Junto a la Gestalt, ha sido la psicología constructivista o cognitiva la escuela que ha propuesto modelos teóricos del aprendizaje alternativos a los esquemas simples sobre condicionamiento de la tradición conductista. El cognitivismo se inspira directamente en la obra de Jean Piaget, quien entiende el aprendizaje como un proceso adaptativo (del organismo al medio) que consiste en un mecanismo bidimensional con dos procesos complementarios:
1.- Asimilación: Cada individuo incorpora o interioriza los estímulos captados del medio adaptándolos a sus esquemas y estructuras previas, integrándolos dentro de ellos.
2.- Acomodación: Los esquemas y estructuras, cuando se muestran insuficientes para incorporar los datos, se modifican con el fin de acomodarse a la realidad ambiental.
Por tanto, Piaget busca la mutua influencia entre la mente y el medio externo. De esta forma, el pensamiento se define como un conjunto de estructuras cuya misión consiste en organizar y dar sentido a los elementos de la realidad. ¿Cómo? Piaget lo resume admirablemente en su libro Seis estudios de psicología:
Adaptándose a las cosas, el pensamiento se organiza, y organizándose, estructura las cosas.
Seguidores de Piaget, como Ausubel, han intentado trasladar estas concepciones teóricas al campo del aprendizaje escolar y social. La psicología cognitiva ha llamado la atención sobre los aspectos metodológicos, destacando la importancia de enseñar a aprender antes que los procedimientos de gratificación de las conductas aprendidas.
Ausubel insistió en que no basta con que el conocimiento que debe aprenderse esté lo suficientemente organizado para facilitar su integración en los esquemas mentales del sujeto. También es necesario que sea significativo. Quiere decir con ello que debe ser compatible con los conocimientos previos del sujeto, de tal manera que pueda integrarse dentro del conjunto general de conocimientos que ya se posean. Sus tesis pedagógicas quedan resumidas en esta conocida sentencia:
Si tuviese que reducir toda la psicología cognitiva a un solo principio, enunciaría éste: el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe; averígüese esto y enséñese en consecuencia.
sábado, 31 de marzo de 2018
viernes, 30 de marzo de 2018
El camino de la democracia
Hay democracia cuando existe una sociedad abierta en la que la relación entre gobernantes y gobernados es entendida en el sentido de que el Estado está al servicio de los ciudadanos y no los ciudadanos al servicio del Estado, en la cual el gobierno existe para el pueblo y no viceversa.
En el mundo actual, no obstante, son muchos los estados que pretenden conservar y gestionar el poder político mediante mecanismos no democráticos: son los regímenes autoritarios. Entre estos regímenes políticos cabe citar:
Características de los estados autoritarios
En un Estado autoritario se considera lícito alterar la verdad, reescribir retrospectivamente la Historia, distorsionar las noticias, suprimir las verdaderas, agregar falsas: la propaganda sustituye a la información. De hecho, en estos países no se es ciudadano, detentador de derechos, sino súbdito y, como tal, deudor al Estado (y al dictador que lo encarna) de fanática lealtad y sojuzgada obediencia.
Giovanni Sartori, ¿Qué es la democracia?
En su Alegoría del Buen Gobierno, Ambroggio Lorenzetti representó al gobierno popular de los nobles y ciudadanos de la ciudad de Siena. Pintó el poder real en el centro, rodeado por la virtudes necesarias (Paz, Fortaleza, Prudencia, Templanza). A su izquierda, representó la fuerza militar de Siena y la Justicia de sus leyes. Del bastón de mando surge una cuerda que los veinticuatro nobles y ciudadanos sujetan solidariamente, como símbolo de la unidad del poder del pueblo. La cuerda llega, a través de ellos, hasta la Justicia, que se representa mirando hacia arriba, hacia la Sabiduría. La Justicia hace uso de una balanza que en un lado tiene el castigo, y en el otro, el premio.
1. ¿Qué es la democracia?
Para regular la convivencia de las sociedades se hace necesario adoptar un conjunto organizado de principios, reglas o normas: es lo que llamamos un sistema de organización política.
La democracia es el sistema de organización política en el que el poder reside en el pueblo, que decide colectivamente.
La democracia implica, además, una forma de convivencia, ya que ésta se extiende a todas las parcelas de la vida social, y garantiza diversas formas de participación. La democracia ejerce su influjo en todos los ámbitos y grupos sociales en los que nos movemos (escuela, universidad, empresa, etc.) y abre las instituciones a los ciudadanos.
2. La tolerancia
La tolerancia es, en la actualidad, un requisito de cualquier democracia. La tolerancia entiende como algo positivo la coexistencia de diferentes corrientes y organizaciones políticas, el derecho a expresar cualquier opinión y la puesta en marcha de iniciativas en todos los campos.
3. Hacia las democracias actuales
En la antigua Grecia la democracia surgió en algunas polis o ciudades-estado. Se trataba de:
- Una democracia directa: Los ciudadanos se reunían en asambleas para tomar decisiones que incumbían a la ciudad, sin recurrir a otros ciudadanos que los representaran.
- Una democracia restringida: Sólo unos pocos podían participar (las mujeres o los esclavos estaban excluidos).
- Democracias representativas: El pueblo elige representantes para que lo gobiernen.
- Democracias participativas: En ellas hay sufragio universal. Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a participar en las decisiones democráticas.
En el mundo actual, no obstante, son muchos los estados que pretenden conservar y gestionar el poder político mediante mecanismos no democráticos: son los regímenes autoritarios. Entre estos regímenes políticos cabe citar:
- Dictaduras: Son sistemas de organización política basados en la autoridad o el carisma de un líder.
- Sistemas totalitarios: Son sistemas de organización política que se basan en la autoridad de una sola persona o de un grupo reducido, y que justifican su actuación política en una ideología o una doctrina global.
