Sin embargo, hay un nivel primario y básico del conocimiento: el del acceso a la realidad o experiencia sensible, analizada fundamentalmente por la psicología a la luz de los datos neurológicos. El punto de partida de todo conocimiento es la toma de contacto en la que intervienen las capacidades sensoriales, interpretadoras e intencionales del ser humano.
Alegoría de la vista, de Brueghel el Viejo, con la colaboración de Rubens (1618) Museo del Prado de Madrid |
La sensación consiste en detectar algo a través de los sentidos (vista, oído, tacto, olfato, gusto y también receptores de sensaciones internas: movimiento, equilibrio, malestar, etc.) sin que aún haya sido elaborado, sin que tenga significado todavía. Es la mera captación de un estímulo.
La percepción es el procesamiento de ese dato sensible para darle un sentido. Es el reconocimiento de un objeto concreto, que podemos entender e interpretar. Por eso es un proceso constructivo de organización.
La relación entre las sensaciones y las percepciones ha sido estudiada desde dos teorías fundamentales:
- Las teorías asociacionistas consideran que la percepción no es más que un conjunto de sensaciones y un elemento de asociación entre ellas aportado por el sujeto. Por tanto, es una síntesis entre unas sensaciones dadas y un contenido asociado a ellas gracias a la experiencia adquirida previamente por el individuo que conoce.
- La teoría de la Gestalt o teoría de la forma afirma que la percepción no es una suma de sensaciones, sino que percibimos "de golpe", inmediatamente, totalidades u objetos completos. Por tanto, conocemos conjuntos organizados; posteriormente, gracias a un proceso de abstracción, podemos distinguir y separar las distintas sensaciones que lo componen. Su afirmación fundamental es que el todo es anterior a las partes y superior a la suma de las partes.
Arcimboldo: Otoño (1573), Museo del Louvre La percepción no es el resultado de la suma de las sensaciones. |
2. Los umbrales de las sensaciones
No podemos tener sensación de todo, es decir, la capacidad humana de recibir estímulos es limitada. Hay cosas que no podemos ver, como la luz infrarroja, o que no podemos oír, como los ultrasonidos. En nuestra sensación existen umbrales: hay un umbral absoluto, que se refiere, por un lado, a la cantidad mínima de un estímulo que necesitamos para darnos cuenta de algo (umbral inferior) y, por otro. a la cantidad máxima de estímulo que podemos recibir (es decir, el límite superior por encima del cual no podemos tener más sensaciones); y hay un umbral diferencial, que es la diferencia de intensidad del estímulo necesaria para notar un incremento o una disminución ante un estímulo previo.
3. Las leyes de la percepción y las ilusiones ópticas
La existencia de límites en nuestra percepción viene dada por diversos factores: fundamentalmente por las capacidades de nuestros sentidos, los aprendizajes previos y determinados fenómenos como las constancias perceptivas, es decir, las tendencias de las percepciones a permanecer constantes a pesar de que se produzcan cambios. Por ejemplo, la constancia del tamaño es la que nos permite saber que dos personas son de tamaño semejante a pesar de que la perspectiva nos haga ver a una más grande (la que está más cerca) y a otra más pequeña (la que está más lejos).
Leyes de la percepción: establecidas por los psicólogos de la Gestalt, estas leyes muestran las reglas de organización de los datos que percibimos.
Ley de proximidad: tendemos a agrupar los estímulos (elementos) que están más cerca. |
Ley de semejanza: agrupamos los elementos que son parecidos. |
Ley de cierre: tendemos a "cerrar" las líneas de figuras que reconocemos como familiares. |
Ley de figura-fondo: percibimos la figura y el fondo dependiendo de qué es lo que pasa a primer plano. |
Ilusiones ópticas: las experiencias sensoriales pueden ser engañosas. A veces creemos ver algo, cuando realmente se trata de otra cosa.
Ilusión de Müller-Lyer |
Ilusión de Ehrenstein |
Ilusión de Zollner |
Ilusión de Hering |
Ilusión de Jastrow |
Cubo de Necker |