por el tipo elementalista de investigación, que trataba con mediciones de las letras y otros detales y con las facciones aisladas.

Hay muchos conceptos y leyes de la configuración gestáltica más, que fueron desarrollados por los miembros de esta escuela, particularmente al tratar los asuntos perceptuales; pero ello correspondería a una exposición más completa y detallada del sistema que lo que pretende ser ésta; sin embargo, se pueden hacer algunas adiciones al cuadro, considerando algunos de los cargos que hacen sus críticos contra el sistema.

Las acusaciones contra la Gestalt han sido numerosas, pero eran, en general, más académicas en su naturaleza que aquéllas contra el conductismo de Watson. En su mayoría, eran "internas", pese al hecho de que la Gestalt profesa estar más cerca de la realidad diaria y el sentido común, que con el conductismo y con el estructuralismo. Hay que preguntarse si acaso esto se debía al acuerdo con, o a la ignorancia de, los preceptos de la Gestalt por parte del público en general de Alemania y América; empero, es más probable que se deba a lo segundo, o sea, a la ignorancia. Pese al celo casi religioso de algunos psicólogos de la Gestalt, y no obstante el carácter dramático que sus estudios toman a veces en las presentaciones en aulas, los problemas e intereses experimentales de la escuela eran de una naturaleza demasiado técnica para despertar una amplia discusión.

Se ha acusado a la psicología de la Gestalt de negar a sus antecesores y de ignorar a sus contemporáneos, de no reconocer las raíces históricas de la doctrina de la Gestalt y de atacar puntos de vista pasados de moda desde los días de James Mill, los que ningún estructuralista o conductista suscribiría; de sustituir antiguos términos bien definidos por nuevos términos vagos; de suplantar una forma de elementalismo con otra; de aceptar la "forma" y rechazar el "contenido" de la conducta y la experiencia, y de suponer que la organización es su propia explicación.

Un caso que apunta a esto es el que proporcionan los famosos estudios de Köhler sobre la conducta de resolución de problemas en un chimpancé (The Mentality of Apes, 1925). Estas investigaciones, conducidas por Köhler mientras estaba internado en la isla canaria de Tenerife durante la Primera Guerra Mundial, fueron saludadas por muchos como un gran paso adelante en la técnica experimental y en la interpretación teórica dentro del campo del aprendizaje.

Comúnmente, el método de Köhler requería que un chimpancé hambriento, a fin de obtener comida, alcanzar su objetivo por un camino no directo (la palabra alemana es "umweg"), usando algunas herramientas o incluso mediante la construcción de algún aparato con los objetos familiares del ambiente. El propósito de Köhler era presentar problemas a los monos que les permitieran demostrar su inteligencia o "discernimiento", algo más que el simple aprendizaje por ensayo y error descrito por Thorndike.

De acuerdo con Köhler, el aprendizaje de discernimiento puede ser visto como una ejecución iniciada de manera súbita y continuada suavemente, seguida de una revisión preliminar hecha por el animal de la totalidad del campo experimental. Así, un mono mostraba insight cuando, después de saltar y tratar en vano de alcanzar un canasto de fruta suspendido sobre él, se detenía, miraba el patio y entonces, de manera rápida y decidida, arrastraba una caja cercana a una posición adecuada, y saltaba sobre ella para bajar el premio. Se decía que también mostraba insight un sujeto cuando, al ofrecerle fruta desde fuera de los barrotes de su jaula, utilizaba un palo para atraerla hasta su alcance; y cuando con un palo demasiado corto para alcanzar el alimento, cogía uno más largo y usaba este último para lograr su objetivo.

