Cada ser humano es como los demás seres humanos, como algunos otros seres humanos y como ningún ser humano.
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viernes, 27 de noviembre de 2020

Los alimentos transgénicos

Se denominan alimentos transgénicos, o simplemente "transgénicos", a los alimentos obtenidos a partir de, o con la participación de, organismos modificados genéticamente (OMG). Los alimentos transgénicos que se comercializan proceden fundamentalmente de cultivos vegetales como la soja, el maíz, el algodón o la colza. En España sólo se cultiva maíz Bt para alimentar al ganado.
E. Pedrinaci et al. (2008)

A pesar de que la sola mención de "transgénicos" provoca, cuanto menos, reservas y opiniones controvertidas, el cultivo de OMG no deja de aumentar. En la Unión Europea su cultivo se incrementó en 2007 un 77% respecto al año anterior, mientras que en España creció el 40%, según los datos de EuropaBio (asociación de empresas europeas de biotecnología).

1. ¿Cuál fue el primer transgénico?

Los OMG fueron aprobados por primera vez para el consumo humano en los Estados Unidos en 1994, y el primero que se comercializó fue el tomate denominado "Flavr Savr" (o tomate "McGregor") en el que se había modificado su aspecto, su sabor, y sobre todo el tiempo de maduración y conservación. Fue probablemente su sabor la razón del escaso éxito de su comercialización en fresco.

En la actualidad, más del 60% de la comida que se ofrece en los comercios norteamericanos se ha producido utilizando ingredientes procedentes de cultivos OMG.

2. El etiquetado de los alimentos

Los alimentos transgénicos forman parte de la comida que se ofrece en los comercios, aunque pueden pasar desapercibidos. En abril de 2004 entró en vigor la nueva normativa europea que obliga a indicar en el envase los productos que contienen OMG o han sido elaborados a partir de ellos, incluso cuando se trate de un mínimo ingrediente. Esta información será necesaria si se trata de:

- Un alimento transgénico, como maíz modificado genéticamente.
- Un producto que contenga OMG, como una ensalada que contenga maíz transgénico o brotes de soja transgénica.
- Un alimento producido a partir de transgénicos, como aceite de maíz procedente de maíz transgénico o chocolate con lecitina de soja procedente de soja transgénica.

Se contemplan también excepciones:

- Alimentos que contengan sólo un 0'9% de transgénicos: Se considera que los OMG pueden introducirse "accidentalmente" en la cadena alimentaria, en las semillas o durante el cultivo, la recolección, etc. En el caso de alimentos transgénicos que no han sido aprobados por la UE, pero que sí tienen el visto bueno de su comité científico, el umbral es del 0'5%.
- Productos de segunda o tercera generación, es decir, alimentos de origen animal (leche, carne, huevos) procedentes de animales alimentados con comida transgénica.
- Alimentos que empleen microorganismos transgénicos para su fermentación: En este caso no se tiene que indicar, siempre y cuando el OMG no esté presente en el producto final, como por ejemplo el queso elaborado con un cuajo (enzima que coagula la leche) modificado genéticamente. Sin embargo, si el microorganismo sí está en el alimento (como las bacterias de un yogur) tendrá que especificarse.

3. Aplicaciones y riesgos de los OMG

La utilización de los seres vivos o de sus productos con fines comerciales y/o industriales recibe el nombre de biotecnología. La biotecnología moderna utiliza de manera generalizada los OMG y sus aplicaciones abarcan diferentes áreas:

Industria alimentaria: Obtención de alimentos con características especiales, como cereales sin gluten o carnes pobres en colesterol, así como mejora del rendimiento de los procesos industriales, como la fabricación de pan o cerveza, en los que intervienen microorganismos.
Industria farmacéutica: Producción de fármacos o vacunas, como animales cuya leche contiene un factor de la coagulación sanguínea (necesario para tratar a los hemofílicos) o bacterias que han incorporado genes humanos y son capaces de fabricar insulina u hormona del crecimiento humanas.
Agricultura y ganadería: Mejora de caracteres agronómicos, como la resistencia a plagas o a herbicidas de las plantas, o la mayor producción de leche o de carne.
Medio ambiente: Eliminación de residuos tóxicos con plantas capaces de resistir la presencia de sustancias tóxicas y que acumulan en su cuerpo, o producción de combustibles biológicos (biocombustibles) a partir de plantas ricas en compuestos energéticos.
Investigación médica: Obtención de órganos para trasplantes, procedentes de animales transgénicos, que no plantean problemas de rechazo, o utilización en investigación básica.


