Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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sábado, 27 de enero de 2018

¿Qué son los derechos humanos?

Seamos claros: la tortura no puede ser jamás un instrumento para luchar contra el terror, porque la tortura es un instrumento de terror. Hoy volvamos a comprometernos a defender los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y a eliminar de la faz de la Tierra la lacra de la tortura.
Kofi Annan, Secretario Geneal de la ONU en el Día de los Derechos Humanos (10 de diciembre de 2005)

1. Derechos y deberes. Derechos humanos
La expresión tengo derecho a algo se refiere a la facultad de hacer o de exigir a otros que se comporten de una determinada manera.
  • Los derechos son garantías, libertades, prerrogativas, etc., que las personas poseen. Pueden estar o no garantizados por la ley, y tienen como objetivo brindar protección y seguridad a todos los ciudadanos. Cada derecho lleva aparejado el cumplimiento de un deber.
  • Los deberes son reglas, leyes o normas que regulan nuestra convivencia en la sociedad y que estamos obligados a cumplir.
Llamamos derechos fundamentales o derechos humanos a aquellas condiciones que todo ser humano posee por el mero hecho de serlo, y cuya realización efectiva resulta indispensable para su desarrollo integral. Los derechos humanos pertenecen a todos los hombres sin excepción ni distinción de ninguna clase.

Una definición de los derechos humanos
Los derechos humanos son libertades y garantías fundamentales de la persona, que derivan de su dignidad, que obligan a todos los estados miembros de la comunidad internacional, y que señalan la frontera entre la barbarie y la civilización.
Hernando Valencia Villa, Diccionario de Derechos Humanos

Derechos y deberes
Una declaración de derechos es también, recíprocamente, una declaración de deberes. Cualquiera que sea mi derecho como hombre es también el derecho de otro, y es mi deber garantizarlo, igual que poseerlo.
Thomas Paine, Los Derechos del hombre

Los derechos humanos
Por derechos humanos entendemos aquellas exigencias morales de libertad, igualdad y dignidad humanas que "deberían" ser reconocidas positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional y en caso óptimo a nivel internacional.
Javier Muguerza, Derechos humanos y ética pública

2. Derechos individuales y derechos sociales
Los derechos pueden tener una dimensión individual, si hacen referencia a una sola persona, o colectiva, si se refieren a un grupo o asociación de personas. En el primer caso hablamos de derechos individuales, y en el segundo de derechos sociales.
  • Los derechos individuales son exigencias fundamentales de la persona. Históricamente se han centrado en la libertad. El derecho a la vida y a la libertad de expresión son algunos de ellos.
  • Los derechos sociales giran en torno a la igualdad y la solidaridad: por ejemplo, el derecho a la educación, a la salud y a recibir información.
El número de derechos humanos ha ido ampliándose progresivamente. En una primera generación de derechos sólo se contemplaban los derechos civiles y políticos de los individuos. Posteriormente, en la segunda generación se incluyeron los sociales, económicos y culturales. Por último, como respuesta a la cooperación entre naciones, se aprobó una tercera generación de derechos: los de la solidaridad, el medio ambiente, la paz y el desarrollo de los pueblos.


Un derecho de la humanidad
Se ha avanzado tanto en el establecimiento de una comunidad más o menos estrecha entre los pueblos de la Tierra, que la violación del derecho en un punto del planeta repercute en todos los demás. La idea de un derecho cosmopolita no resulta una representación fantástica ni extravagante, sino que completa el código no escrito del derecho político y del derecho de gentes en un derecho público de la humanidad, siendo un complemento de la paz perpetua al constituirse en condición para una continua aproximación a ella.
Immanuel Kant, Hacia la paz perpetua

