Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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jueves, 6 de octubre de 2011

Inteligencia emocional, de Daniel Goleman

"Inteligencia emocional" se publicó en nuestro país en 1996, justo un año después de convertirse en un superventas en Estados Unidos. Este libro me lo regaló una compañera de trabajo, en las navidades de 1997. Ahora lo he leído por segunda vez, y se nota el tiempo que ha pasado desde su publicación: a nivel teórico, digamos que se ha completado ya con otros muchos estudios que amplificaron las ideas iniciales; pero a nivel práctico, sí tiene aún vigencia, ya que queda mucho por aplicar de sus interesantes propuestas.
He recogido aquellos párrafos que merecen un repaso detenido. Haré mención al capítulo, y a las páginas en que aparecen.

Parte II. La naturaleza de la inteligencia emocional
3. Cuando el listo es tonto
(...) toda persona es el resultado de la combinación, en distintas proporciones, entre el CI y la inteligencia emocional. (...) Ambas imágenes, pues, se presentan combinadas porque toda persona posee inteligencia cognitiva e inteligencia emocional, aunque lo cierto es que la inteligencia emocional aporta, con mucha diferencia, la clase de cualidades que más nos ayudan a convertirnos en auténticos seres humanos.
Página 84

6. La aptitud maestra
Seligman define al optimismo en función de la forma en que la gente se explica a sí misma sus éxitos y sus fracasos. Los optimistas consideran que los fracasos se deben a algo que puede cambiarse y, así, en la siguiente ocasión en la que afronten una situación parecida pueden llegar a triunfar. Los pesimistas, por el contrario, se echan las culpas de sus fracasos, atribuyéndolos a alguna característica estable que se ven incapaces de modificar.
(...) el optimismo (...) es un buen predictor del éxito académico. (...) Es la combinación entre el talento razonable y la capacidad de perseverar ante el fracaso lo que conduce al éxito. (...) "Yo creo que, dado un determinado nivel de inteligencia, el logro real no depende tanto del talento como de la capacidad de seguir adelante a pesar de los fracasos" (Seligman, 1987).
Páginas 150 - 151

7. Las raíces de la empatía
La conciencia de uno mismo es la facultad sobre la que se erige la empatía, puesto que, cuanto más abiertos nos hallemos a nuestras propias emociones, mayor será nuestra destreza en la comprensión de los sentimientos de los demás.
Página 162

A diferencia de la mente racional, que se comunica a través de las palabras, las emociones lo hacen de un modo no verbal. De hecho, cuando las palabras de una persona no coinciden con el mensaje que nos transmite su tono de voz, sus gestos  u otros canales de comunicación no verbal, la realidad emocional no debe buscarse tanto en el contenido de las palabras como en la forma en que nos está transmitiendo el mensaje. Una regla general utilizada en las investigaciones sobre la comunicación afirma que más del 90% de los mensajes emocionales es de naturaleza no verbal (la inflexión de la voz, la brusquedad de un gesto, etc.) y que este tipo de mensaje suele captarse de manera inconsciente, sin que el interlocutor repare, por cierto, en la naturaleza de lo que se está comunicando y se limite tan sólo a registrarlo y responder implícitamente.
Páginas 164 - 165