A pesar de sus indudables ventajas, la utilización de OMG tiene también riesgos, cuando menos, potenciales. Por ejemplo:

La pérdida de diversidad genética: Además de suponer una enorme pérdida de diversidad cultivada, las plantas transgénicas pueden invadir ecosistemas naturales y desplazar a las plantas autóctonas.
El "salto", de forma accidental, de los genes transferidos a otras especies silvestres o a los cultivos tradicionales: Así podría surgir maleza resistente a los herbicidas o bacterias patógenas que incorporaran los genes resistentes a los antibióticos que se utilizan como marcadores.
Efectos perjudiciales sobre la salud: Hasta el momento sólo están descritos problemas alérgicos derivados fundamentalmente de la falta de información en el etiquetado. Por otra parte, la generalización de los cultivos transgénicos a los países en vías de desarrollo podría, lejos de ser una ventaja, entorpecer su desarrollo y aumentar su dependencia en cuanto al abastecimiento de alimentos.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Kurt Koffka: El campo psicofísico

Koffka dice que la experiencia directa misma tiene un paralelo muy próximo con la actividad neural, especialmente cerebral; la consciencia organizada de una persona es una representación verdadera de una organización correspondiente en los procesos fisiológicos subyacentes; sin embargo, procesos subyacentes deben considerarse como de naturaleza fundamentalmente molar, no molecular como en los sistemas de Wundt o Titchener. Estos procesos cerebrales no son considerados paralelos a elementos mentales o como que causan respuestas de reflejos simples, sino que representan totalidades de experiencia o gestalten más grandes, mejor integradas y que provocan totalidades de acción igualmente bien integradas.

Conocemos estos procesos fisiológicos morales, de acuerdo con la teoría de la Gestalt, del mismo modo como conocemos la experiencia directa de una persona, aunque quizá no siempre podamos especificar la naturaleza precisa de los procesos de tal manera que satisfaga al fisiólogo (particularmente al fisiólogo del siglo XIX). De la consideración de la experiencia directa, junto con los determinantes inconscientes mencionados líneas atrás, construimos nuestras nociones de estos hechos fisiológicos, al igual que, de hecho, construimos el ambiente geográfico (físico, de estímulos). Encontramos organización en el mundo fisiológico, tanto como en el físico, debido a una organización fundamental de la experiencia directa. Solamente una física arruinada y una psicología gastada podrían, según la opinión de los psicólogos de la Gestalt, encontrar otra cosa.

Podemos, incluso, ir más allá. Puesto que el lenguaje es el mecanismo simbólico en los humanos para relatar su experiencia organizada, puede servir de inmediato como símbolo de la realidad fisiológica y, menos directamente, de la realidad física o geográfica:

Si, para mí, mi lenguaje es un símbolo adecuado para mi propia experiencia directa, al mismo tiempo es un símbolo objetivo para aquellos procesos fisiológicos.
Wolfgang Köhler, Gestalt Psychology (1929)

Cuando no hay lenguaje, como es el caso de los animales, otra forma de conducta servirá igualmente bien. Dice Köhler:

La conducta de un pollo puede decirme sin palabras que es capaz de reaccionar a una brillantez en relación a otra. Si en el curso de un experimento, un sujeto humano me dice que ve un objeto más brillante que otro, el valor científico de esta frase es exactamente el mismo que el de la conducta del pollo.
Wolfgang KöhlerGestalt Psychology (1929)

Cuando Koffka define a la psicología como "el estudio de la conducta en su relación causal con el campo psicofísico", utiliza una palabra que requiere nuestra atención. Es una palabra que indica el énfasis principal de la psicología de la Gestalt y es casi sinónima de la Gestalt misma. Esta palabra es campo, y Koffka fue quien probablemente más la empleó. Aparte de organización, campo es tal vez el término sistemático más frecuentemente encontrado en los trabajos de Koffka.

