En la primera mitad del siglo XX aparecen algunas teorías de tipo psicosomáticos (Kretschmer, Sheldon), que establecen unas relaciones bastante discutibles entre el aspecto corporal y los rasgos psicológicos; por otro lado, el psicoanálisis también clasifica a los individuos en función de la posible fijación en una de las fases del desarrollo psicosexual (carácter oral, anal...). Lo más frecuente, sin embargo, es que no aparezcan teorías puras de tipo, sino que éstos se definan en función de unos rasgos o factores más fácilmente identificables. A veces los resultados no difieren demasiado de la tipología antigua, como en el caso de la caracterología de Heymans y Le Senne, muy utilizada en España como base de los test de personalidad en los años 60 y 70. Según estos autores, existen tres rasgos básicos (emotividad, actividad y resonancia) que pueden estar presentes o no y cuyas posibles combinaciones dan lugar a ocho temperamentos.
HEYMAN - LE SENNE: Los ocho temperamentos
Cada temperamento se define en función de la presencia o no de tres rasgos: emotividad, actividad y resonancia. Una persona emotiva es aquella que se conmueve fácilmente. La actividad es la tendencia a actuar siempre, incluso cuando no tiene obligación o necesidad de hacerlo. Y la resonancia es la forma en que repercuten los sucesos en la persona: si le llevan a reaccionar inmediatamente, se trata de alguien primario; si tarda en reaccionar, pero la impresión es más duradera, es secundario. De esta forma obtenemos las siguientes combinaciones, a las que se adjudican los nombres que se indican:
- Emotivo - Activo - Primario → Colérico
- Emotivo - Activo - Secundario → Apasionado
- Emotivo - No activo - Primario → Nervioso
- Emotivo - No activo - Secundario → Sentimental
- No emotivo - Activo - Primario → Sanguíneo
- No emotivo - Activo - Secundario → Flemático
- No emotivo - No activo - Primario → Amorfo
- No emotivo - No activo - Secundario → Apático
En la actualidad, el modelo con más aceptación es el de los big five (los "cinco grandes"), que considera cinco grandes factores a partir de los cuales pueden organizarse las diferencias entre los individuos:
1) Estabilidad emocional (o lo contrario, neuroticismo). De un lado estaría el individuo sereno, seguro y autosatisfecho y del otro el ansioso, inseguro y autocompasivo.
2) Extraversión. El individuo sociable, afectuoso y orientado a la diversión frente al retraído, reservado y serio.
3) Apertura mental. Personas orientadas a la novedad, imaginativas e independientes frente a aquellas rutinarias, pragmáticas y conformistas.
4) Afabilidad. Confiado, amable y colaborador frente a suspicaz, duro y falto de colaboración.
5) Responsabilidad. Organizado, cuidadoso y disciplinado frente a desordenado, descuidado e impulsivo.
Los big five son también denominados mediante los acrónimos OCEAN o CANOE ("océano" y "canoa", respectivamente), ya que la inicial de cada uno de ellos correspondería a una de las cinco letras de estas palabras inglesas:
- O: Openness (apertura)
- C: Conscientiousness (responsabilidad)
- E: Extraversion (extraversión)
- A: Agreeableness (afabilidad)
- N: Neuroticism (neuroticismo)