Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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lunes, 2 de marzo de 2020

La acción en favor de los derechos humanos

1. Introducción
En ocasiones somos nosotros mismos los que violamos los derechos de las personas que nos rodean, o bien callamos cuando otros lo hacen en nuestra presencia. Hay amas de casa que sufren una situación de desprecio y semiesclavitud por parte del resto de la familia. Algunos niños sufren marginación y malos tratos por parte de sus propios compañeros de clase. A menudo dejamos que ciertos individuos destrocen el material escolar o las pertenencias de algún compañero sin pararnos a pensar que estamos cometiendo una injusticia. Otras veces contaminamos el medio ambiente con basuras, ruidos o humos y no nos damos cuenta de que estamos atentando contra los derechos de todos. En resumen, para defender los derechos humanos tenemos que empezar por respetarlos a nuestro alrededor, y para ello hemos de preguntarnos qué injusticias estamos cometiendo o tolerando, y cómo tenemos que actuar para cambiar esas situaciones.
Se pueden violar los derechos humanos tanto por comisión, es decir, cometiendo actos injustos, como por omisión, por no hacer lo que sería justo que se hiciera. En cualquier caso, tenemos de deber de exigir respeto a los derechos humanos.

2. Los deberes humanos
La defensa de los derechos humanos no es únicamente una tarea del Estado y de las organizaciones cívicas, sino más bien una tarea de toda persona: somos al mismo tiempo los beneficiarios de esos derechos y los que tienen los correspondientes deberes humanos.  Por ejemplo, al derecho a la vida corresponde el deber de respetarla; al derecho a opinar libremente le sigue el deber de respetar las opiniones; al derecho a no ser torturado va ligado el deber de no torturar, y así sucesivamente.
Algunos filósofos opinan que los deberes son más básicos y prioritarios que los derechos, puesto que toda persona contrae una deuda con la sociedad en la que nace y se desarrolla como individuo. La mayor parte de lo que somos se lo debemos a los demás, incluyendo lo mucho que debemos a las generaciones pasadas, por habernos legado tantos conocimientos e inventos de los que ahora nos beneficiamos.
El artículo 29 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 dice, en el punto primero, lo siguiente:

Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.

De este modo, la Declaración nos recuerda que no sólo hemos de exigir a los demás el reconocimiento de los derechos que nos corresponden, sino que también es necesario que cada cual se exija a sí mismo el cumplimiento de los deberes que permiten que todos disfrutemos de los mismos derechos básicos.

Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, y Guillermo Whpei, Presidente de la Fundación para la Democracia, se manifiestan en noviembre de 2019 para advertir de las violaciones contra los Derechos Humanos en Chile.

3. Líneas generales de acción en favor de los derechos humanos
Además de cumplir con los deberes cívicos y de estar atentos a que se cumplan los derechos humanos en nuestro entorno más próximo, éstas son algunas de las tareas que se pueden llevar a cabo para la promoción de los derechos humanos a nivel nacional e internacional:
  • Difundirlos: darlos a conocer a todas las personas para que pueden reclamarlos y ayudar a protegerlos.
  • Exigir su cumplimiento a las autoridades y a los particulares, agotando todos los medios legales para ello: cartas de protesta, recogida de firmas, manifestaciones, etc.
  • Asociarnos y participar en las organizaciones de voluntarios que trabajan por ellos. Es preciso que los ciudadanos de los distintos países entablen relaciones entre sí y creen organizaciones desde las que puedan trabajar cooperativa y solidariamente. 

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