Koffka dice que en física, el concepto de "acción a distancia" de unos objetos sobre otros ha sido suplantado por la noción de "campos de fuerza" en el medio entre los objetos; que el físico ahora habla de campos electromagnéticos y gravitacionales, y afirma que la distribución de tensiones en el ambiente de un objeto con una constitución dada determinará lo que haga ese objeto. Del mismo modo, el conocimiento que tenga el físico de lo que el objeto hace, le dirá las propiedades del campo del objeto; por ejemplo, los movimientos de las agujas magnéticas informan sobre el campo magnético de la Tierra, mientras que los movimientos de péndulos hablan del campo gravitacional.

¿Podemos introducir el concepto de campo en la psicología, significando con ello un sistema de tensiones que determinará la conducta real? La respuesta a esta pregunta ya la sabe el lector, quien también sabe qué es lo que incluye el campo; sin embargo, quizá no conozca el carácter dinámico de las tensiones que la Gestalt atribuye al campo psicofísico.

¿Cuán a menudo hemos visto al ciclista principiante que se apoya, apenado, contra el único árbol o poste de teléfono de un sitio vacío?, ¿cuán a menudo el novicio de hockey golpea su palo o da con la pelota precisamente contra el cuerpo del arquero, que está quieto ante el arco enemigo? Más a menudo de lo que puede explicar el azar, y Koffka está completamente de acuerdo. Él diría que hay, en un ambiente conductual del tipo descrito en estos ejemplos, "cosas" y "espacios" entre ellos; y las primeras son más atractivas que los segundos. Las cosas son centros de fuerza que determinan la conducta. Hasta que el ciclista y el jugador aprendan mejor -esto es, hasta que reorganicen o reconstruyan su mundo conductual- reaccionarán más a las cosas que a los espacios.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Fines y medios pacíficos

Una de las cosas más extrañas es que todos los genios militares del mundo hayan hablado de paz. Los conquistadores del pasado, que mataban para imponer la paz -por ejemplo, Alejandro, Julio César, Carlomagno y Napoleón-, coincidían en la búsqueda de un orden universal basado en la paz. Si leéis Mi lucha atentamente, descubriréis que Hitler alega que todas las cosas que hizo en Alemania las hizo en nombre de la paz. Y, en la actualidad, los hombres que gobiernan nuestro mundo se pasan el tiempo hablando de la paz. ¿Dónde reside, pues, el problema?
Estos gobernantes nos hablan de la paz como si se tratase de un objetivo muy lejano, de un fin que estamos buscando. Pero algún día nos daremos cuenta de que la paz no puede ser simplemente un objetivo distante, sino que es el medio con cuya utilización llegaremos a aquel objetivo. Para alcanzar un fin pacífico, debemos emplear medios pacíficos. Y con estas palabras, como análisis final, pretendo decir que el fin y los medios deben estar en estrecha correspondencia, pues el fin ya está contenido en los medios y, finalmente, unos medios destructivos nunca podrán llevarnos hacia un fin constructivo.
Martin Luther King, El clarín de la conciencia


Martin Luther King (1929-1968)

martes, 10 de noviembre de 2020

Kurt Koffka: el ambiente conductual

Kurt Koffka (1886-1941) define a la psicología como el estudio de la conducta en su relación causal con el campo psicofísico. Esta definición requiere ciertas matizaciones.

Primero que nada, se diferencian dos clases de conducta: molar y molecular. Los simples reflejos de los estudios de Watson -lo que Koffka llama "movimientos relativamente aislados, provocados por estímulos relativamente aislados"- y los arcos reflejos de los fisiólogos del siglo XIX -aquellas vías nerviosas claramente definidas, a través de las cuales pasa una excitación de los órganos de los sentidos a los músculos o glándulas- son considerados por Koffka como ejemplos de conducta molecular. La conducta molar, por lo contrario, se considera que incluye cuestiones tales como ir en bicicleta al trabajo, asistir a un partido de fútbol o flirtear.

Esta distinción entre molar y molecular puede recordar al lector la distinción que hacía Watson entre ajuste y respuesta; no obstante, Koffka señala que la conducta molar no puede ser considerada, de modo alguno, como analizable en una cantidad de elementos moleculares. Incluso, una diferencia fundamental para Koffka entre conducta molar y conducta molecular es que la primera sucede en un ambiente, mientras que la otra ocurre dentro de un organismo y "solamente es iniciada por factores ambientales llamados estímulos".