viernes, 26 de enero de 2018

El error de Descartes

El error de Descartes fue una recomendación de la ponente en un curso que hice para equipos directivos de educación hace ya al menos dos años. Entonces lo compré y lo he ido leyendo a ratos en algunas de las mañanas cuando iba en el tren hacia el trabajo. Ha sido recientemente, para ayudarme en la preparación de mis clases, cuando lo he trabajado con un mayor detenimiento.
Su autor, Antonio Damasio, es un neurocientífico portugués, nacido en 1944, profesor en la Universidad del Sur de California y Premio Príncipe de Asturias en 2005. Publicó por primera vez este libro en 1994.
La famosa proposición de Descartes "Pienso, luego existo" es, a juicio de Damasio, un error: primero existimos y después pensamos; es decir, el orden correcto sería "Existo, luego pienso". La mente surge del cerebro, y no sólo del cerebro, sino del cuerpo completo de un individuo que se desarrolla en un entorno físico y social. La mente consciente emerge, por tanto, de las representaciones (imágenes) que nuestro cerebro construye a partir de nuestras experiencias, conocimientos y emociones vividas.
Es así una lectura imprescindible para abordar el problema mente-cerebro y entender la interdependencia de las emociones y de la razón, de las estructuras internas del cerebro emocional y de los procesos mentales más racionales del neocórtex.

sábado, 20 de enero de 2018

Influencias sociales e individuales en la percepción

1. Influencias culturales
Junto a las leyes generales de configuración de estímulos, que los gestaltistas han considerado innatas, se han estudiado también los factores de origen educativo y cultural. Su incidencia es tal que se establecen notables variaciones perceptivas entre una u otra cultura, e incluso entre los individuos pertenecientes a un mismo grupo y que han recibido una educación semejante.
El antropólogo Colin Turnbull, que estudiaba a los pigmeos de El Congo, habitantes de selvas espesas, en cierta ocasión caminó hasta la sabana acompañado de un guía pigmeo. Allí vieron a lo lejos una manada de búfalos, y entonces el pigmeo le preguntó qué insectos eran aquellos. Al explicarle que no eran insectos sino búfalos, el pigmeo no podía entender que unos búfalos pudieran parecer tan pequeños: en la selva no estaba acostumbrado a percibir a grandes distancias y no podía entender que un animal grande se volviera pequeño simplemente porque estuviera lejos.
Son bastante conocidos los estudios realizados sobre la influencia del lenguaje en la percepción. Por ejemplo, los colores verde y azul, próximos en el espectro visible, pueden ser nombrados con una sola palabra o con dos. ¿Se puede decir que los pueblos que sólo disponen de una palabra ven el mismo color, mientras que los otros ven dos colores diferentes? Lo mismo ocurre con el color blanco: para un occidental se trata de un solo color y dispone de una sola palabra para nombrarlo, mientras que un esquimal dispone de hasta veintidós vocablos diferentes.
Es evidente la función adaptativa de los efectos del lenguaje y la cultura en el modo de percibir la realidad: un occidental no necesita discriminar entre diferentes tipos de blanco, ya que se trata únicamente de un color más: el esquimal vive rodeado de blancos con distintos significados, uno significa nieve firma y segura, mientras que otro denota peligro, etc. Su vida puede depender de distinguir estas tonalidades y la forma más segura es disponer de palabras distintas para hacerlo.