Características de los estados autoritarios
En un Estado autoritario se considera lícito alterar la verdad, reescribir retrospectivamente la Historia, distorsionar las noticias, suprimir las verdaderas, agregar falsas: la propaganda sustituye a la información. De hecho, en estos países no se es ciudadano, detentador de derechos, sino súbdito y, como tal, deudor al Estado (y al dictador que lo encarna) de fanática lealtad y sojuzgada obediencia.
Primo Levi, Si esto es un hombre
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Estructura social y democracia
jueves, 29 de marzo de 2018
La fábrica de las ilusiones
Preparando mis clases sobre conciencia y pensamiento, me encuentro con una cita de Ignacio Morgado, hablando de la mente como una función o proceso del cerebro, planteamiento pues emergentista de la conciencia.
La mente es un conjunto de funciones o procesos del cerebro, como sentir y percibir el propio cuerpo y el mundo en que vivimos, tener motivaciones y emociones, aprender y recordar, olvidar, dormir y soñar, hablar y comprender el lenguaje, etc.; incluidas todas las formas posibles de pensamiento.
Empecé a buscar información sobre este autor: nacido en 1951, es catedrático de Psicobiología en la Universidad Autónoma de Barcelona, y ha publicado diversos estudios avalados por sus trabajos en el Instituto de Neurociencia de la UAB.
Publicado en 2015 por Ariel, me llama la atención este pequeño recetario: La fábrica de las ilusiones. Sus ilustraciones y la diversidad de temas que recoge fueron los motivos por los que lo compré, a mediados del mes de febrero en la Casa del Libro. Los capítulos son breves y muy claros, idóneos para mis alumnos, jóvenes que se introducen en la ciencia de la Psicología. El libro se estructura en los siguientes bloques:
- Quiénes somos
- Cómo entendemos el mundo
- Lo que nos motiva y conduce
- La memoria y el olvido
- Fundamentos de la inteligencia
- Claves del bienestar
Como decía, los capítulos son breves y responden a preguntas fundamentales de la psicología, vistas desde la óptica de la neurobiología: ¿Son innatas la inteligencia, la homosexualidad o la psicopatía? ¿Nos controla el inconsciente? ¿Qué puede más, la emoción o la razón? ¿Cómo envejecer mejor? ¿Por qué tenemos estrés y cómo podemos eliminarlo? Éstas y otras muchas cuestiones se abordan en este ensayo, y viene a decirnos que, a lo largo de la evolución humana, nuestro cerebro ha construido múltiples ilusiones que resultan imprescindibles para vivir, adaptarnos al medio y entender mejor nuestro mundo. Conocer estos procesos mentales nos permitirá comprendernos y ser mejores.
La mente es un conjunto de funciones o procesos del cerebro, como sentir y percibir el propio cuerpo y el mundo en que vivimos, tener motivaciones y emociones, aprender y recordar, olvidar, dormir y soñar, hablar y comprender el lenguaje, etc.; incluidas todas las formas posibles de pensamiento.
Empecé a buscar información sobre este autor: nacido en 1951, es catedrático de Psicobiología en la Universidad Autónoma de Barcelona, y ha publicado diversos estudios avalados por sus trabajos en el Instituto de Neurociencia de la UAB.
Publicado en 2015 por Ariel, me llama la atención este pequeño recetario: La fábrica de las ilusiones. Sus ilustraciones y la diversidad de temas que recoge fueron los motivos por los que lo compré, a mediados del mes de febrero en la Casa del Libro. Los capítulos son breves y muy claros, idóneos para mis alumnos, jóvenes que se introducen en la ciencia de la Psicología. El libro se estructura en los siguientes bloques:
- Quiénes somos
- Cómo entendemos el mundo
- Lo que nos motiva y conduce
- La memoria y el olvido
- Fundamentos de la inteligencia
- Claves del bienestar
Como decía, los capítulos son breves y responden a preguntas fundamentales de la psicología, vistas desde la óptica de la neurobiología: ¿Son innatas la inteligencia, la homosexualidad o la psicopatía? ¿Nos controla el inconsciente? ¿Qué puede más, la emoción o la razón? ¿Cómo envejecer mejor? ¿Por qué tenemos estrés y cómo podemos eliminarlo? Éstas y otras muchas cuestiones se abordan en este ensayo, y viene a decirnos que, a lo largo de la evolución humana, nuestro cerebro ha construido múltiples ilusiones que resultan imprescindibles para vivir, adaptarnos al medio y entender mejor nuestro mundo. Conocer estos procesos mentales nos permitirá comprendernos y ser mejores.
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Lecturas: Psicología
miércoles, 28 de marzo de 2018
El aprendizaje por insight
1. Los experimentos de Köhler
Wolfgang Köhler (1887-1967), psicólogo alemán perteneciente al movimiento de la Gestalt, realizó experimentos con chimpancés en los que, en vez de un condicionamiento pasivo, el animal tuviese que llevar a cabo complejas estrategias para la resolución de un problema. En una de las pruebas, se ponían alimentos a la vista de un chimpancé, pero lo suficientemente altos como para que no los alcanzase por sus propios medios. A su alrededor se situaban diversas cajas sin amontonar. Según describe Köhler, el animal (el chimpancé "Sultán") primero ensayaba distintas conductas sin éxito (ensayo y error), después renunciaba a seguir intentando alcanzar el alimento (indefensión aprendida) hasta que, de repente, el animal parecía analizar el problema y llegaba súbitamente a la solución: comenzaba a apilar las cajas, unas encima de otras, hasta que le permitían hacerse con el alimento.
Otro experimento similar consistió en situar un plátano a una distancia tal de la jaula que el chimpancé no pudiese llegar a él. Sin embargo, le proporcionaba dos palos insertables uno en otro. Tras un periodo de tiempo contemplando la situación, el mono actuaba: utilizaba conjuntamente los dos palos y así obtenía su recompensa.