La psicología es el estudio de la conducta molar, y ésta sucede en un ambiente: el ciclista pedalea por la avenida; la actividad del aficionado al fútbol ocurre en un estadio atestado de gente, y el flirteo se realiza en un ambiente adecuado, esencialmente social. Aún más, se pueden distinguir dos tipos de ambiente, en uno de los cuales, hablando estrictamente, tiene lugar la conducta. Hay un ambiente geográfico y otro conductual, y Koffka narra un cuento para ilustrar la diferencia entre ellos.

Un jinete solitario, de acuerdo a la leyenda alemana, llegó una noche invernal, después de cabalgar durante largas horas sobre una planicie barrida por el viento y cubierta de nieve, a la puerta de una posada, donde buscó calor y refugio. El encargado de la posada, obviamente sorprendido al verlo, le preguntó que en qué dirección venía. El viajero le contestó señalando su ruta. El encargado, más asombrado que nunca, le dijo que había cabalgado a través del lago Constanza cubierto por una delgada capa de nieve; al oír esto, el viajero, sobrecogido por el "shock" del descubrimiento, cayó muerto a los pies del encargado.

Geográficamente, dice Koffka, el viajero de esta leyenda marchó sobre un lago; conductualmente, cruzó una planicie. En el lenguaje cotidiano, el jinete "pensó" que cabalgaba sobre tierra firme, pero "realmente" estaba pasando sobre hielo delgado. Su conducta era conducta-respecto-a-una-planicie, y no conducta-respecto-a-un-lago; el lago de Constanza era su ambiente geográfico, la planicie era su ambiente conductual. El ambiente conductual, aunque determinado en parte por el geográfico, no era idéntico a él. Uno podría incluso decir que era el ambiente geográfico desde el punto de vista del viajero.

Lo que es cierto para el jinete legendario de Koffka sería cierto para todos nosotros en todas nuestras actividades. Excepto en casos muy raros, nuestra conducta está regulada directamente por un ambiente conductual, y sólo de manera indirecta por un ambiente geográfico. El ciclista puede ir por la misma avenida (geográficamente) que el automovilista que lo rebasa; el aficionado leal que aplaude a un equipo de fútbol puede compartir su asiento con un aficionado igualmente entusiasta con el equipo contrario, y los miembros de una pareja pueden flirtear en el mismo salón. En cada caso, los dos ambientes conductuales tienen mucho menos en común que los geográficos, y son mucho más significativos con respecto a las reacciones que se evocan.

El ambiente conductual de Koffka no es la situación-estímulo de Watson, sino que se aproxima más a la experiencia de Titchener. Una mirada hacia la definición que hace Koffka de la psicología -que muestra que la conducta ha de relacionarse con un campo psicofísico- aclarará también que este ambiente conductual, puesto que "causa" conducta, debe tener algo de la naturaleza del campo psicofísico.

Para Koffka, el ambiente conductual constituye una parte importante del campo psicofísico, pero este último realmente incluye mucho más. Comprende, además del ambiente conductual, el darse cuenta de otras cosas: deseos e intenciones, éxitos y desilusiones, alegrías y penas, amores y odios, y también el darse cuenta de las propias acciones. Para volver a nuestro jinete: además de su conocimiento de la "planicie" conductual y sus otros contornos externos, había, tal vez, un deseo de proseguir, enojo por haber perdido el camino, y una conciencia de la acción de sus propios músculos y coyunturas, tensos y entumecidos, cuando estaba sentado en su montura. Sólo cuando agregamos este material al ambiente conductual, tenemos la totalidad de la conciencia del sujeto o, como la denomina Köhler, su experiencia directa.