¿Dónde está reunida esta familia? Los africanos respondieron que estaban bajo un árbol y que la mujer llevaba una caja sobre la cabeza; un occidental, por el contrario, responderá que están dentro de una habitación y que lo que hay detrás de la mujer es una ventana.
2. Influencias individuales
No debemos olvidar la influencia en la percepción de factores psicológicos individuales tales como la motivación o las expectativas de cada uno. En experimentos con figuras indefinidas se ha podido comprobar que, si las mismas imágenes se muestran a dos grupos de personas, unos que acaban de comer y otros que llevan varias horas sin hacerlo, los sujetos del segundo grupo percibirán muchas más elementos relacionados con la comida que los del primer grupo. La razón, en este caso, es fácil de entender: el deseo o la necesidad condicionan la percepción.
Esta comprobación se puede extender más allá del impulso estrictamente biológico (alimenticio, sexual...) a otras motivaciones de tipo cultural. Un aficionado a la música percibirá con mayor rapidez y finura todo lo relacionado con este campo. El interés individual del alumno puede determinar que la misma clase de psicología sea un tostón insoportable o una experiencia fascinante. Por supuesto, en el primer caso la mayor parte de los detalles de la explicación pasarán desapercibidas.
Otro factor que influye notablemente son las expectativas y actitudes previas a la aparición de ciertos estímulos. En otro experimento se proyecta una imagen difuminada y se pide a los sujetos que adivinen de qué objeto se trata. A continuación, la imagen se va enfocando y se pide a los mismos sujetos que, tan pronto como sepan con seguridad qué objeto están percibiendo, pulsen un botón. Pues bien, los que acertaron la primera vez tardaron bastante menos que el resto en apretar el botón: simplemente tuvieron que confirmar una expectativa anterior, mientras que los otros deben primero rechazar otra expectativa distinta (falsa) y sustituirla por la creencia verdadera, que tenía también que ser confirmada.
Frederic Bartlett llevó a cabo un experimento para demostrar la existencia de esquemas perceptivos y mnémicos que dan sentido (a veces distorsionándolos) a los datos sensibles. Se trataba de mostrar un dibujo a un sujeto, que éste debía tratar de reproducir lo más exactamente que pudiera, después esta reproducción se mostraba a un segundo sujeto que hacía lo mismo que el primero, luego a un tercero, etc. Los resultados muestran la aproximación sucesiva de los dibujos a un modelo socialmente reconocible.
La psicología social ha estudiado la influencia del prejuicio en la percepción. Gordon Allport y Bernard Kramer realizaron un experimento con dos grupos de personas, unos con prejuicios raciales contra los judíos y otros sin ellos. Se proyectaron veinte diapositivas de hombres de raza blanca y se pidió a los sujetos que discriminaran cuáles era de origen judío. Sorprendentemente, las personas con prejuicios raciales tuvieron un porcentaje muy superior de aciertos. Allport y Kramer concluyeron que las personas con actitudes y juicios previos sobre un fenómeno son más selectivas y más discriminadoras en la percepción de dicho fenómeno.
En otro experimento, el mismo Allport mostró a varias personas blancas el dibujo de un hombre blanco con un cuchillo en la mano sentado en el autobús junto a un hombre negro. Al preguntarles después por los detalles del dibujo, un porcentaje soprendentemente alto "recordaba" que el cuchillo estaba en la mano del hombre negro.
En conclusión, se puede decir que generalmente vemos lo que esperamos o queremos ver; en ocasiones, esto nos ayuda a fijar la atención en los detalles relevantes pero otras veces simplemente produce una percepción deformada de la realidad.  

sábado, 13 de enero de 2018

La ley y el respeto a los derechos

1. La ley como garantía de los derechos
Todos estamos obligados por las leyes y, a la vez, las leyes nos permiten vivir en sociedad con unas ciertas garantías de justicia, libertad e igualdad.
Las leyes determinan el comportamiento lícito, conveniente o adecuado, en cualquier ámbito, organizan nuestra vida en sociedad y hacen posible la convivencia democrática.
En todo Estado constitucional, la ley se apoya sobre dos principios:
  • El principio de legalidad. La ley es debatida, aprobada y promulgada por los órganos constitucionalmente competentes.
  • El principio de legitimidad. La ley cuenta con la aprobación voluntaria de todos los afectados por la misma y no contiene una injusticia manifiesta o aspectos abusivos.
Así, la ley responde a la aspiración de justicia que está presente en todo ordenamiento jurídico, y ha de ser reconocida y aceptada por todos los ciudadanos.

2. Desobediencia civil y objeción de conciencia
La desobediencia civil es un acto público no violento, consciente y político, contrario a la ley, cometido con el propósito de ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno.
Para el filósofo norteamericano J. Rawls sólo está justificado desobedecer la ley si se cumplen tres condiciones:
  • Las posibilidades de acción legal se han agotado.
  • La protesta se dirige contra un caso concreto de injusticia manifiesta.
  • Las actividades de desobediencia no ponen en peligo el orden constitucional.
La objeción de conciencia es la desobediencia en la ley cuando su cumplimiento implica ir contra principios morales básicos de la conciencia individual de alguna persona. El ordenamiento jurídico español admite la objeción de conciencia en los casos en que la ley lo haya previsto, como por ejemplo, en la práctica del aborto por parte del personal médico de la Seguridad Social y, hasta 1998, la sustitución del servicio militar obligatorio por servicios sociales.