2. La comprensión súbita
Analizando estas experiencia, Köhler llegó a las conclusiones siguientes:
Wolfgang Köhler (1887-1967), psicólogo alemán perteneciente al movimiento de la Gestalt, realizó experimentos con chimpancés en los que, en vez de un condicionamiento pasivo, el animal tuviese que llevar a cabo complejas estrategias para la resolución de un problema. En una de las pruebas, se ponían alimentos a la vista de un chimpancé, pero lo suficientemente altos como para que no los alcanzase por sus propios medios. A su alrededor se situaban diversas cajas sin amontonar. Según describe Köhler, el animal (el chimpancé "Sultán") primero ensayaba distintas conductas sin éxito (ensayo y error), después renunciaba a seguir intentando alcanzar el alimento (indefensión aprendida) hasta que, de repente, el animal parecía analizar el problema y llegaba súbitamente a la solución: comenzaba a apilar las cajas, unas encima de otras, hasta que le permitían hacerse con el alimento.
Otro experimento similar consistió en situar un plátano a una distancia tal de la jaula que el chimpancé no pudiese llegar a él. Sin embargo, le proporcionaba dos palos insertables uno en otro. Tras un periodo de tiempo contemplando la situación, el mono actuaba: utilizaba conjuntamente los dos palos y así obtenía su recompensa.
2. La comprensión súbita
Analizando estas experiencia, Köhler llegó a las conclusiones siguientes:
- El chimpancé resolvía el problema mediante una comprensión súbita (insight, en inglés; einsicht, en alemán) del mismo. Este concepto significa que el animal reconstruye activamente los datos de su campo perceptivo, de forma que capta de manera súbita la relación existente entre varios objetos y la solución del problema. En el primer ejemplo, el chimpancé, tras procesar los datos sensoriales, comprende que apilando las cajas puede alcanzar la comida.
- Este modo de proceder en la resolución de problemas se da tanto en humanos como en las especies animales con cerebros suficientemente desarrollados. Sin embargo, existe una diferencia: el animal debe percibir simultáneamente todos los elementos involucrados en el problema; el hombre, en cambio, debido a su capacidad de abstracción, no necesita tal simultaneidad.
- Al aprendizaje por comprensión súbita pueden precederle conductas de ensayo-error, pero no es estrictamente necesario. Luego cabe concluir que ciertas especies animales utilizan la inteligencia para la resolución de problemas, aunque todavía sería muy grande la diferencia entre conductas inteligentes animales y humanas debido al lenguaje y al pensamiento conceptual.
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Aprendizaje,
Köhler
martes, 27 de marzo de 2018
Los derechos humanos en el mundo actual
1. Los países en desarrollo
En el mundo actual no se respetan los derechos más elementales de millones de personas. En algunos países se practica una violación continua de estos derechos: tortura, detenciones ilegales, represión política, violencia, etc. Asimismo, son frecuentes la explotación infantil, la discriminación de la mujer, la participación de los niños en las guerras, las situaciones de esclavitud, etc.
Ante la falta de respuesta de los organismos oficiales, han surgido Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que denuncian el inclumplimiento de los derechos humanos en el mundo subdesarrollado y contribuyen, con su acción, a la mejora de las condiciones de dignidad humana en estos países. Las ONG proporcionan ayuda voluntaria en diferentes ámbitos: alimentación, educación, sanidad y otros, especialmente en aquellos países en guerra o en situaciones límite.
Entre las ONG más importantes se encuentran Amnistía Internacional, Cáritas, Manos Unidas, Intermon-Oxfam, Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja, Media Luna Roja Internacional, etc.
2. Los países desarrollados
La conquista de los derechos humanos es, en la actualidad, una tarea inacabada. En nuestras sociedades aún encontramos casos de violencia hacia las mujeres, abusos a niños, discriminación por raza u orientación sexual, etc. Además, la Declaración de 1948 surgió en unas circunstancias históricas concretas y, por tanto, contemplaba la realidad de ese momento. Hoy vivimos en una sociedad más compleja en la que han surgido nuevos retos, como la defensa del medio ambiente o el acceso a la información a través de las nuevas tecnologías, que no fueron contemplados entonces.
3. Nuestro papel en el cumplimiento de los derechos humanos
Todos, hagamos lo que hagamos, somos merecedores de derechos. De la misma forma, aunque no se respeten nuestros derechos, tenemos el deber de respetar los de los demás.
La defensa de los derechos humanos no es sólo un asunto de los organismos que se dedican a ello, sino, además, de todas las personas, incluidos nosotros. Tenemos la obligación moral de respetar y promover el respeto de los derechos humanos.
No podemos quedar indiferentes ante la violación de algún derecho en nuestra presencia. Hemos contraído una deuda con la sociedad en la que vivimos, y nos obliga a actuar.
Esto es lo que deberíamos exigirnos si queremos construir un mundo mejor, en donde los derechos de todos sean respetados.
4. Los derechos humanos en el marco europeo
La Unión Europea tiene una participación activa en la promoción del desarrollo y cumplimiento de los derechos humanos. El 4 de noviembre de 1950 los gobiernos miembros del Consejo de Europa firmaron en Roma el Convenio para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales, que España ratificó el 4 de octubre de 1979 al adherirse como miembro del Consejo de Europa. Asimismo, ha creado una iniciativa para promover y defender la democracia y los derechos humanos: EIDHR (European Instruments for Democracy and Human Rights).
Por su parte, la Constitución española de 1978 se inspira en la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la hora de interpretar los derechos y deberes fundamentales establecidos en ella, y especifica las garantías que se dan a través de los tribunales para garantizar su cumplimiento.
5. Amnistía Internacional
Amnistía Internacional trabaja para luchar contra los abusos de los derechos humanos y promover un cambio en las leyes que, a veces, tratan de legitimarlos. Es un organismo independiente de cualquier gobierno, ideología política o credo religioso, que cuenta con un millón y medio de personas afiliadas en todo el mundo y más de 4.000 grupos locales integrados por voluntarios.
