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martes, 1 de septiembre de 2020

Titchener y su definición de Psicología

Edward Bradford Titchener (1867-1927) fue inglés de nacimiento, alemán por su temperamento y norteamericano de residencia. Llegó a Leipzig en 1890, después de brillantes estudios realizados en Oxford, para aprender de Wundt, es decir, de la primera fuente de la nueva psicología; había ya traducido al inglés la tercera edición de Physiological Psychology. Aprobó su doctorado en dos años y aceptó viajar a América a hacerse cargo del nuevo laboratorio de psicología experimental de la Universidad de Cornell. Ahí se quedó por el resto de su vida, 35 años, sin nacionalizarse ni cívica ni académicamente.

En Cornell, Titchener hizo honor a su maestro, Wundt. Prosiguió la tradición wundtiana a la manera wundtiana -enseñando, escribiendo y dirigiendo investigaciones- y lo hizo con extraordinaria habilidad. Sus conocimientos académicos eran profundos; sus conferencias y sus escritos eran modelos de exposición clara y digna; su personalidad era magnética y fuerte. Los estudiantes no graduados acudían en gran número a sus clases, y los graduados visitaban su laboratorio. Muy pronto, Cornell fue el cuartel general de una rama muy importante de la psicología experimental en Norteamérica. Tal vez la psicología de Titchener no haya sido la única en este lado del Atlántico, pero durante dos o tres décadas fue la más organizada, la más articulada y la más cercana al modelo implantado por Wundt. En nuestra búsqueda de una definición de psicología, podemos examinar con provecho y con cierto detalle este producto de Leipzig-Cornell, para ver qué pensó Titchener que era la psicología.

La opinión de Titchener cambiaba un poco año tras año; sin embargo, podemos obtener una noción muy acertada de sus principales ideas sistemáticas en dos de los textos que publicó: Textbook of Psychology (1910) y A Beginner's Psychology (1915). En estas obras, escritas principalmente para estudiantes de segundo y primer año universitarios, respectivamente, encontraremos un relato más claro que en algunos de los planteamientos más avanzados que escribió para sus colegas. "La psicología es la ciencia de la mente", es la afirmación general con la cual comienza Titchener su relación sistemática; no obstante, se apresura a agregar que esta afirmación es fácilmente mal interpretada por el sentido común, y prosigue a calificarla de ciertas maneras. "La mente de la cual trata la psicología debe ser una que sea descriptible en términos de hechos observados"; no se la debe identificar con algún pequeño ente sin sustancia dentro de nuestras cabezas. Con el fin de aproximarse a una comprensión verdaderamente científica del término, Titchener hace entonces una diferencia entre el mundo de la física y el de la psicología. Podemos leer lo siguiente en su libro para principiantes:

El mundo de la física es incoloro, sin tonos, ni frío ni caliente; sus espacios son siempre de la misma extensión, sus tiempos tienen siempre la misma duración; su masa no varía; sería lo mismo que es ahora si la humanidad fuera borrada de la faz de la Tierra. Pues, ¿qué es la luz en los textos de física?: una serie de ondas electromagnéticas; y el sonido es un movimiento vibratorio del aire y el agua, y el calor es un baile de moléculas; y todas estas cosas son independientes del hombre.

La física mira al mundo dejando "afuera" al hombre, por así decirlo; la psicología, por el contrario, describe al mundo como es en la experiencia del hombre: lo mira con el hombre "adentro".

... El mundo de la psicología contiene aspectos, tonos y sentimientos; es el mundo de la oscuridad y la luz, del ruido y del silencio, de lo áspero y de lo suave; su espacio es a veces grande y en ocasiones pequeño, como lo sabe todo aquél que siendo adulto ha vuelto al hogar de su niñez; su tiempo es a veces corto y en ocasiones largo; no tiene invariantes. Contiene también los pensamientos, emociones, recuerdos, imaginaciones, voliciones que uno naturalmente atribuye a la mente... la mente es simplemente el nombre que incluye todos estos fenómenos.

De estas cifras no debe concluirse que hay una diferencia fundamental entre la experiencia del físico y la del psicólogo. Titchener no niega que el físico tenga experiencia, sino que solamente pone énfasis en el hecho bien conocido de que la descripción que efectúa el físico de su mundo está realizada en términos de conceptos tales como ondas electromagnéticas, movimientos vibratorios y moléculas. Lógicamente, podría haber ido más allá y haber aclarado que el psicólogo también describe su mundo en términos conceptuales; pero éste es un asunto muy sutil y no parece necesario deternernos a discutirlo aquí.

En seguida, Titchener dice que en el mundo físico hay objetos como los cuerpos humanos, con sistemas nerviosos que los organizan en todos únicos, integrados, orgánicos. Hemos aprendido de un sinnúmero de fuentes que los fenómenos de la psicología se relacionan con ciertas actividades de estos sistemas nerviosos; por ejemplo, la destrucción de una parte del cerebro está frecuentemente ligada a la pérdida de alguna forma de experiencia, como la visión. De igual manera, las perturbaciones de la experiencia o la falta de experiencia pueden denotar la pérdida de cierta función cerebral. El "hombre dejado dentro" es, entonces, poco más que el sistema nervioso mismo. La psicología podría, incluso, definirse como el estudio de la mente (experiencia, fenómeno) considerada como dependiente del sistema nervioso, pues donde quiera que encontremos experiencia y fenómenos mentales también hallaremos un sistema nervioso. No todos los hechos nerviosos tinen un hecho mental paralelo, pero todo lo mental tiene una contrapartida en algo físico, que sucede en el cerebro como resultado de la estimulación de órganos de los sentidos y de los nervios.

En todo esto está implicado un dualismo filosófico, una diferencia entre cuerpo y mente, que lleva hasta Wundt y más allá, incluso hasta Descartes, aunque Titchener no habría aprobado el interaccionismo.

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