Tipos de autoridad
Existen tres tipos de justificaciones internas, de fundamentos de la legitimidad de una dominación:
  • La legitimidad de la costumbre: Es la legitimidad "tradicional", como la que ejercían los patriarcas y los príncipes.
  • La autoridad de la gracia personal (carisma), del heroísmo y de otras cualidades de caudillo que un individuo posee. Esta autoridad "carismática" la detentaron los profetas y, en el terreno político, los jefes guerreros elegidos, los grandes demagogos y, en la actualidad, los jefes de los partidos políticos.
  • La legitimidad basada en la "legalidad", en la creencia en la validez de preceptos legales y en la competencia objetiva fundada sobre normas racionalmente creadas, una dominación como la que ejercen el moderno "servidor del Estado" y todos aquellos titulares del poder que se asemejan a él.
Max Weber, El político y el científico
 
3. Un caso de rebeldía contra la ley
Rosa Parks (1913 - 2005)
Rosa Parks, fallecida a los 92 años, encendió la mecha de la lucha por los derechos civiles en EEUU en la década de los cincuenta del siglo XX, cuando se negó a ceder su asiento a un pasajero blanco en un autobús en Montgomery (Alabama) y desafió, así, las leyes de segregación promulgadas después de la guerra civil estadounidense (1861-1865).
Esas leyes limitaban los lugares y servicios que podían usar los negros, y por ese hecho Parks fue detenida, enviada a la cárcel y multada con 14 dólares.

viernes, 5 de enero de 2018

Formas especiales de percepción


     1. Percepción subliminal
Se conoce con este nombre a la percepción (si se le puede llamar así) que se produce por debajo del umbral de la conciencia. De esa manera, la persona no sabe o no es consciente de que está recibiendo ciertos estímulos, aunque se supone que los mismos provocan efectos sobre el cerebro. Lo grave de este tipo de “percepción” es que, al no ser consciente el sujeto, no puede defenderse de sus efectos. Debido a sus posibilidades manipuladoras, en muchos países la publicidad subliminal está prohibida por ley.
En la década de los cincuenta, en un cine de New Jersey, se llevó a cabo una experiencia sobre percepción cuyos resultados levantaron una gran polémica científica. Mientras se exhibía la película Picnic, entre fotogramas del bello rostro de la actriz Kim Novak se intercalaban mensajes publicitarios del tipo “Coma palomitas” y “Tome Coca-Cola”. El tiempo de exposición de las frases era tan corto (1/25 de segundo) que el público asistente a la proyección no era consciente de recibir dichos mensajes publicitarios. La experiencia se realizó en el mismo cine durante seis semanas. Al parecer, en ese periodo las ventas de palomitas subieron un 50% y las de Coca-Cola un 17% (la diferencia entre un producto y otro se explicó por las bajas temperaturas de esos días, que no favorecían la venta del refresco). A partir de ese experimento, comenzó a estudiarse la llamada percepción subliminal.
La preocupación por la manipulación comercial e ideológica a la que todos podemos estar sometidos sin enterarnos siquiera es tan grande que las historias sobre percepción subliminal, reales o inventadas, calan en seguida en la conciencia colectiva. Los más espectaculares experimentos sobre percepción subliminal, como el anteriormente mencionado, supuestamente arrojan unos resultados contundentes, pero se critica la falta de controles científicos.
Ilusión de Ehrenstein
Quizá el experimento más fiable sea el realizado por Smith y Erikson en 1955: Basándose en el fenómeno conocido como “ilusión de Ehrenstein”, en el que un cuadrado sobre el que aparecen líneas divergentes es percibido como un trapecio, estos psicólogos proyectaron un cuadrado y, durante breves lapsos de tiempo inferiores al umbral de la percepción consciente, unas líneas divergentes. Los sujetos creían percibir trapecios, lo que prueba que las líneas no percibidas conscientemente influían en la percepción total.
No todos los especialistas aceptan la realidad de la percepción subliminal, lo que no impide la utilización de la misma en la propaganda comercial y política. Algunos autores utilizan el término subcepción en lugar de percepción subliminal: la diferencia entre ambos términos es que la subcepción se refiere a la percepción de estímulos próximos al umbral mínimo, pero no por debajo de él (ya que, en este último caso, la percepción es por definición imposible).

2.    2. La alucinación del miembro fantasma
El miembro fantasma es el término con el que se conoce al fenómeno por el que la mente continúa recibiendo las sensaciones correspondientes a un miembro recién amputado. En la actualidad se piensa que el fenómeno se debe a una cierta inercia en el funcionamiento de las neuronas implicadas en la recepción de sensaciones del miembro amputado, que necesitan un tiempo para adaptarse a las nuevas funciones requeridas por el organismo.
Más allá de las causas y el tratamiento de esta peculiar alucinación, lo que se pone de manifiesto es la posibilidad de que la mente tiene que construir una falsa realidad al margen de los estímulos recibidos por los receptores sensoriales.