Asia y los derechos humanos
En Asia, el marco legal para la protección de los derechos humanos sigue siendo muy frágil. Los sistemas de justicia penal, caracterizados por su ineficacia, proporcionan escasas reparaciones a las personas más vulnerables, como mujeres e indígenas, entre quienes sigue reinando la penuria y la discriminación. La corrupción policial, los conflictos armados, el terrorismo, la violencia contra las mujeres, el trabajo infantil, el elevado número de refugiados y desplazados internos es común en muchos países de este continente. Por otra parte, la pena de muerte sigue vigente en China, Singapur y Vietnam, y los defensores de los derechos humanos en la región pueden sufrir detenciones arbitrarias y amenazas contra su vida.
En el mundo actual no se respetan los derechos más elementales de millones de personas. En algunos países se practica una violación continua de estos derechos: tortura, detenciones ilegales, represión política, violencia, etc. Asimismo, son frecuentes la explotación infantil, la discriminación de la mujer, la participación de los niños en las guerras, las situaciones de esclavitud, etc.
Ante la falta de respuesta de los organismos oficiales, han surgido Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que denuncian el inclumplimiento de los derechos humanos en el mundo subdesarrollado y contribuyen, con su acción, a la mejora de las condiciones de dignidad humana en estos países. Las ONG proporcionan ayuda voluntaria en diferentes ámbitos: alimentación, educación, sanidad y otros, especialmente en aquellos países en guerra o en situaciones límite.
Entre las ONG más importantes se encuentran Amnistía Internacional, Cáritas, Manos Unidas, Intermon-Oxfam, Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja, Media Luna Roja Internacional, etc.
2. Los países desarrollados
La conquista de los derechos humanos es, en la actualidad, una tarea inacabada. En nuestras sociedades aún encontramos casos de violencia hacia las mujeres, abusos a niños, discriminación por raza u orientación sexual, etc. Además, la Declaración de 1948 surgió en unas circunstancias históricas concretas y, por tanto, contemplaba la realidad de ese momento. Hoy vivimos en una sociedad más compleja en la que han surgido nuevos retos, como la defensa del medio ambiente o el acceso a la información a través de las nuevas tecnologías, que no fueron contemplados entonces.
3. Nuestro papel en el cumplimiento de los derechos humanos
Todos, hagamos lo que hagamos, somos merecedores de derechos. De la misma forma, aunque no se respeten nuestros derechos, tenemos el deber de respetar los de los demás.
La defensa de los derechos humanos no es sólo un asunto de los organismos que se dedican a ello, sino, además, de todas las personas, incluidos nosotros. Tenemos la obligación moral de respetar y promover el respeto de los derechos humanos.
No podemos quedar indiferentes ante la violación de algún derecho en nuestra presencia. Hemos contraído una deuda con la sociedad en la que vivimos, y nos obliga a actuar.
Esto es lo que deberíamos exigirnos si queremos construir un mundo mejor, en donde los derechos de todos sean respetados.
4. Los derechos humanos en el marco europeo
La Unión Europea tiene una participación activa en la promoción del desarrollo y cumplimiento de los derechos humanos. El 4 de noviembre de 1950 los gobiernos miembros del Consejo de Europa firmaron en Roma el Convenio para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales, que España ratificó el 4 de octubre de 1979 al adherirse como miembro del Consejo de Europa. Asimismo, ha creado una iniciativa para promover y defender la democracia y los derechos humanos: EIDHR (European Instruments for Democracy and Human Rights).
Por su parte, la Constitución española de 1978 se inspira en la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la hora de interpretar los derechos y deberes fundamentales establecidos en ella, y especifica las garantías que se dan a través de los tribunales para garantizar su cumplimiento.
5. Amnistía Internacional
Amnistía Internacional trabaja para luchar contra los abusos de los derechos humanos y promover un cambio en las leyes que, a veces, tratan de legitimarlos. Es un organismo independiente de cualquier gobierno, ideología política o credo religioso, que cuenta con un millón y medio de personas afiliadas en todo el mundo y más de 4.000 grupos locales integrados por voluntarios.
Asia y los derechos humanos
En Asia, el marco legal para la protección de los derechos humanos sigue siendo muy frágil. Los sistemas de justicia penal, caracterizados por su ineficacia, proporcionan escasas reparaciones a las personas más vulnerables, como mujeres e indígenas, entre quienes sigue reinando la penuria y la discriminación. La corrupción policial, los conflictos armados, el terrorismo, la violencia contra las mujeres, el trabajo infantil, el elevado número de refugiados y desplazados internos es común en muchos países de este continente. Por otra parte, la pena de muerte sigue vigente en China, Singapur y Vietnam, y los defensores de los derechos humanos en la región pueden sufrir detenciones arbitrarias y amenazas contra su vida.
Informe de 2004
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Derechos Humanos,
Ética
domingo, 25 de marzo de 2018
Condicionamiento clásico y condicionamiento operante
Se llama condicionamiento a la forma de aprendizaje que consiste en provocar la asociación de un estímulo (hecho o situación del ambiente capaz de provocar una determinada conducta de un organismo) y una respuesta (conducta observable de un organismo provocada por una estimulación) que no se encuentran relacionados de modo natural. Los psicólogos distinguen dos formas de condicionamiento: el condicionamiento clásico o pavloviano (llamado así por fundarse en el experimento realizado por el neurofisiólogo ruso Iván Pávlov) y el condicionamiento operante, instrumental, por ensayo y error o skinneriano (esta última denominación procede del psicólogo americano Burrhus Frederic Skinner). En pocas palabras, la diferencia entre ambos es que el primero es un aprendizaje reactivo (el organismo aprende a reaccionar ante un estímulo) y el segundo es un aprendizaje activo (el organismo aprende a hacer algo para obtener un resultado).
