Lo que aún no existe, es lo que realmente guía nuestra acción.
José Antonio MARINA y Carmen PELLICER
Los seres humanos tenemos la facultad de seleccionar nuestra atención, decidir hacia dónde la orientamos; y lo mismo ocurre con todo el gigantesco bagaje cerebral con que contamos: emociones, esfuerzos, motivaciones...
Este bagaje resulta una poderosa máquina biológica -que ni siquiera conocemos del todo- con la que establecemos metas voluntariamente. Se trata pues de una capacidad adquirida lentamente, tanto a nivel de evolución histórica como de nuestra propia biografía personal.
Lo más significativo es que gracias a ella establecemos prioridades, deseos; planificamos nuestro futuro, con el cual nos identificamos e incluso nos proporciona felicidad (se es feliz organizando planes). De ahí lo curioso de la afirmación de Marina y Pellicer: nuestra conducta la conducen hechos que aún no existen.