Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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viernes, 23 de mayo de 2014

Pensar, hablar y escribir

Además de decir la realidad y ordenarla, nos decimos a nosotros mismos, es decir, pensamos con el lenguaje y comprendemos nuestras experiencias a través de él.

1. ¿Pensamos como hablamos o hablamos como pensamos?
Si afirmamos que hablamos como pensamos, estamos afirmando que primero pensamos y luego exteriorizamos ese pensamiento interior mediante el lenguaje, es decir, que existe un pensamiento anterior al lenguaje que luego se encauza lingüísticamente. Si, por el contrario, decimos que pensamos como hablamos, estamos subrayando la dependencia de nuestro pensamiento con respecto a nuestro lenguaje.
Creer que nuestro lenguaje sólo es un instrumento de nuestro pensamiento es una posición demasiado ingenua. Aceptando que hay ciertos tipos de pensamiento que podemos llamar preconceptuales, como ha puesto de manifiesto la moderna neuropsicología, hemos de reconocer que el pensamiento humano está condicionado por el lenguaje. Hablar no es una mera copia de lo que ha sido antes pensado. En la conversión del pensamiento al lenguaje se produce un tránsito a una dimensión diferente, parecido al que se da al pasar del habla a la escritura.
El doble paso del pensamiento al habla y del habla a la escritura puede ser descrito como un proceso deficiente y, al mismo tiempo, exuberante. Al expresar nuestro pensamiento oralmente hay matices que se pierden (por eso es deficiente), pero a la vez nos puede hacer caer en la cuenta de nuevos matices (por eso es exuberante). Por esta razón es tan importante expresar lo que pensamos, ya que es la única manera de percatarnos de lo que pensamos y somos, de la riqueza de nuestras ideas y de sus insuficiencias; es la única manera de aprender y crecer humanamente.

2. De los sonidos a las letras
El paso del discurso oral al escrito supone también ese proceso doble de pérdida y ganancia. La escritura no es algo secundario con respecto al habla, como tampoco lo es el lenguaje con respecto al pensamiento, sino la inauguración de una relación diferente con el mundo y con nosotros mismos.
3. Literatura y experiencia
La experiencia humana llega a ser comprendida muchas veces mediante las narraciones. Los relatos son formas de comunicar experiencias. Ésta es la razón por la que la literatura supone la posibilidad de ampliar nuestras experiencias y conocer otras formas de amar, sentir y valorar. En muchas ocasiones llega incluso a aclararnos nuestra propia vida.

4. La invención de la escritura
ESCRIBA SENTADO
Museo del Louvre (París)

La escritura es uno de los inventos más cruciales de la humanidad. Ha cambiado la forma de ser del hombre y de relacionarse con los demás; incluso ha producido modificaciones en su constitución cerebral. La escritura nace cuando se constituye un sistema de signos capaz de expresar articuladamente necesidades y experiencias humanas. Esto comenzó a suceder en Mesopotamia, en la región comprendida entre los ríos Éufrates y Tigris, el sexto milenio antes de Cristo.
Los primeros signos escritos son inventarios de los productos que salían y entraban de las ciudades, en concreto de sus templos, centros tanto religiosos como económicos. No se puede hablar propiamente de escritura, ya que sólo son señales y ayudas para recordar. De hecho, los símbolos son representaciones esquemáticas de los objetos, los cuales reciben el nombre de pictogramas. A lo largo de los siglos se irán transformando en una escritura ideográfica, es decir, en una expresión de conceptos e ideas. Este esfuerzo expresivo, y a la vez social, continuará en las grandes civilizaciones posteriores como la civilización egipcia. Un momento importante es la aparición del alfabeto, creado por los fenicios hace unos 3.000 años.

sábado, 17 de mayo de 2014

Palabras y cosas

1. El significado del significado
Una de las funciones más importantes del lenguaje es la función referencial. Con ella, el lenguaje dice la realidad y se refiere al mundo. Estudiar la relación del lenguaje y el mundo es el objeto de la semántica, cuya misión fundamental es determinar el significado de las expresiones lingüísticas. La tarea de la filosofía es previa, pues se pregunta por el propio significado: ¿qué significa "significado"? ¿Qué hacemos o decimos cuando damos el significado de una palabra o frase?
En este punto es de especial importancia la distinción establecida por el filósofo y matemático G. Frege entre sentido y referencia. El sentido es "lo que dice" una expresión lingüística; la referencia es "aquello de que se habla". Se verá mejor la diferencia con un ejemplo. Las expresiones "discípulo de Platón" y "maestro de Alejandro Magno" tienen dos sentidos diferentes que se refieren a la misma realidad: la persona que tiene por nombre Aristóteles. Una distinción parecida es la que establece la lingüística entre "connotación" (sentido) y "denotación" (referencia).
El significado es, pues, la relación que se establece entre el lenguaje y la realidad, entre las palabras y las cosas.

