Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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sábado, 22 de julio de 2017

El espacio ético

1. Las condiciones para el desarrollo de la persona
Al espacio en donde se dan las condiciones para el desarrollo de la persona, tanto materiales como morales, lo llamamos espacio ético.
Entre las condiciones necesarias que deben darse en ese espacio ético para que una persona se desarrolle en plenitud destacan el respeto a la dignidad, la igualdad y la libertad de todos los seres humanos.
  • La dignidad implica disponer de unas condiciones materiales y sociales mínimas que permitan a la persona tener una vida adecuada, pero también debemos considerar que la persona es un fin en sí misma y no un medio para fines propios o ajenos.
  • La igualdad supone relacionarse de igual a igual con las personas del entorno sin ningún tipo de discriminación o desventaja por razones de sexo, raza, religión, ideas políticas o cualquier otra.
  • La libertad implica que la persona, hombre o mujer, pueda tomar decisiones responsablemente, sin condicionantes externos o coacciones.
Efectivamente, toda persona tiene que ser libre para poder hacer con su vida lo que estime más conveniente. Si no somos libres, no podremos hacernos responsables de nuestros actos.

2. El ejercicio de la libertad
La libertad es la facultad natural que tiene el hombre para obrar de una manera u otra, o para no obrar. Se trata de una cualidad íntimamente relacionada con la responsabilidad, ya que sólo un hombre libre puede responsabilizarse de sus actos.
¿Somos realmente libres? En muchas ocasiones las actividades del hombre están condicionadas por las circunstancias en las que le ha tocado vivir (lugar, época histórica, entorno, etc.).
Así, en el ejercicio de la libertad el ser humano encuentra los siguientes límites:
  • Las pautas de conducta que le indican lo que debe y lo que no debe hacer.
  • El hecho de vivir en comunidad, que le impone la necesidad de limitar su libertad para garantizar la libertad ajena.
Muchos pensadores opinan que, aun así, el ser humano puede elegir a pesar de cualquier límite o condicionante que se le imponga.
El ejercicio de la libertad puede observarse desde dos dimensiones:
  • Desde la dimensión actual permite la realización personal.
  • Desde la dimensión histórica favorece que las sociedades sean cada vez más justas.
Ambas dimensiones están estrechamente conectadas. Lo que hagamos en la historia condiciona nuestras posibilidades presentes de realización personal y, a su vez, éstas sientan las bases de lo que será la sociedad futura.

El valor del ser humano
El ser humano, considerado como persona, está situado por encima de cualquier precio, porque, como tal, no puede valorarse sólo como medio para fines ajenos, incluso para sus propios fines, sino como fin en sí mismo; es decir, posee una dignidad (un valor interno absoluto), gracias a la cual infunde respeto a todos los demás seres racionales del mundo, puede medirse con cualquier otro de esta clase y valorarse en pie de igualdad.
Immanuel Kant, Metafísica de las costumbres

¿Somos libres?
En la Antigüedad, un filósofo romano discutía con un amigo que le negaba la libertad humana y aseguraba que todos los hombres no tienen más remedio que hacer lo que hacen. El filósofo cogió un bastón y comenzó a darle estacazos con toda su fuerza: "¡Para ya, no me pegues más!", le decía el otro. Y el filósofo, sin dejar de zurrarle, continuó argumentando: "¿No dices que no soy libre y que lo que hago no tengo más remedio que hacerlo? Pues entonces no gastes saliva diciendo que pare: soy automático".
Fernando Savater, Ética para Amador

¿Qué es la libertad?

La libertad es aquella disposición al obrar que sólo limita con la libertad del otro. Es la condición de posibilidad de convivencia.
Immanuel Kant

La libertad, como modo de vida, es un logro, y, por tanto, requiere esfuerzo y formación de la inteligencia y el carácter.
Peter Berkowitz

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
Miguel de Cervantes

Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.
Franz Grillparzer

La libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix
 

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