3.    3. Percepción por estimulación eléctrica del cerebro
Desde que Penfield aplicaba directamente pequeñas descargas eléctricas en ciertas zonas del cerebro para producir las sensaciones correspondientes, sabemos que la existencia de estímulos externos no es estrictamente necesaria para que la mente disponga de sus propias sensaciones y percepciones. Técnicas nuevas como los implantes cocleares, las prótesis retinianas o el llamado “ojo Dobelle” pretenden sustituir a los receptores naturales cuando éstos no pueden realizar su función.
Éstas y otras técnicas quirúrgicas similares platean la posibilidad de una percepción artificial donde los objetos percibidos no sólo sean captados con la ayuda de instrumentos mecánicos o eléctricos, sino literalmente construidos por dichos instrumentos.

El “ojo Dobelle”, llamado así por su inventor, William H. Dobelle, es un complicado sistema capaz de generar sensaciones visuales en ciegos con la retina dañada mediante la transmisión de señales eléctricas al córtex visual. En síntesis, el “ojo” consta de un receptor de imágenes similar a una pequeña cámara (en el futuro podría sustituirse por un chip en la retina), un ordenador que codifica las señales luminosas y las transforma en impulsos eléctricos y un grupo de electrodos en el córtex visual que se activan al recibir dichos impulsos.
Aunque el método se ha aplicado todavía a un pequeño número de personas y éstas no alcanzan una visión perfectamente nítida, sino sólo una cierta capacidad de reconocer formas y luces (similar a la visión sin lentes de una persona muy miope), es posible que en el futuro se alcance la curación completa de la ceguera.

4.    4. Percepción extrasensorial
A falta de comprobación experimental y consenso científico sobre su realidad, nos limitamos a dejar constancia de las discusiones y especulaciones en torno a otra supuesta forma de percepción que, a diferencia de las anteriores, se construiría al margen de los datos sensoriales, o con datos sensoriales de un tipo muy diferente al de los que hoy aceptamos como tales. Se considera percepción extrasensorial fundamentalmente la telepatía (captar el pensamiento de otra persona sin utilizar medios físicos), y a ésta se añaden otras manifestaciones aún más problemáticas como la precognición (conocimiento de hechos futuros), la retrocognición (conocimiento de hechos pasados desconocidos hasta el momento) y la visión a distancia.

martes, 2 de enero de 2018

La igualdad entre hombres y mujeres

1. La lucha por la igualdad
A finales del siglo XVIII comenzó en Inglaterra la lucha activa de las mujeres por la igualdad. Una de las primeras feministas fue la inglesa Mary Wollstonecraft (1759-1797), que afirmaba con rotundidad que la desigualdad entre hombres y mujeres no es una condición natural, sino un producto de la sociedad y de la tradición.
Desde entonces, la lucha ha continuado, y sobre todo a lo largo del siglo XX se han creado instrumentos internacionales que protegen los derechos específicos de las mujeres. Estos instrumentos se han ido incorporando a las constituciones de los diversos países, lo que indica que éstos reconocen el trato discriminatorio que tradicionalmente han recibido las mujeres en sus sociedades.
Para conmemorar la lucha por la igualdad y dignidad de la mujer, el 8 de marzo fue declarado Día Internacional de la Mujer.

2. Las éticas feministas
A principios del siglo XX, surgió una corriente de pensamiento que consideraba que todas las éticas habidas hasta el momento eran producto de una sociedad de hombres que no había tenido en cuenta a la mujer.
La ética feminista propone el predominio de valores como la solidaridad, el afecto, la comprensión y la resolución pacífica de los conflictos.
Entre las pensadoras más importantes de esta corriente destacan la francesa Simone de Beauvoir y la norteamericana Marta Nussbaum.