2. La realidad se dice de muchas maneras
Desde siempre el ser humano ha querido dar cuenta de la complejidad de la realidad y de sí mismo, para lo cual ha utilizado y utiliza diversos lenguajes. Cada tipo de lenguaje le ha posibilitado un acercamiento distinto a esa realidad, pues todos ellos encierran una manera diferente de referirse a ella. Así, por ejemplo, utilizamos un lenguaje natural, si lo que queremos es sólo comunicarnos y desenvolvernos en el mundo; un lenguaje científico, si buscamos rigor y exactitud; un lenguaje poético, si queremos poner de relieve cualidades  ocultadas por los otros lenguajes; o un lenguaje religioso, cuando queremos apuntar a formas diferentes de ver la realidad y al ser humano en ella. Todos estos tipos de lenguaje son válidos, ya que contienen su parte de verdad. La tarea de la filosofía del lenguaje será precisamente estudiar las formas en que estos lenguajes se refieren a la realidad y expresan su verdad sobre ella.
Así pues, de una misma realidad podemos hablar de diferentes formas en función del tipo de lenguaje que utilicemos para expresarnos. La realidad "Sol", por ejemplo, va a ser descrita de diversas maneras según el lenguaje que empleemos:

- en el lenguaje natural: el Sol es una estrella que nos calienta, nos ilumina, marca el ritmo de nuestra vida...
- en el lenguaje científico: el Sol es una estrella enana situada a 149.600.000 kms. de la Tierra y tiene un diámetro de 1.392.000 kms.
- en el lenguaje poético: el Sol es fuente de vida y de alegría; es "el recuerdo de tu presencia" (podría decir un enamorado).
- en el lenguaje religioso: es sinónimo de poder y por eso muchas culturas lo presentan como un dios; el lenguaje religioso también utiliza elementos poéticos y, así por ejemplo, la Biblia dice del Sol: "lumbrera mayor para señorear el día".

3. Ordenar la realidad
Aprender una lengua es aprender una determinada manera de ordenar la realidad y clasificarla, pues cada lengua particular nos ofrece una visión del mundo. Esto es cierto y es una impresión que tenemos cuando aprendemos una lengua: no sólo aprendemos una gramática, sino también unas costumbres y una forma de pensar. Dos estudiosos del lenguaje, E. Sapir y B. L. Whorf, llegaron a afirmar que cada lengua determina nuestra manera de percibir y comprender el mundo. Esta hipótesis se conoce con el nombre de "hipótesis Sapir-Whorf" o del relativismo lingüístico, y afirma que nunca podremos comunicarnos plenamente con otras personas que hablen otra lengua. Ahora bien, de decir que nuestra lengua organiza el mundo no se deduce que ese mundo no pueda ser percibido y descrito por los hablantes de otra lengua, o que lo que nosotros vemos y nombramos no pueda ser visto y nombrado, aunque de otra manera, por esa otra lengua.

sábado, 10 de mayo de 2014

¿Qué es el lenguaje?

1. Características del lenguaje.
El lenguaje humano presenta una serie de rasgos entre los que destacan:
- Es adquirido, aunque existen unos determinados condicionamientos innatos.
- Es articulado, es decir, con pocos elementos podemos formar mensajes infinitos, lo que a su vez pone de relieve la creatividad del lenguaje.
- Es convencional, porque no hay relación entre las señales y los objetos designados.
- Es simbólico, es decir, las palabras están "en lugar" de las cosas.

2. Las dimensiones del lenguaje
Contestar a la pregunta "¿qué es el lenguaje?" es analizar sus dimensiones básicas. Hablar, utilizar un lenguaje, es el proceso mediante el cual alguien dice algo a alguien a propósito de algo sirviéndose de un código en un determinado contexto de interacción. De manera que hacer uso de un lenguaje supone:
- la utilización correcta de unos signos; adoptar este punto de vista es analizar el lenguaje desde su dimensión sintáctica.
- emplear un lenguaje para hablar sobre algo, sobre una realidad; éste es el punto de vista semántico.
- el uso que de él hacen los sujetos en un contexto determinado; implica situarnos en un punto de vista pragmático.
Sintaxis, semántica y pragmática constituyen las tres partes fundamentales de la moderna ciencia de los signos: la semiótica, cuyo creador fue Ch. Morris.