The Mentality of Apes fue un libro muy popular, y claramente ayudó a la causa de la Gestalt. Se leyó ampliamente y encontró mucha aprobación, especialmente de aquéllos que sentían que las explicaciones de Thorndike y de Pavlov sobre el aprendizaje dejaban mucho que desear; sin embargo, finalmente, también los estudios de Köhler atrajeron críticas. Se cuestionó su originalidad, principalmente con referencia a los trabajos anteriores de Hobhouse en una línea similar. Se les negó su estatus como experimentos verdaderos, puesto que ninguna variable identificable se relacionaba sistemáticamente con ninguna otra en ninguno de los ejemplos de Köhler; y se les asemejó a crudos tests de inteligencia, en los cuales no se podían determinar las contribuciones relativas de la herencia y la historia ambiental. En cuanto al "discernimiento", los críticos arguyeron que Köhler, habiendo definido el concepto en términos conductuales, lo empleó en seguida para explicar la conducta misma. El camino del innovador en el reino del método científico es, a veces, áspero y espinoso.

En un principio, la psicología de la Gestalt comenzó como una protesta contra el análisis, por lo menos contra el análisis del tipo de Titchener. Más tarde, encontramos que se criticaba la escuela en base a que sustituía un tipo de análisis por otro. El meollo del asunto parece ser que, en sus primeros ataques a otras escuelas, los teóricos de la Gestalt exageraron, en cierto modo, su posición. Más adelante, Köhler negó que el sistema no tuviera lugar para el análisis, pero afirmó que el análisis gestáltico encuentra más unidades naturales (molares) que las del estructuralismo o las del conductismo; sin embargo, admitió la posibilidad de un análisis "artificial" (molecular), siempre que se reconociera que los elementos a los que se llega no son realmente observables en la experiencia o conducta.

La Gestalt fue por tanto un paso importante en el camino a la definición de la psicología. Los méritos intrínsecos del sistema; la novedad y significado de su apoyo experimental; la inspirada y capaz obra de Köhler, Koffka y otros, todos estos factores llevaron a un amplio reconocimiento del movimiento. El mismo "carácter gestáltico" de la escuela, con su organización dinámica, como metas y su "todo" más importante que sus "partes" o miembros, parece haber sido responsable de su importancia en la historia de la psicología.

Al igual que el estructuralismo de Titchener, la Gestalt fue consistente y autocontenida; del mismo modo que el funcionalismo de Chicago, fue flexible y amplia; al igual que el conductismo de Watson, fue sana y agresiva y, al igual que cada uno de estos enfoques, fue incapaz de marcar, como propia, la psicología actual.

jueves, 7 de enero de 2021

Uno no escoge

Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.
Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.
Nadie puede evadir su responsabilidad.
Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.
Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer,
una meta que alcanzar.
No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

Gioconda Belli (n. 1948, poeta y novelista nicaragüense)


miércoles, 6 de enero de 2021

¿Qué es un dilema moral?

En sus investigaciones sobre el desarrollo moral, Lorenz Kohlberg se sirvió preferentemente del método de los dilemas. Un dilema moral es un caso, real o inventado, en el que el protagonista se encuentra ente una situación que debe resolver escogiendo entre dos alternativas de acción que representan valores morales incompatibles y conflictivos entre sí.

La mayoría de estos dilemas presentan conflictos entre normas legales y valores morales o entre valores morales de distinta importancia o jerarquía.

La muestra de sujetos a los que se les presenta el dilema debe colocarse imaginariamente en el lugar del protagonista, elegir la alternativa que considera más correcta y justificarla mediante un razonamiento moral.

En los casos que investigó, Kohlberg analizaba a continuación las respuestas con el convencimiento de que no es tanto la solución escogida, sino las razones esgrimidas para justificarla, lo que informa en realidad del estadio y nivel de desarrollo moral en que se encuentran los sujetos.

La teoría del desarrollo moral de Kohlberg

Después de Kohlberg, el método de los dilemas se ha venido utilizando tanto en la investigación como en la educación en valores morales. Se considera un buen medio para estimular la toma de conciencia, el diálogo reflexivo y la creatividad de respuesta ante los problemas éticos que se presentan en nuestras sociedades. El desarrollo de la autonomía moral de los sujetos se ve por todo ello favorecido e impulsado.

lunes, 4 de enero de 2021

La percepción tridimensional del cerebro

Un estudio básico de la psicología de la Gestalt es el de la percepción visual. El problema lo presentó el obispo Berkeley cuando trató de explicar cómo percibimos la distancia a que están los objetos de nosotros.

