La costumbre de celebrar en común determinados acontecimientos sociales y familiares contribuye al mantenimiento de la estabilidad y la cohesión sociales. |
Entre las primeras, cabe destacar los usos y las costumbres; entre las segundas, las normas jurídicas.
a. Los usos y las costumbres: Se entiende por usos y costumbres determinadas formas de comportamiento o vigencias sociales surgidas de forma espontánea y desconocida que, de alguna manera, poseen fuerza coercitiva en el seno de determinados grupos.
Los usos y costumbres regulan numerosas formas de comportamiento cotidiano; por ejemplo, el saludo (no saludamos de la misma forma a los amigos que al jefe) o la forma de vestirse (no utilizamos el mismo atuendo para ir a la discoteca que para asistir a una boda).
Normalmente, la violación de los usos y costumbres suele llevar implícitamente una sanción de tipo afectivo: crítica, burla, desprecio, que frecuentemente, sobre todo si la costumbre infringida es vivida como importante, puede ser contundente y poseer un efecto profundamente correctivo.
b. Las normas jurídicas: Estas normas suponen la existencia de un Estado con capacidad para llevar a cabo el control social y para establecer un conjunto de sanciones de tipo coercitivo que defiendan el orden social.
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