3. ¿Para qué sirve?
Una vez caracterizado el lenguaje como sistema de signos, podemos preguntarnos para qué lo utilizamos, es decir, qué funciones tiene. Teniendo en cuenta las aportaciones de la lingüística, podemos destacar las siguientes funciones:

1. Función referencial: Mediante el lenguaje podemos transmitir una serie de informaciones, captar la realidad, interpretarla e informar sobre ella.
2. Función dialógica: Con el lenguaje nos comunicamos con los demás y exteriorizamos nuestros pensamientos. Es lugar de encuentro y de mediación humana.
3. Función social y cultural: El lenguaje pone de manifiesto determinados contextos sociales y culturales, transmite opiniones sociales, crea creencias y es vehículo de formación de opinión.
Utilizando una metáfora, podríamos comparar el lenguaje con una red mediante la cual unos pescadores cogen peces del mar. Así, interpretando la metáfora, tenemos que: los pescadores son el emisor y el receptor del mensaje; la red es el código lingüístico; los peces pescados son la realidad dicha con el lenguaje, y la forma de pescar hace referencia a los usos sociales y costumbres de esos marineros concretos.
Por otro lado, cada uno de estos aspectos del lenguaje y sus funciones son analizados por saberes diferentes. La lingüística se interesa básicamente por los códigos (la red); la sociología, por el contexto social y cultural (por la barca, la familia, la aldea, etc.); la psicología, por cada uno de los que entablan comunicación (los pescadores). Y quedarían aspectos como la función referencial o la dimensión dialógica, entre otros, que son abordados por varias disciplinas a la vez, entre ellas la filosofía. Esta se ha centrado tradicionalmente en el lenguaje como captación del mundo y como forma de comunicación. Una filosofía del lenguaje actual tendría que tratar todos los aspectos.

4. ¿Cómo aprendemos a hablar?
A cualquier persona le puede asombrar la facilidad con la que un niño aprende su idioma. Para explicar este hecho, aparentemente tan sorprendente, se suelen utilizar dos teorías:

1. Teoría conductista: Según esta teoría, cuyo máximo representante es el psicólogo B. F. Skinner, el niño balbucea y, de repente, parece decir "mamá", lo que provoca la alegría de su madre, que está a su lado; esta alegría que el niño percibe actúa de refuerzo positivo. Esta teoría explica adecuadamente la adquisición de vocabulario; ahora bien, adquirir vocabulario no es dominar una lengua. Ser capaz de hablar un idioma no es sólo conocer palabras, también lo es conocer y usar una serie de reglas de combinación. Estas reglas constituyen la sintaxis o gramática de una lengua. La teoría conductista, no obstante, no puede explicar cómo el niño es capaz de aprender o conocer tantas reglas. Por eso se propone una nueva teoría.

2. Teoría innatista: Según esta teoría, la sintaxis y las reglas gramaticales básicas son innatas, no se aprenden. Esta capacidad para utilizar un lenguaje y aprender palabras se denomina "competencia gramatical universal", la cual es única para todas las lenguas. El defensor de esta teoría es el lingüista norteamericano N. Chomsky.

5. Aprendiendo a hablar
Actualmente se están desarrollando muchos estudios sobre el aprendizaje de las palabras en los niños. El pionero de este tipo de investigaciones fue J. Piaget, uno de los fundadores de la psicología evolutiva. Según él, el niño desarrolla el lenguaje, el pensamiento o la moral de una manera progresiva: desde lo más concreto y cercano hacia lo más universal y abstracto. En muy pocos años, el niño es capaz de entender y decir miles de palabras.
Las principales etapas en la adquisición del lenguaje son las siguientes:
- En los primeros seis meses los niños emiten sonidos y gritos que se identificarán cada vez más con los fonemas vocálicos y consonánticos de aquel idioma que escuche.
- Hasta los doce meses el niño produce vocalizaciones repetidas y pronuncia palabras por imitación. Es más capaz de entender lo que se le dice que de producir palabras con sentido. Puede articular palabras para referirse a personas u objetos que le rodean.
- Del año a los dos años ya es capaz de construir frases breves de modo correcto.
- A partir de los dos años el niño empieza a formar frases más largas y gramaticalmente correctas y, sobre todo, a ampliar su vocabulario.
Por otra parte, las aportaciones de las ciencias cognitivas son cada vez más importantes en este campo, pues permiten estudios psicológicos de los procesos de aprendizaje lingüístico desde su referencia cerebral. Con las modernas técnicas que fotografían el cerebro en funcionamiento podemos "ver", sorprendentemente, cómo se reconocen los sonidos.

