Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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sábado, 16 de marzo de 2019

El estudio de los sueños

Desde los años 30 del siglo XX se ha venido aplicando la técnica del electroencefalograma a personas dormidas, logrando así identificar la existencia de distintas fases del sueño distinguibles entre sí por la frecuencia y magnitud de las ondas cerebrales emitidas. Estas fases se van alternando sucesivamente a lo largo de la noche en varios ciclos de aproximadamente 90 minutos de duración.
En cada uno de estos ciclos completos suele hablarse de cinco fases y dos formas de sueño. Empezando por las últimas, distinguimos entre sueño no-REM (fases del I al IV) y sueño REM. En resumen, las fases del sueño son las siguientes:

1. Fase I, o de transición: de unos pocos minutos de duración, consiste en una distensión de los músculos acompañada de una ralentización de la actividad cerebral. Durante esta fase (que se repite tantas veces como nos despertamos y volvemos a dormirnos durante la noche) el sujeto no llega a sentirse dormido, de tal manera que si tiene que regresar a la actividad despierta no es consciente de haber salido de ella. No obstante, pueden aparecer imágenes hipnagógicas y pensamientos ilógicos no separados claramente de los pensamientos y percepciones de la vigilia. Es posible que tales experiencias, a medio camino entre la percepción y la alucinación, pasen a formar parte de los contenidos almacenados en la memoria, lo que da pie a confundir productos de la imaginación y recuerdos reales.
2. Fase II, o sueño superficial: ocupa aproximadamente la mitad del tiempo total de sueño. La actividad cerebral se ralentiza más, desciende la temperatura y en general la actividad fisiológica.
3. Fase III (transición al sueño profundo) y IV (sueño profundo). Es lo que el sujeto identifica con "dormir bien", sin sueños y con la sensación al despertar de haber descansado de verdad. La actividad corporal se reduce al mínimo, el cerebro apenas responde a estímulos y, si se despierta al durmiente (lo cual suele resultar difícil), éste se siente confuso y desorientado.
4. Sueño REM. "REM" es la sigla de la expresión inglesa rapid eye movement, pues el movimiento rápido del ojo es la característica más fácilmente detectable (por observación externa) de esta forma de sueño; la otra característica, sólo accesible por introspección, es la existencia de contenido onírico, es decir, lo que normalmente llamamos "sueños". Se ha comprobado que, al despertar al sujeto durante el sueño REM, éste reacciona casi siempre (salvo cuando el contenido soñado son experiencias dolorosas o desagradables) con irritabilidad, lo que sugiere una frustración que concuerda con la teoría freudiana del sueño como realización de deseos. Otro dato comprobado que lleva a la misma conclusión es la excitación genital (erección del pene en los varones y erección del clítoris y mayor lubricación vaginal en las mujeres) que se produce durante la actividad onírica, incluso cuando el contenido de la misma no es explícitamente sexual. Asimismo, durante el sueño REM todas las funciones corporales (pulso, tensión arterial, temperatura...), salvo la actividad de los músculos estriados que ejecutan los movimientos voluntarios -que permanece bloqueada-, alcanzan niveles similares a los de la vigilia, lo que contribuye decisivamente a producir la impresión de realidad que acompaña a los sueños.

Representación de las fases del sueño
Normalmente, se asocian las fantasías alucinatorias de los durmientes (sueños) al sueño REM, pero recientes experimentos y la propia experiencia común prueban que pueden darse también durante las otras fases del sueño. Existe, sin embargo, una diferencia en la forma en que salimos de dicha fantasía: al parecer, si el despertar se da durante el sueño no-REM el sujeto se siente optimista y con alta autoestima, al contrario que si se despierta durante el sueño REM (frustración y autoestima baja).
La función del sueño como guardián o protector del descanso, ya apuntada por Freud, ha podido estudiarse en pacientes con el lóbulo parietal dañado, lo que se traduce en una incapacidad de fabricar las imágenes sensoriales a partir de las cuales se elaboran los sueños. Estos enfermos, que no pueden soñar, no son capaces tampoco de alcanzar un sueño de calidad o un auténtico descanso, por lo quenecesitan dormir más tiempo que el resto de las personas.
Ha podido comprobarse, indirectamente, la existencia de sueños en algunas especies animales como gatos y perros, a los que se les extirpa la parte del cerebro que inhibe el tono muscular durante el descanso y así puede vérseles realizar los movimientos (perseguir a una presa imaginaria, jugar con objetos inexistentes, etc.) que supuestamente corresponden a lo que están soñando. De forma similar, también encontramos esta misma movilidad en estado durmiente en personas que padecen el llamado "trastorno del sueño REM", con parte del tronco encefálico dañado y que por ello no pueden inhibir sus movimientos durante el sueño.
Tanto durante la vigilia como durante el sueño REM se alternan ondas de diferente frecuencia, por lo que a la fase REM se le llama también "sueño desincronizado". 

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