Incluso la experiencia directa no es el equivalente completo del campo psicofísico en la definición de Koffka. Esto es lo mismo que demostrar que hay otras causas de la conducta además de aquéllas de las cuales la persona está consciente. Cabe elegir tres ejemplos, para aclarar la posición de la Gestalt, tres ejemplos de conducta que no tienen determinantes conscientes:
a) Si se hace caer un haz de luz fuerte sobre los ojos de un boxeador que está inconsciente, las pupilas de sus ojos se contraerán.
b) A un solterón, al cual dejaron plantado una vez en el momento que escuchaba las campanas de su boda, le desagradan profundamente las campanas; él atribuye este disgusto a la imperfección musical de las campanas.
c) Un telegrafista experto, con el oído puesto en el receptor, copia un mensaje, mientras conversa amigablemente con un compañero de trabajo.
Éstas son muestras de tres tipos de determinantes de la conducta que Koffka considera que están fuera de la experiencia directa del individuo. El boxeador no sabía que la luz estaba provocando su reacción pupilar, ni lo habría sabido si hubiera estado consciente; la explicación que da el solterón de su desagrado por las campanas no convence a nadie de que ésa sea la razón verdadera; y la habilidad del telegrafista para realizar dos tareas a la vez no puede ser atribuida en la forma total a fluctuaciones rápidas de la atención especialmente, puesto que puede ser incapaz de repetir el contenido del mensaje que copió mientras conversaba con su amigo.

Los reflejos, determinantes inconscientes, y ciertos aspectos de la memoria y destreza, son las clases en las cuales se hallan nuestros tres ejemplos. Son tipos de conducta que exigen la inclusión de otras fuerzas que no sean las conscientes dentro del campo psicofísico. Si el lector se pregunta por qué se mencionan aquí los reflejos, tratados previamente como conducta molecular, es porque Koffka les encuentra un lugar en su sistema como determinados por el campo. El campo completo consistirá de experiencias externas (el ambiente conductual), de experiencias internas (deseos, intenciones, etc.), y de otras fuerzas que no tienen ningún lugar en la experiencia.

viernes, 6 de noviembre de 2020

La ingeniería genética y los nuevos organismos

 De la misma forma que la ingeniería civil se ocupa de las técnicas aplicadas por los ingenieros a la construcción de carreteras y puentes, la ingeniería genética agrupa el conjunto de técnicas utilizadas por los biólogos para dotar a las células vivas de nuevas propiedades, modificando su material genético. Esto significa manipular la molécula de ADN de la que están hechos los genes, es decir, cortarla, hacer copias de los fragmentos, pegarlos y transportarlos de una célula a otra.

La ingeniería genética nació a comienzos de 1970 y supuso un paso decisivo en la revolución genética. Su inicio está asociado al descubrimiento de las herramientas indispensables para construir nuevas combinaciones de fragmentos o de moléculas de ADN que no se encuentran juntas de manera natural, pero eso también se la conoce como tecnología del ADN recombinante.

1. Los organismos transgénicos

La ingeniería genética permite modificar el genoma de una planta, de un animal o de un microorganismo convirtiéndolo en un "organismo modificado genéticamente", un OMG. Los organismos eucariontes, una planta o un animal, que han sido modificados por ingeniería genética se denominan organismos transgénicos.

※ Planta transgénica: En España se cultiva desde el año 1998 una variedad de maíz transgénico (maíz Bt) resistente al ataque de los taladros, larvas de mariposas que destruyen las plantas de maíz al perforar sus tallos.

※ Animal transgénico: En 2001 se patentó el primer animal para consumo humano, un salmón que tiene la facultad de crecer entre seis y ocho veces más en el mismo tiempo que uno normal. En 2017 se aprobó su comercialización en Canadá.

※ MGM (microorganismo): Uno de los primeros resultados de la ingeniería genética fue introducir el gen de una proteína humana, la insulina, en el ADN de una bacteria y conseguir que esta bacteria fabricara insulina. En 1982 se aprobó el uso para humanos de insulina "humana", fabricada por ingeniería genética. Hasta esa fecha los diabéticos dependían para su tratamiento de insulina obtenida de cerdos o de vacas que puede ocasionar reacciones adversas.

2. ¿Cómo se obtiene un organismo transgénico?

La obtención de un organismo transgénico, ya sea planta o animal, sigue un procedimiento básico que se puede dividir en dos etapas:

  • En la primera etapa, o de transformación, hay que introducir el gen deseado en el genoma de una célula del organismo que se desea modificar. Por ejemplo, el gen bacteriano para el veneno contra el taladro en una célula de maíz.
  • En la segunda etapa, o de regeneración, hay que obtener una planta o un animal a partir de la célula cuyo genoma se ha modificado. Esta segunda etapa requiere, en la práctica, la utilización de técnicas de clonación de organismos. Además, conseguir un organismo transgénico supone un gran coste económico y la única manera de rentabilizarlo es producir el mayor número posible de copias idénticas, es decir, clonarlo.