1. La verdad como correspondencia
Para esta teoría, la verdad es la correspondencia entre el entendimiento y la realidad, y el lugar en que esta correspondencia se produce es en el lenguaje, en concreto en la proposición. También ha sido denominada teoría de la adecuación. Una proposición es verdadera si coincide con la realidad. La primera formulación nos la encontramos ya en Aristóteles: "Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, es lo falso; decir de lo que es que es y de lo que no es que no es, es lo verdadero". Es una teoría que concuerda con el sentido común. Ha sido muy defendida a lo largo de la historia del pensamiento: Santo Tomás, como buen aristotélico, la desarrolló; Kant hace también una defensa de esta teoría, aunque dándole un nuevo sentido, y más recientemente ha sido esgrimida por el "primer" Wittgenstein, según el cual "el lenguaje pinta la realidad". Esta teoría está asociada con el "realismo ingenuo".
Detrás de su sencillez se encierran innumerables dificultades que originarán nuevas teoría y reinterpretaciones: ¿en qué consiste "adecuarse" a la realidad?, ¿cómo algo mental puede adecuarse?, ¿a qué realidad se corresponde?
2. La verdad como coherencia
Según esta teoría, una proposición es verdadera si concuerda con el resto de las proposiciones consideradas. La verdad reside en la coherencia con el resto de las verdades asumidas; se reduce pues a la no contradicción. Es una teoría que, a diferencia de la anterior, no establece una comparación entre entendimiento (o lenguaje) y realidad, sólo se fija en el entendimiento o sistema de proposiciones. Si la teoría anterior tendía al realismo, ésta lo hace al idealismo. Ha sido una posición muy defendida por las ciencias formales, y por aquellos filósofos que se han ocupado de éstas.
3. La verdad como utilidad
Estamos ante la teoría pragmática de la verdad. Una afirmación es verdadera si con ella obtenemos buenos resultados. Es una teoría muy parecida en el fondo con la primera, aunque aquí la adecuación no es con una realidad fija o estable, sino con una situación; algo es verdadero si permite efectos positivos en la situación dada. Pero como las situaciones cambian, la adecuación con la situación también cambiará, por lo que la verdad está sometida a variación histórica. Esta teoría ha sido defendida por filósofos como Ch. Peirce,
J. Dewey y, sobre todo, por W. James.
4. La verdad como perspectiva
Lo que llamamos realidad puede ser visto desde diferentes perspectivas y cada una de ellas es verdadera. La verdad es un conjunto de perspectivas. La perspectiva es una visión sobre la realidad, un punto de vista que va a venir dado por nuestras circunstancias o intereses. Esta teoría señala que la verdad no es algo absoluto independiente del sujeto. El sujeto que observa juega un papel importante y decisivo como intérprete del mundo. Posiciones perspectivas son las defendidas por F. Nietzsche y J. Ortega y Gasset.
5. Difícil verdad
Juan Gris: Tazas de té El cubismo trata de plasmar en un lienzo las distintas perspectivas que existen sobre la realidad. |
Nos resulta muy fácil hablar de la verdad y todos tenemos experiencia de saber muchas cosas "de verdad". Pero, ¡qué difícil resulta a veces ponernos de acuerdo sobre lo que consideramos verdad! Si estuviéramos solos en el mundo quizá fuera fácil. También en la aproximación a la verdad cada uno de nosotros ha de contar con los demás. Mi perspectiva, mi visión de las cosas, ha de entrar en diálogo con otras visiones. ¿Cómo ponernos de acuerdo cuando las perspectivas son tan diversas?
El perspectivismo
Desde distintos puntos de vista, dos hombres miran el mismo paisaje. Sin embargo, no ven lo mismo. La distinta situación hace que el paisaje se organice entre ambos de distinta manera. ¿Tendría sentido que cada cual declarase falso el paisaje ajeno? Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro. Pero tampoco tendría sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir en sus paisajes, los juzgasen ilusorios. Esto supondría que hay un tercer paisaje auténtico, el cual no se halla sometido a las mismas condiciones que los otros dos. Ahora bien, ese paisaje arquetipo no existe ni puede existir. La realidad cósmica es tal, que solo puede ser vista desde una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un concepto absurdo.
Cada vida es un punto de vista sobre el universo. En rigor, lo que ella ve no lo puede ver otra. Cada individuo -persona, pueblo, época- es un órgano insustituible para la conquista de la verdad. He aquí cómo ésta, que por sí misma es ajena a las variaciones históricas, adquiere una dimensión vital.
La realidad, como un paisaje, tiene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y auténticas. La sola perspectiva falsa es ésa que pretende ser la única.
J. Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo (adaptado)
Verdad: ¿el acuerdo de todos?
- ¿De manera que no hay verdad?
- Sí; el acuerdo de todas las inteligencias en una misma cosa es lo que llamamos verdad. Fuera de los axiomas lógicos y matemáticos, en los cuales no se puede suponer que no hay unanimidad, en los demás todas las verdades tienen como condición el ser unánimes.
- Entonces, ¿son verdades porque son unánimes?
- No; son unánimes porque son verdades. Si usted me dice: la gravedad es verdad, porque es una idea unánime, yo le diré: no; la gravedad es unánime porque es verdad. Hay alguna diferencia. Para mí, dentro de lo relativo de todo, la gravedad es una verdad absoluta.
- Para mí, no; puede ser una verdad relativa.
- No estoy conforme -dijo Andrés-. Sabemos que nuestro conocimiento es una relación imperfecta entre las cosas exteriores y nuestro yo.
P. Baroja, El árbol de la ciencia (adaptado)