domingo, 4 de mayo de 2014

Los orígenes del lenguaje

Para poder sobrevivir, el ser humano tiene que conocer el mundo que le rodea, interpretarlo y darle un sentido. Después, tendrá que adaptarse a él o transformarlo. Esta tarea sería imposible si careciéramos de lenguaje. Sin palabras que dijeran las cosas, sin expresiones que reflejaran nuestros sentimientos o sin historias que aludieran a los enigmas más profundos, el mundo estaría mudo y el ser humano, sordo. El lenguaje es, por ello, un instrumento básico, pero también es una morada donde las personas encontramos cobijo, sentido y compañía. Sin lenguaje no seríamos lo que somos.

¿De dónde puede, pues, venir ese origen del lenguaje? De las necesidades morales, de las pasiones. Todas las pasiones acercan a los hombres, a los que la necesidad de tratar de vivir obliga a evitarse. No es el hambre ni la sed, sino el amor, el odio, la piedad, la cólera los que les han arrancado las primeras voces. Los frutos no se sustraen a nuestras manos, uno puede nutrirse sin hablar, se persigue en silencio la presa con que uno quiere alimentarse; pero para conmover un corazón joven, para rechazar a un agresor injusto, la naturaleza dicta acentos, gritos, quejas: he ahí las palabras inventadas más antiguas, y he ahí por qué las primeras lenguas fueron melodiosas y apasionadas antes de ser simples y metódicas.
Jean Jacques Rousseau, Ensayo sobre el origen de las lenguas (adaptado)

Preguntar por los orígenes del lenguaje es preguntar al mismo tiempo por los orígenes del hombre. El lenguaje es uno de los rasgos fundamentales del proceso de hominización. En este proceso, unos determinados órganos, en un principio no preparados para hablar, son utilizados como órganos de fonación. ¿Cómo fue esto posible? ¿Cómo y cuándo se produjo? Estas y otras preguntas han centrado la investigación de lingüistas y antropólogos.

1. La aparición del lenguaje
No se sabe con seguridad si fue el aumento de la capacidad craneal lo que causó la aparición del lenguaje o si fue al revés. Para muchos investigadores, el lenguaje, tal y como hoy en día lo entendemos, apareció hace unos 40.000 años.
La aparición del lenguaje va unida al arte rupestre y a la costumbre de enterrar a los muertos. Así pues, el lenguaje humano no puede estudiarse de una manera aislada, sino en relación con otros muchos rasgos del proceso de hominización. Por eso mismo, si el surgimiento de nuestra humanidad fue paulatino, también lo tuvo que ser la aparición del lenguaje. Un aspecto con el que se suele relacionar este hecho es con el número de habitantes de una determinada población; cuando aumenta el número de individuos que constituye un grupo social, aumentan las necesidades de comunicación y, por tanto, de lenguaje.
Hoy en día esta cuestión es abordada desde nuevas ciencias, como la paleoneurología, ciencia que intenta determinar las capacidades mentales de una especie fósil mediante las impresiones que el cerebro deja sobre la superficie interna del cráneo. Según esta moderna ciencia, el cerebro del australopithecus, hace unos tres millones de años, ya tenía las condiciones cerebrales adecuadas para desarrollar el lenguaje.

2. El ser humano, animal que se atraganta
Hablar no es sólo obra del cerebro, también lo es de la laringe, faringe, labios, boca y cuerdas vocales. Las posición baja de la laringe es la que hace que nos atragantemos o que no podamos beber al mismo tiempo que respiramos. Casi podríamos decir que el ser humano es el único animal que se atraganta. Este fenómenos no ocurre en los bebés, dado que su laringe todavía no ha "caído"; por este motivo, no pueden desarrollar el lenguaje hasta pasados unos meses.

3. El origen de las lenguas
No solo nos preguntamos por el origen del lenguaje entendido como capacidad de hablar, también podemos hacerlo sobre el origen concreto de las lenguas. Sabemos cómo han evolucionado unas a partir de otras, pero ¿tienen todas ellas un origen común?, ¿podemos remontarnos a una única lengua? Ninguna de las lenguas actuales existió hace unos pocos miles de años, ¿cuál es, pues, su procedencia?
Actualmente muchos científicos defienden la idea de que existió una lengua original a partir de la cual, como ramas de un árbol, fueron naciendo las diferentes lenguas. Esto explicaría el enorme parecido que existe entre lenguas muy diferentes, como ha puesto de relieve el método comparativo. Además, las aportaciones más recientes de arqueólogos y genetistas dan fundamento a esta hipótesis.