1. Características del lenguaje.
El lenguaje humano presenta una serie de rasgos entre los que destacan:
- Es adquirido, aunque existen unos determinados condicionamientos innatos.
- Es articulado, es decir, con pocos elementos podemos formar mensajes infinitos, lo que a su vez pone de relieve la creatividad del lenguaje.
- Es convencional, porque no hay relación entre las señales y los objetos designados.
- Es simbólico, es decir, las palabras están "en lugar" de las cosas.
2. Las dimensiones del lenguaje
Contestar a la pregunta "¿qué es el lenguaje?" es analizar sus dimensiones básicas. Hablar, utilizar un lenguaje, es el proceso mediante el cual alguien dice algo a alguien a propósito de algo sirviéndose de un código en un determinado contexto de interacción. De manera que hacer uso de un lenguaje supone:
- la utilización correcta de unos signos; adoptar este punto de vista es analizar el lenguaje desde su dimensión sintáctica.
- emplear un lenguaje para hablar sobre algo, sobre una realidad; éste es el punto de vista semántico.
- el uso que de él hacen los sujetos en un contexto determinado; implica situarnos en un punto de vista pragmático.
Sintaxis, semántica y pragmática constituyen las tres partes fundamentales de la moderna ciencia de los signos: la semiótica, cuyo creador fue Ch. Morris.
3. ¿Para qué sirve?
Una vez caracterizado el lenguaje como sistema de signos, podemos preguntarnos para qué lo utilizamos, es decir, qué funciones tiene. Teniendo en cuenta las aportaciones de la lingüística, podemos destacar las siguientes funciones:
1. Función referencial: Mediante el lenguaje podemos transmitir una serie de informaciones, captar la realidad, interpretarla e informar sobre ella.
2. Función dialógica: Con el lenguaje nos comunicamos con los demás y exteriorizamos nuestros pensamientos. Es lugar de encuentro y de mediación humana.
3. Función social y cultural: El lenguaje pone de manifiesto determinados contextos sociales y culturales, transmite opiniones sociales, crea creencias y es vehículo de formación de opinión.
Utilizando una metáfora, podríamos comparar el lenguaje con una red mediante la cual unos pescadores cogen peces del mar. Así, interpretando la metáfora, tenemos que: los pescadores son el emisor y el receptor del mensaje; la red es el código lingüístico; los peces pescados son la realidad dicha con el lenguaje, y la forma de pescar hace referencia a los usos sociales y costumbres de esos marineros concretos.
Por otro lado, cada uno de estos aspectos del lenguaje y sus funciones son analizados por saberes diferentes. La lingüística se interesa básicamente por los códigos (la red); la sociología, por el contexto social y cultural (por la barca, la familia, la aldea, etc.); la psicología, por cada uno de los que entablan comunicación (los pescadores). Y quedarían aspectos como la función referencial o la dimensión dialógica, entre otros, que son abordados por varias disciplinas a la vez, entre ellas la filosofía. Esta se ha centrado tradicionalmente en el lenguaje como captación del mundo y como forma de comunicación. Una filosofía del lenguaje actual tendría que tratar todos los aspectos.
4. ¿Cómo aprendemos a hablar?
A cualquier persona le puede asombrar la facilidad con la que un niño aprende su idioma. Para explicar este hecho, aparentemente tan sorprendente, se suelen utilizar dos teorías:
1. Teoría conductista: Según esta teoría, cuyo máximo representante es el psicólogo B. F. Skinner, el niño balbucea y, de repente, parece decir "mamá", lo que provoca la alegría de su madre, que está a su lado; esta alegría que el niño percibe actúa de refuerzo positivo. Esta teoría explica adecuadamente la adquisición de vocabulario; ahora bien, adquirir vocabulario no es dominar una lengua. Ser capaz de hablar un idioma no es sólo conocer palabras, también lo es conocer y usar una serie de reglas de combinación. Estas reglas constituyen la sintaxis o gramática de una lengua. La teoría conductista, no obstante, no puede explicar cómo el niño es capaz de aprender o conocer tantas reglas. Por eso se propone una nueva teoría.
2. Teoría innatista: Según esta teoría, la sintaxis y las reglas gramaticales básicas son innatas, no se aprenden. Esta capacidad para utilizar un lenguaje y aprender palabras se denomina "competencia gramatical universal", la cual es única para todas las lenguas. El defensor de esta teoría es el lingüista norteamericano N. Chomsky.
5. Aprendiendo a hablar
Actualmente se están desarrollando muchos estudios sobre el aprendizaje de las palabras en los niños. El pionero de este tipo de investigaciones fue J. Piaget, uno de los fundadores de la psicología evolutiva. Según él, el niño desarrolla el lenguaje, el pensamiento o la moral de una manera progresiva: desde lo más concreto y cercano hacia lo más universal y abstracto. En muy pocos años, el niño es capaz de entender y decir miles de palabras.
Las principales etapas en la adquisición del lenguaje son las siguientes:
- En los primeros seis meses los niños emiten sonidos y gritos que se identificarán cada vez más con los fonemas vocálicos y consonánticos de aquel idioma que escuche.
- Hasta los doce meses el niño produce vocalizaciones repetidas y pronuncia palabras por imitación. Es más capaz de entender lo que se le dice que de producir palabras con sentido. Puede articular palabras para referirse a personas u objetos que le rodean.
- Del año a los dos años ya es capaz de construir frases breves de modo correcto.
- A partir de los dos años el niño empieza a formar frases más largas y gramaticalmente correctas y, sobre todo, a ampliar su vocabulario.
Por otra parte, las aportaciones de las ciencias cognitivas son cada vez más importantes en este campo, pues permiten estudios psicológicos de los procesos de aprendizaje lingüístico desde su referencia cerebral. Con las modernas técnicas que fotografían el cerebro en funcionamiento podemos "ver", sorprendentemente, cómo se reconocen los sonidos.
sábado, 10 de mayo de 2014
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