3. La condición de las mujeres en la actualidad
En gran parte del mundo, las mujeres se encuentran aún en una situación de absoluta desigualdad: en muchos casos no pueden decidir por sí mismas acerca de su propia vida, dependen legalmente del padre o marido, no tienen acceso a la propiedad de la tierra, son mucho más vulnerables a acosos, violencia y violaciones y sufren una continua discriminación cotidiana.
En las sociedades occidentales, las mujeres han alcanzado altas cotas de independencia y han logrado que se respeten gran parte de sus derechos; sin embargo, en muchos casos continúan sufriendo las consecuencias de una actitud que puede y debe corregirse: el machismo.
El hombre machista piensa en la mujer como si fuera una propiedad más que debe ocupar un papel inferior en la sociedad. A consecuencia de la radicalización de este pensamiento, entre otros motivos, se produce la violencia de género, es decir, el maltrato físico y psicológico ejercido por la mujer por parte del hombre, generalmente su marido, compañero o familiar más cercano.

La violencia contra las mujeres
La violencia contra las mujeres es, probablemente, la violación de los derechos humanos más habitual: afecta a millones de mujeres y niñas en el mundo. En la familia y en la comunidad, en tiempos de guerra y de paz, la violencia contra las mujeres es, además de la más extendida, la violación de derechos humanos más oculta e impune.
La violencia contra las mujeres está presente en todas las sociedades del mundo, sea cual sea su sistema político o económico. No sabe de culturas, clases sociales ni etnias. Este escándalo cotidiano se manifiesta de diferentes maneras y tiene lugar en múltiples espacios, pero posee una raíz única: la discriminación universal que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.
En todo el mundo, las mujeres se han organizado para poner al descubierto y combatir la violencia de género. Estos grupos de mujeres organizadas han logrado modificar leyes, políticas y costumbres. Sin embargo, a pesar de tan importantes avances, en la práctica totalidad del planeta la discriminación de hecho sigue siendo una realidad.  

Además de esta discriminación abierta, existe otra, más encubierta, que se manifiesta diariamente en aspectos como los siguientes:
  • La desigualdad de oportunidades para encontrar un empleo, ocupar un puesto directivo, etc.
  • La desigualdad en el salario, aun cuando un hombre y una mujer ocupen el mismo puesto laboral.
Discriminación laboral
Aunque en España la población femenina con estudios universitarios es superior a la masculina, en el terreno laboral las noticias son bien distintas.
Un estudio del Consejo Social de la Universidad Complutense de Madrid (2006) entre licenciados universitarios demuestra que los titulados obtienen los empleos más estables, los mejor pagados y los de más responsabilidad, a pesar de que acreditan los mismos estudios que sus compañeras de facultad:
- Cuando el sueldo no alcanza los 600 € mensuales, es más fácil encontrar mujeres (12%) que hombres (8%).
- El número de mujeres en puestos de dirección es la mitad que el de hombres: un 2,7% son directivas, frente al 4,4% de hombres; un 4,1% son jefas y un 6,7% jefes.
- Un 58% de los hombres consigue contrato estable, frente al 49% de las mujeres.

4. Políticas de protección e igualdad de las mujeres
La igualdad de mujeres y hombres es una prioridad que atañe al conjunto de la sociedad. En España, se han establecido medidas para evitar en lo posible la desigualdad y la violencia ejercida contra las mujeres. Así, en los últimos años se han aprobado por unanimidad dos leyes a este respecto:

 La Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género   
Esta ley articula un conjunto integral de medidas. Algunas de ellas son:
  • Fortalecer la sensibilización ciudadana.
  • Establecer un sistema integral de tutela a las víctimas de la violencia.
  • Aumentar las penas a los agresores.
  • Coordinar los recursos e instrumentos de todo tipo de los distintos poderes públicos para asegurar la prevención.
  • Fomentar la especialización de los colectivos profesionales que intervienen en el proceso de información, atención y protección a las víctimas.
 La Ley para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres 
Esta ley contempla un conjunto de medidas transversales en todos los órdenes de la vida política, jurídica y social, con el objetivo de remediar los efectos negativos de esta discriminación:
  • Reconoce el derecho a la conciliación de la vida personal y laboral y el fomento de una mayor corresponsabilidad entre mujeres y hombres en la asunción de las obligaciones familiares.
  • Establece la representación equilibrada entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de las administraciones públicas, y propone una composición equilibrada de hombres y mujeres en las listas electorales.
  • Antepone el principio de igualdad en todos los objetivos y actuaciones de la política educativa, de salud, de vivienda y de acceso a los medios de comunicación, a las nuevas tecnologías y a los bienes y servicios.