8. Las artes sociales
(...) cuatro habilidades identificadas por Hatch y Gardner como los elementos que componen la inteligencia emocional:
  • Organización de grupos. La habilidad esencial de un líder consiste en movilizar y coordinar los esfuerzos de un grupo de personas. Ésta es la capacidad que podemos advertir en los directores y productores de teatro, en los oficiales del ejército y en los dirigentes eficaces de todo tipo de organizaciones y grupos. En el patio de recreo se trata del niño que decide a qué jugarán, el niño que termina conviertiéndose en el capitán del equipo.
  • Negociar soluciones. El talento del mediador consiste en impedir la aparición de conflictos o en solucionar aquéllos que se declaren. Las personas que presentan esta habilidad suelen descollar en el mundo de los negocios, en el arbitrio y la mediación de conflictos y también pueden hacer carrera en el cuerpo diplomático, en el mundo del derecho, como intermediarios o como consejeros de empresa. Son los niños, en nuestro caso, que resuelven las disputas que se presentan en el patio de recreo.
  • Conexiones personales. (...) [Esta habilidad] se asienta en la empatía, favorece el contacto con los demás, facilita el reconocimiento y el respeto por sus sentimientos y sus intereses y permite, en suma, el dominio del sutil arte de las relaciones. Estas personas saben "trabajar en equipos" y suelen ser consortes responsables y buenos amigos o compañeros de trabajo; en el mundo de los negocios son buenos vendedores o ejecutivos y también pueden ser excelentes maestros. Los niños (...) suelen llevarse bien con casi todo el mundo, no tienen dificultades para jugar con otros niños y disfrutan haciéndolo. Estos niños tienden a ser muy buenos leyendo las emociones de las expresiones faciales y también son muy queridos por sus compañeros.
  • Análisis social. Esta habilidad consiste en ser capaces de detectar e intuir los sentimientos, los motivos y los intereses de las personas, un reconocimiento que suele fomentar el establecimiento de relaciones con los demás y su profundización. En el mejor de los casos, esta capacidad les convierte en competentes terapeutas o consejeros psicológicos y, en el caso de combinarse con el talento literario, produce novelistas y dramaturgos muy dotados.
El conjunto de todas estas habilidades constituye la materia prima de la inteligencia interpersonal, el ingrediente fundamental del encanto, del éxito social e incluso del carisma. Las personas socialmente inteligentes pueden conectar fácilmente con los demás, son diestros en leer sus reacciones y sus sentimientos y también pueden conducir, organizar y resolver los conflictos que aparecen en cualquier interacción humana. Ellos son los líderes naturales, las personas que saben expresar los sentimientos colectivos latentes y articularlos para guiar al grupo hacia sus objetivos.
Páginas 194 - 195

Parte III. Inteligencia emocional aplicada
10. Ejecutivos con corazón
Permítanme ahora destacar tres facetas diferentes de la inteligencia emocional: la capacidad de expresar las quejas en forma de críticas positivas, la creación de un clima que valore la diversidad y no la convierta en una fuente de fricción y el hecho de saber establecer redes eficaces.
Página 242

11. La mente y la medicina
El pesimismo -al igual que la depresión- tiene su precio, mientras el optimismo, por el contrario, supone considerables ventajas. (...)
La esperanza, al igual que su pariente cercano el optimismo, también constituye un factor curativo. En este sentido, las personas esperanzadas se muestran complensiblemente más capaces de superar los retos que les presente la vida, incluyendo los problemas mentales.
Páginas 282 - 283

Daniel Goleman
Parte IV. Una puerta abierta a la oportunidad
12. El crisol familiar
El rendimiento escolar del niño depende del más fundamental de todos los conocimientos, aprender a aprender. Veamos ahora los siete ingredientes clave de esta capacidad fundamental (por cierto, todos ellos relacionados con la inteligencia emocional) (...):
  1. Confianza. La sensación de controlar y dominar el propio cuerpo, la propia conducta y el propio mundo. La sensación de que tiene muchas posibilidades de éxito en lo que emprenda y que los adultos pueden ayudarle en esa tarea.
  2. Curiosidad. La sensación de que el hecho de descubrir algo es positivo y placentero.
  3. Intencionalidad. El deseo y la capacidad de lograr algo y de actuar en consecuencia. Esta habilidad está ligada a la sensación y a la capacidad de sentirse competente, de ser eficaz.
  4. Autocontrol. La capacidad de modular y controlar las propias acciones en una forma apropiada a su edad; la sensación de control interno.
  5. Relación. La capacidad de relacionarse con los demás, una capacidad que se basa en el hecho de comprenderles y de ser comprendido por ellos.
  6. Capacidad de comunicar. El deseo y la capacidad de intercambiar verbalmente ideas, sentimientos y conceptos con los demás. Esta capacidad exige la confianza en los demás (incluyendo a los adultos) y el placer de relacionarse con ellos.
  7. Cooperación. La capacidad de armonizar las propias necesidades con las de los demás en las actividades grupales.
Página 304

13. Trauma y reeducación emocional
Como ha demostrado un reciente estudio realizado con supervivientes del holocausto nazi, la impronta del terror -y el pertinaz estado de hiperalerta resultante- puede perdurar toda la vida. Cincuenta años después de haber perecido casi de inanición, de haber presenciado el asesinato de sus seres más queridos y de haber sobrevivido al terror constante de los campos de exterminio nazi, los recuerdos obsesivos seguían siendo particularmente vívidos. (...) Medio siglo más tarde, el 60% de los entrevistados reconoció que pensaba a diario en el holocausto y ocho de cada diez manifestaron sufrir frecuentes pesadillas. Como dijo un superviviente: "No sería normal si después de haber sobrevivido a Auschwitz no tuviera pesadillas".
Páginas 316 - 317