Según los últimos datos del Banco Mundial, sabemos que las emisiones promedio por persona fueron de alrededor de 5,25 toneladas métricas de CO₂ en España y 13 toneladas en Estados Unidos. Es una cifra mucho más baja que en el pasado, debido a que cada vez menos electricidad proviene del carbón y más de fuentes renovables.
Es cierto que esa caída ocurrió sin que la mayoría de la gente hiciera nada diferente. Sin embargo, para tener alguna posibilidad de acercarse a las emisiones netas de carbono cero para mediados de siglo –lo que se necesita para limitar el calentamiento global a un nivel "seguro"–, todos debemos hacer cambios en nuestros estilos de vida y hogares. Éstas son algunas ideas:
- Si debes conducir, hazte eléctrico: Un tercio de las emisiones de CO₂ de un hogar medio proviene del transporte por carretera. Si puedes vivir sin coche, mejor. Si no puede, cambiar a un automóvil eléctrico puede eliminar en gran medida las emisiones. Si no puede ser eléctrico, compra un vehículo más pequeño y que ahorre más combustible. Evita el diésel, por la contaminación del aire que produce.
- Cambia a una bomba de calor: Otro tercio de las emisiones de los hogares proviene de la calefacción. La instalación de una bomba de calor podría reducir la cifra a la mitad y, de paso, puede ahorrarte dinero a largo plazo. Pero ten en cuenta que este sistema sólo es adecuado para propiedades bien aisladas.
- No vueles con tanta frecuencia: Antes de las pandemia, alrededor de una décima parte de las emisiones domésticas procedían de vuelos. Los viajeros frecuentes pueden tener una enorme huella de carbono. Para hacernos una idea, volar de Madrid a Nueva York produce alrededor de 3,4 toneladas de CO₂ por pasajero, más o menos, el equivalente a poner 11.526 lavadoras.
- Consume menos carne y productos animales: En todo el mundo, cada vez se despeja más tierra para nuevas granjas, lo que es desastroso para la vida silvestre y libera mucho carbono por culpa de la deforestación. Contrariamente a la creencia popular, lo que comes importa mucho más que de dónde viene. Las emisiones por kilogramo de carne roja y queso pueden ser alrededor de cien veces más que las de nueces, frutas y verduras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario