Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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domingo, 6 de enero de 2019

Trastornos de la personalidad

¿Por qué hablar específicamente de trastornos de la personalidad cuando todos lo son? La conveniencia de una categoría aparte es dejar más claro que no se trata de episodios pasajeros, sino de formas de ser alejadas de lo que se considera normalidad, que aparecen ya en la infancia y pueden durar toda la vida. Dentro de este apartado mencionaremos diferentes tipos de personalidad:

1. La personalidad esquizoide se caracteriza por la ausencia de deseo o nula habilidad del sujeto para entablar relaciones sociales, así como una marcada frialdad y distancia sentimental respecto a los demás. Se trata de personas solitarias que por lo general no tienen amigos ni relaciones sentimentales.
2. La personalidad paranoide se manifiesta por la suspicacia y desconfianza hacia los otros, cuyas intenciones son siempre interpretadas como maliciosas; además, estas personas son rencorosas, rechazan las críticas y se ven a sí mismas como racionales y objetivas.
3. Compartiendo aspectos de las dos anteriores, la personalidad esquizotípica se manifiesta también como una suspicacia frente a los demás y tendencia a evitar las relaciones sociales, en este caso debido por la general a creencias "mágicas" y comportamientos extraños (por ejemplo, creer estar siendo permanentemente observado, percibir a alguien a quien nadie más ve, tomar precauciones para que nadie sepa lo que uno está pensando, etc.).
4. La personalidad dependiente se da en aquellos que son incapaces de tomar decisiones por sí mismos y de tener una mínima autonomía personal; en algunos casos utilizan su condición como un chantaje sentimental dirigido a las personas por las que temen ser abandonados.
5. La personalidad evitativa, superficialmente parecida a la esquizoide por su tendencia al aislamiento, en realidad es propia de los que sí desean tener amigos y relaciones sociales, pero su timidez, complejo de inferioridad y miedo al rechazo se lo impiden.
6. La personalidad narcisista se caracteriza por una autoimagen exageradamente positiva, acompañada de fantasías de éxito, comportamientos arrogantes, necesidad de sentirse admirado y falta de empatía hacia los demás.

Reflejos en el agua de la Fuente de Narciso en los jardines del Palacio de Aranjuez (Madrid)
7. La personalidad limítrofe se da en sujetos impulsivos e inestables, con dificultad para controlar la ira y fuerte tendencia a la autodestrucción (abuso de alcohol y drogas, inclinaciones suicidas, etc.).
8. La personalidad histriónica, superficialmente parecida a la narcisista, se manifiesta como una exagerada atención a la propia imagen y necesidad de ser siempre el centro de atención, pero a la vez como una debilidad de carácter propia de personas altamente influenciables y demasiado sensibles a las críticas.
9. La personalidad obsesivo-compulsiva, también conocida como "personalidad perfeccionista" o "trastorno anancástico", se manifiesta como una obsesión por el orden, la perfección y el control que interfiere con el desarrollo normal de las actividades personales y relaciones sociales.
10. La personalidad antisocial, también llamada "psicopatía" o "sociopatía", es propia de los que manipulan a los demás en su propio beneficio y engañan, roban, causan daños físicos o morales e incluso matan sin ningún sentimiento de culpa. Aunque esta personalidad parece apropiada para delincuentes, puede encontrarse también en personas que no llegan al crimen por motivos puramente egoístas (los que Iñaki Piñuel llama "psicópatas organizados"); además, no hay que pensar que todos los criminales tienen este trastorno: de hecho, muchos de ellos establecen lazos afectivos verdaderos con familiares, amigos o cómplices de delitos, lo que para una personalidad antisocial es imposible.

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