De acuerdo con Berkeley, la tercera dimensión de espacio "no se puede ver por sí misma e inmediatamente, pues, siendo la distancia una línea dirigida rectamente al ojo, proyecta sólo un punto en el fondo (retina) del ojo, punto que se mantiene invariable, independientemente de cuán mayor o menor sea la distancia".

La Gestalt cuestiona la respuesta de Berkeley y niega su validez. Koffka señala que Berkeley hizo dos suposiciones falsas. Primero, supuso que, puesto que la retina del ojo es bidimensional, nuestra percepción también debe ser bidimensional, proporcionando información de arriba y abajo en el espacio, o derecha e izquierda, pero no de lejos y cerca. En segundo lugar, supuso que se podía conocer adecuadamente el campo visual si se estudiaban los puntos que hay en él.

La segunda de estas suposiciones es, para Koffka, una afirmación de la hipótesis de la constancia, la que niega con base en experimentos como el de Wertheimer sobre el movimiento aparente. La primera suposición no considera que la superficie sensitiva del ojo, que es bidimensional, sea en realidad una "superficie límite" del cerebro, que es tridimensional. ¿Por qué entonces, se pregunta Koffka, no podría este cerebro tridimensional estar relacionado naturalmente con la experiencia tridimensional? Concluye que sí podría, y ofrece múltiples observaciones experimentales para demostrar que el espacio tridimensional es incluso percibido más naturalmente que el bidimensional y que la percepción de una superficie, que es de donde partió Berkeley, constituye realmente un desarrollo posterior en la experiencia visual que la de profundidad.



Koffka no apela al desarrollo genético de la percepción espacial en los seres humanos, sino que extrae evidencia de las reacciones de adultos a varias representaciones de objetos tridimensionales (por ejemplo, el cuadro de una estructura de alambre en forma de cubo) que se emplean para demostrar que la apreciación de la profundidad es realmente una forma más primitiva de organización que la percepción de superficie. Incluso usa otros experimentos para demostrar cómo varias condiciones de estímulo, incluyendo las claves o criterios de la psicología anterior, pueden utilizarse para ayudar o dificultar esta función natural.

Un solo ejemplo de estos experimentos ilustrará lo ingenuo del ataque de la Gestalt. Supóngase que bajo las mismas circunstancias en las cuales aparece el movimiento aparente, se presente, alternándose rápidamente, una figura en forma de V y, directamente sobre ella, una V invertida, colocadas de tal modo que si ambas se presentan a la vez, se vería un rombo no bien cerrado. Bajo condiciones óptimas, ¿qué clase de movimiento resultaría?, ¿habría un movimiento hacia arriba y hacia abajo que causara la distorsión de la figura en un plano bidimensional? ¿Habría algún tipo de movimiento alrededor del eje vertical dentro del plano del dibujo, o habría una rotación en la tercera dimensión alrededor del eje horizontal?

El lector estará predispuesto, por la forma en que se plantea el problema, a contestar que la más factible es la tercera posibilidad; y tiene razón, aunque ocasionalmente se dan los otros dos tipos de movimientos. Lo que más comúnmente se reporta es una rotación semejante a la de una rueda alrededor del eje horizontal, una rotación en la tercera dimensión del espacio. En otras palabras, el movimiento tridimensional aparece en el ambiente conductual cuando no hay movimiento, ni siquiera movimiento bidimensional, en el ambiente geográfico.

Los experimentos de este tipo han sido muy embrollados para aquellos psicólogos que han seguido la tradición de Berkeley y que han tratado de demostrar cómo la percepción de profundidad se construye en un mundo espacial que, de partida, tiene pocas profundidades. Incluso, tales experimentos tienen un significado más amplio que el que aparece en este problema particular. Ilustran la manera en que los antiguos problemas, incluso los olvidados, a menudo reviven en la ciencia, con la aplicación de nuevos métodos y puntos de vista.