1. El experimento de Pavlov
Iván Pávlov es el principal representante de la reflexología rusa, movimiento que desde principios del siglo XX, e impulsado por el gobierno soviético después de la revolución de 1917, abordó el estudio de la conducta animal y humana desde un enfoque netamente fisiológico. Premio Nobel de Medicina en 1904 por sus estudios sobre los procesos digestivos, fue este tema de investigación el que le llevó a idear el experimento que le dio mayor fama.
El sujeto del experimento era un perro. Pávlov había observado que a veces salivaba sin tener delante la comida. Puesto que la salivación es un puro reflejo, intentó comprobar si era posible condicionarla, es decir, lograr su aparición ante estímulos que en situaciones normales no producían esa respuesta.
Al mismo tiempo que ofrecía la comida al perro, Pávlov hacía sonar una campanilla, de tal manera que ambos estímulos (sonido y comida) se presentaban siempre de forma simultánea. Durante un tiempo, Pávlov repitió esa experiencia con el objeto de acostumbrar al perro. Un día probó a suprimir la comida; al oír la campanilla, el animal comenzó a salivar. Quedaba demostrado que el perro había adquirido una nueva conducta. Lo importante del experimento radicaba en que se había condicionado su respuesta a través de una técnica de aprendizaje.
2. Análisis del experimento
Partimos de que la salivación del perro al percibir la comida es una respuesta refleja, natural y no aprendida (probablemente adquirida por los antepasados del perro en el curso de la evolución: salivar antes de tener la comida en la boca es una forma de ganar tiempo al comer, reduciendo la probabilidad de perder el alimento ante la necesidad de huir). Pávlov llamó a la comida estímulo incondicionado (EI), mientras que designó al reflejo de la salivación como respuesta incondicionada (RI).
Se denomina estímulo neutro (EN) al estímulo que, en principio, no provoca la respuesta que estamos estudiando: en este caso la campanilla (puede provocar otras respuestas, por ejemplo que el perro levante las orejas o vuelva la cabeza hacia el lugar de donde procede el sonido). Durante el proceso de condicionamiento ambos estímulos, incondicionado y neutro, se presentan juntos, y el resultado de esta asociación sigue siendo la misma respuesta incondicionada.
El proceso concluye cuando, al presentar el estímulo neutro sin el estímulo condicionado, el perro emite la misma respuesta. En ese momento el estímulo neutro se convierte en estímulo condicionado (EC) y la respuesta que produce es ahora respuesta condicionada (RC).
2. Extinción, generalización y discriminación del condicionamiento
Pávlov también estudió la manera de eliminar la conducta aprendida. Para ello intentó suprimir la relación entre estímulo y respuesta condicionados. Así, tras sucesivos sonidos de la campanilla sin que simultáneamente se le presentase la comida, el perro dejó de salivar ante el sonido. A este proceso lo llamó extinción del condicionamiento.
El perro puede aprender a salivar no sólo ante el sonido de la campanilla, sino ante otros estímulos similares: un timbre, una música, etc. Se habla entonces de generalización del estímulo. También puede darse el proceso contrario: el perro reacciona cuando la campanilla suena tres veces, pero no cuando suena dos o cuatro. En este caso estamos ante una discriminación del estímulo.
3. Condicionamiento clásico y publicidad
El mecanismo publicitario básico, unas veces burdo y otras más sutil, consiste en asociar dos estímulos, uno en principio neutro (el producto que se quiere vender) y otro que se encuentre relacionado con experiencias deseables para el sujeto. Un ejemplo (burdo) de este procedimiento es el anuncio de un automóvil en el que una modelo se va despojando de la ropa hasta quedar totalmente desnuda dentro del mencionado coche. ¿Qué relación tienen el coche y la modelo desnuda? La misma que tienen la campana y la comida, simplemente aparecen juntos. Eso basta para que la reacción provocada por uno de estos estímulos, o una reacción similar, empiece a aparecer también ante el otro.
¿De verdad alguien compra un coche por aparecer asociado a la modelo? Todo el mundo dirá que no, pero lo cierto es que los empresarios siguen financiando este tipo de anuncios porque son eficaces. Independientemente de que terminemos comprando o no el automóvil, nuestra valoración del mismo habrá mejorado simplemente por haberlo visto a la vez que una mujer sexualmente atractiva; y este cambio de opinión habrá ocurrido en nosotros de forma inconsciente e involuntaria y, por tanto, sin que hayamos tenido ninguna posibilidad de oponernos racionalmente a él.
No siempre es tan fácil identificar el estímulo incondicionado como en este ejemplo, pero siempre se trata de presentar situaciones, en uno u otro sentido, "deseables": diversión, amistad, amor, armonía familiar, juventud, belleza, éxito... Es importante conservar intacta nuestra capacidad crítica para no llenarnos de falsas necesidades cuya satisfacción probablemente no nos hará más felices, sólo más caprichosos.
En 1920, Watson pasó a trabajar en el sector publicitario. En la imagen de la derecha vemos unos de los anuncios de su campaña para Camel, en que aparecen claramente asociados el paquete de cigarrillos (estímulo condicionado) con al menos tres estímulos incondicionados: el prestigio asociado a una figura de autoridad (el presidente Roosevelt), la expresión de satisfacción desbordante de éste y una escasamente disimulada alusión sexual en el tamaño, forma y orientación del cigarrillos.
4. El aprendizaje por ensayo y error
4.1. Experimentos de Thorndike y cajas de Skinner
A diferencia del condicionamiento clásico, en esta otra clase de condicionamiento (llamado operante, instrumental o aprendizaje por ensayo y error) se trata de conductas activas: el sujeto no se limita a reaccionar, sino que, para aprender, debe actuar o utilizar su conducta instrumentalmente, es decir, como un medio para alcanzar los fines propuestos.
Aunque el representante más famoso y polémico de esta forma de aprendizaje fue Skinner, los experimentos sobre aprendizaje por ensayo y error se iniciaron con Edward Thorndike, a principios del siglo XX. La situación experimental era siempre muy parecida: un animal hambriento (por ejemplo, un gato) era colocado dentro de una jaula, con el alimento a la vista pero no a su alcance. En esa situación, el animal debía aprender a abrir la puerta de la jaula con acciones simples como empujar una palanca, tirar de un cordel, etc. El animal, excitado y hambriento, efectuaba una serie de movimientos al azar (ensayos) hasta que, por casualidad, daba con la conducta que le permitía salir. Si se repite la misma situación experimental con el mismo animal, éste tardará menos en dar con la respuesta adecuada, y así sucesivamente hasta que finalmente prescinda de ensayos: la conducta ya ha sido aprendida.
Skinner perfeccionó los experimentos de Thorndike inventando las conocidas como cajas de Skinner: cámaras diseñadas específicamente para la investigación con animales, que incluyen palancas, trampillas, mecanismos eléctricos, luces, etc. Se introduce a un animal (rata, paloma, gato...) para observar su comportamiento y condicionar algunas de sus respuestas. Al principio, el animal actúa al azar: toca indistintamente todos los mecanismos sin ninguna estrategia definida. Sin embargo, cuando presiona determinada palanca se abre una trampilla que contiene una porción de comida. Según aumentan los ensayos, el animal disminuye el número de tentativas al azar, hasta que finalmente aprende a presionar la palanca adecuada cada vez que tiene hambre, prescindiendo de todas las demás.
4.2. Refuerzos y castigos
Con el fin de modificar la conducta, Skinner y otros psicólogos experimentales utilizan premios (refuerzos) y castigos. Recordemos que un refuerzo es cualquier estímulo que aumente la probabilidad de que cierta conducta vuelva a ser ejecutada, mientras que un castigo es un estímulo que disminuye esa probabilidad.
En general, se distinguen dos grandes tipos de refuerzos:
4.3. Programas de refuerzo
Una vez asumida la idea básica del condicionamiento operante, que no deja de ser una tautología (la conducta reforzada es más probable que se repita que otra conducta que no ha sido reforzada), se pueden diseñar las técnicas para que un organismo adquiera o abandone un tipo de conducta. A estas técnicas, cuya base es distribuir los refuerzos en el proceso de aprendizaje para conseguir los efectos deseados, se les da el nombre de programas de refuerzo.
Es fácil entender que se consiguen aprendizajes más duraderos si no se refuerzan todas las respuestas adecuadas, sino sólo parte de ellas (en el primer caso, la conducta se extinguirá tan pronto como dejemos de administrar refuerzos). Estos programas de refuerzo parcial pueden clasificarse, a su vez, en:
1.- Programas de razón fija: Se administra el refuerzo tras un cierto número, siempre el mismo, de respuestas adecuadas (por ejemplo, una de cada diez veces que la rata presione la palanca se le premia con la comida).
2.- Programas de razón variable: El número de respuestas que precede al refuerzo es variable, pero bien en torno a un valor promedio, bien con un valor progresivamente ascendente (por ejemplo, primero cada dos respuestas, luego cada tres, cada cuatro, etc.).
3.- Programas de intervalo fijo: El refuerzo se administra al aparecer la primera respuesta adecuada tras pasar un tiempo determinado (por ejemplo, media hora) desde el refuerzo anterior.
4.- Programas de intervalo variable: El refuerzo de administra tras un periodo cuya duración varía; como en los programas de razón variable, los intervalos pueden oscilar en torno a un promedio, o pueden aumentar progresivamente su duración.
4.4. Generalización, discriminación e indefensión aprendida
Igual que los aprendizajes por condicionamiento clásico, en los que se realizan por ensayo y error, también encontramos los fenómenos de generalización y discriminación, en este caso tanto de estímulos como de respuestas.
Planteemos una situación imaginaria: tengo un perro al que he enseñado a avisarme con un ladrido cada vez que alguien abre la puerta de mi habitación. Veamos ejemplos de los fenómenos señalados:
5. Burrhus Frederic Skinner
Nacido en Pensilvania en 1904, su intención primera era dedicarse a la literatura (de hecho, uno de sus libros más conocido es una novela, Walden Dos), pero pronto comprendió que carecía de talento para ello. Impresionado por las críticas de Russell al conductismo de Watson, se dedicó a reivindicar a este último, recuperando su radicalismo y enriqueciéndolo con nuevas aportaciones (básicamente la ley del efecto de Thorndike, origen del condicionamiento operante). Conocido por sus famosas "cajas de Skinner", diseñó una de ellas (en realidad, una cuna) para su propia hija Deborah, hecho por el que sería después duramente criticado. Fueron también famosos sus experimentos con palomas que le sirvieron para explicar la formación de supersticiones, así como la polémica que mantuvo con Noam Chomsky sobre el origen del lenguaje. En su ensayo filosófico Más allá de la libertad y la dignidad (1971), propone una tecnología de la conducta partiendo del presupuesto de que el ser humano está absolutamente condicionado por sus aprendizajes. Skinner murió el 18 de agosto de 1990 en Cambridge, Massachusetts.
1. El experimento de Pavlov
Iván Pávlov es el principal representante de la reflexología rusa, movimiento que desde principios del siglo XX, e impulsado por el gobierno soviético después de la revolución de 1917, abordó el estudio de la conducta animal y humana desde un enfoque netamente fisiológico. Premio Nobel de Medicina en 1904 por sus estudios sobre los procesos digestivos, fue este tema de investigación el que le llevó a idear el experimento que le dio mayor fama.
El sujeto del experimento era un perro. Pávlov había observado que a veces salivaba sin tener delante la comida. Puesto que la salivación es un puro reflejo, intentó comprobar si era posible condicionarla, es decir, lograr su aparición ante estímulos que en situaciones normales no producían esa respuesta.
Al mismo tiempo que ofrecía la comida al perro, Pávlov hacía sonar una campanilla, de tal manera que ambos estímulos (sonido y comida) se presentaban siempre de forma simultánea. Durante un tiempo, Pávlov repitió esa experiencia con el objeto de acostumbrar al perro. Un día probó a suprimir la comida; al oír la campanilla, el animal comenzó a salivar. Quedaba demostrado que el perro había adquirido una nueva conducta. Lo importante del experimento radicaba en que se había condicionado su respuesta a través de una técnica de aprendizaje.
2. Análisis del experimento
Partimos de que la salivación del perro al percibir la comida es una respuesta refleja, natural y no aprendida (probablemente adquirida por los antepasados del perro en el curso de la evolución: salivar antes de tener la comida en la boca es una forma de ganar tiempo al comer, reduciendo la probabilidad de perder el alimento ante la necesidad de huir). Pávlov llamó a la comida estímulo incondicionado (EI), mientras que designó al reflejo de la salivación como respuesta incondicionada (RI).
EI → RI
Se denomina estímulo neutro (EN) al estímulo que, en principio, no provoca la respuesta que estamos estudiando: en este caso la campanilla (puede provocar otras respuestas, por ejemplo que el perro levante las orejas o vuelva la cabeza hacia el lugar de donde procede el sonido). Durante el proceso de condicionamiento ambos estímulos, incondicionado y neutro, se presentan juntos, y el resultado de esta asociación sigue siendo la misma respuesta incondicionada.
EI + EN → RI (n veces)
El proceso concluye cuando, al presentar el estímulo neutro sin el estímulo condicionado, el perro emite la misma respuesta. En ese momento el estímulo neutro se convierte en estímulo condicionado (EC) y la respuesta que produce es ahora respuesta condicionada (RC).
EN/EC → RC
2. Extinción, generalización y discriminación del condicionamiento
Pávlov también estudió la manera de eliminar la conducta aprendida. Para ello intentó suprimir la relación entre estímulo y respuesta condicionados. Así, tras sucesivos sonidos de la campanilla sin que simultáneamente se le presentase la comida, el perro dejó de salivar ante el sonido. A este proceso lo llamó extinción del condicionamiento.
El perro puede aprender a salivar no sólo ante el sonido de la campanilla, sino ante otros estímulos similares: un timbre, una música, etc. Se habla entonces de generalización del estímulo. También puede darse el proceso contrario: el perro reacciona cuando la campanilla suena tres veces, pero no cuando suena dos o cuatro. En este caso estamos ante una discriminación del estímulo.
3. Condicionamiento clásico y publicidad
El mecanismo publicitario básico, unas veces burdo y otras más sutil, consiste en asociar dos estímulos, uno en principio neutro (el producto que se quiere vender) y otro que se encuentre relacionado con experiencias deseables para el sujeto. Un ejemplo (burdo) de este procedimiento es el anuncio de un automóvil en el que una modelo se va despojando de la ropa hasta quedar totalmente desnuda dentro del mencionado coche. ¿Qué relación tienen el coche y la modelo desnuda? La misma que tienen la campana y la comida, simplemente aparecen juntos. Eso basta para que la reacción provocada por uno de estos estímulos, o una reacción similar, empiece a aparecer también ante el otro.
¿De verdad alguien compra un coche por aparecer asociado a la modelo? Todo el mundo dirá que no, pero lo cierto es que los empresarios siguen financiando este tipo de anuncios porque son eficaces. Independientemente de que terminemos comprando o no el automóvil, nuestra valoración del mismo habrá mejorado simplemente por haberlo visto a la vez que una mujer sexualmente atractiva; y este cambio de opinión habrá ocurrido en nosotros de forma inconsciente e involuntaria y, por tanto, sin que hayamos tenido ninguna posibilidad de oponernos racionalmente a él.
No siempre es tan fácil identificar el estímulo incondicionado como en este ejemplo, pero siempre se trata de presentar situaciones, en uno u otro sentido, "deseables": diversión, amistad, amor, armonía familiar, juventud, belleza, éxito... Es importante conservar intacta nuestra capacidad crítica para no llenarnos de falsas necesidades cuya satisfacción probablemente no nos hará más felices, sólo más caprichosos.
En 1920, Watson pasó a trabajar en el sector publicitario. En la imagen de la derecha vemos unos de los anuncios de su campaña para Camel, en que aparecen claramente asociados el paquete de cigarrillos (estímulo condicionado) con al menos tres estímulos incondicionados: el prestigio asociado a una figura de autoridad (el presidente Roosevelt), la expresión de satisfacción desbordante de éste y una escasamente disimulada alusión sexual en el tamaño, forma y orientación del cigarrillos.
4. El aprendizaje por ensayo y error
4.1. Experimentos de Thorndike y cajas de Skinner
A diferencia del condicionamiento clásico, en esta otra clase de condicionamiento (llamado operante, instrumental o aprendizaje por ensayo y error) se trata de conductas activas: el sujeto no se limita a reaccionar, sino que, para aprender, debe actuar o utilizar su conducta instrumentalmente, es decir, como un medio para alcanzar los fines propuestos.
Aunque el representante más famoso y polémico de esta forma de aprendizaje fue Skinner, los experimentos sobre aprendizaje por ensayo y error se iniciaron con Edward Thorndike, a principios del siglo XX. La situación experimental era siempre muy parecida: un animal hambriento (por ejemplo, un gato) era colocado dentro de una jaula, con el alimento a la vista pero no a su alcance. En esa situación, el animal debía aprender a abrir la puerta de la jaula con acciones simples como empujar una palanca, tirar de un cordel, etc. El animal, excitado y hambriento, efectuaba una serie de movimientos al azar (ensayos) hasta que, por casualidad, daba con la conducta que le permitía salir. Si se repite la misma situación experimental con el mismo animal, éste tardará menos en dar con la respuesta adecuada, y así sucesivamente hasta que finalmente prescinda de ensayos: la conducta ya ha sido aprendida.
Skinner perfeccionó los experimentos de Thorndike inventando las conocidas como cajas de Skinner: cámaras diseñadas específicamente para la investigación con animales, que incluyen palancas, trampillas, mecanismos eléctricos, luces, etc. Se introduce a un animal (rata, paloma, gato...) para observar su comportamiento y condicionar algunas de sus respuestas. Al principio, el animal actúa al azar: toca indistintamente todos los mecanismos sin ninguna estrategia definida. Sin embargo, cuando presiona determinada palanca se abre una trampilla que contiene una porción de comida. Según aumentan los ensayos, el animal disminuye el número de tentativas al azar, hasta que finalmente aprende a presionar la palanca adecuada cada vez que tiene hambre, prescindiendo de todas las demás.
4.2. Refuerzos y castigos
Con el fin de modificar la conducta, Skinner y otros psicólogos experimentales utilizan premios (refuerzos) y castigos. Recordemos que un refuerzo es cualquier estímulo que aumente la probabilidad de que cierta conducta vuelva a ser ejecutada, mientras que un castigo es un estímulo que disminuye esa probabilidad.
En general, se distinguen dos grandes tipos de refuerzos:
- Positivos. Se otorga una recompensa o gratificación cuando el sujeto ha llevado a cabo la conducta deseada (por ejemplo, la comida que se da a un animal por empujar la palanca deseada).
- Negativos. Como resultado de la conducta se suprime algo desagradable o doloroso para el organismo (por ejemplo, en un laberinto con el suelo electrificado, se suprime la corriente cada vez que la rata recorre el camino correcto).
- Positivos (también llamados estímulos aversivos). Una conducta es acompañada de estímulos dolorosos para el sujeto (por ejemplo, administramos una pequeña corriente a la rata que empuja una palanca equivocada).
- Negativos. Como resultado de la conducta, el organismo pierde una situación agradable (por ejemplo, un padre castiga a su hijo dejándolo sin salir el fin de semana).
4.3. Programas de refuerzo
Una vez asumida la idea básica del condicionamiento operante, que no deja de ser una tautología (la conducta reforzada es más probable que se repita que otra conducta que no ha sido reforzada), se pueden diseñar las técnicas para que un organismo adquiera o abandone un tipo de conducta. A estas técnicas, cuya base es distribuir los refuerzos en el proceso de aprendizaje para conseguir los efectos deseados, se les da el nombre de programas de refuerzo.
Es fácil entender que se consiguen aprendizajes más duraderos si no se refuerzan todas las respuestas adecuadas, sino sólo parte de ellas (en el primer caso, la conducta se extinguirá tan pronto como dejemos de administrar refuerzos). Estos programas de refuerzo parcial pueden clasificarse, a su vez, en:
1.- Programas de razón fija: Se administra el refuerzo tras un cierto número, siempre el mismo, de respuestas adecuadas (por ejemplo, una de cada diez veces que la rata presione la palanca se le premia con la comida).
2.- Programas de razón variable: El número de respuestas que precede al refuerzo es variable, pero bien en torno a un valor promedio, bien con un valor progresivamente ascendente (por ejemplo, primero cada dos respuestas, luego cada tres, cada cuatro, etc.).
3.- Programas de intervalo fijo: El refuerzo se administra al aparecer la primera respuesta adecuada tras pasar un tiempo determinado (por ejemplo, media hora) desde el refuerzo anterior.
4.- Programas de intervalo variable: El refuerzo de administra tras un periodo cuya duración varía; como en los programas de razón variable, los intervalos pueden oscilar en torno a un promedio, o pueden aumentar progresivamente su duración.
4.4. Generalización, discriminación e indefensión aprendida
Igual que los aprendizajes por condicionamiento clásico, en los que se realizan por ensayo y error, también encontramos los fenómenos de generalización y discriminación, en este caso tanto de estímulos como de respuestas.
Planteemos una situación imaginaria: tengo un perro al que he enseñado a avisarme con un ladrido cada vez que alguien abre la puerta de mi habitación. Veamos ejemplos de los fenómenos señalados:
- Generalización de estímulo: el perro también emite un ladrido cuando alguien abre la puerta principal de la casa.
- Discriminación de estímulo: el perro no emite un ladrido si soy yo el que abre la puerta.
- Generalización de respuesta: el perro emite un ladrido cada vez que busca llamar mi atención.
- Discriminación de respuesta: el perro emite un ladrido si quien abre la puerta es uno de mis padres y dos si es uno de mis hermanos.
5. Burrhus Frederic Skinner
Nacido en Pensilvania en 1904, su intención primera era dedicarse a la literatura (de hecho, uno de sus libros más conocido es una novela, Walden Dos), pero pronto comprendió que carecía de talento para ello. Impresionado por las críticas de Russell al conductismo de Watson, se dedicó a reivindicar a este último, recuperando su radicalismo y enriqueciéndolo con nuevas aportaciones (básicamente la ley del efecto de Thorndike, origen del condicionamiento operante). Conocido por sus famosas "cajas de Skinner", diseñó una de ellas (en realidad, una cuna) para su propia hija Deborah, hecho por el que sería después duramente criticado. Fueron también famosos sus experimentos con palomas que le sirvieron para explicar la formación de supersticiones, así como la polémica que mantuvo con Noam Chomsky sobre el origen del lenguaje. En su ensayo filosófico Más allá de la libertad y la dignidad (1971), propone una tecnología de la conducta partiendo del presupuesto de que el ser humano está absolutamente condicionado por sus aprendizajes. Skinner murió el 18 de agosto de 1990 en Cambridge, Massachusetts.
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jueves, 8 de marzo de 2018
La defensa de los derechos humanos
1. Universalidad de los derechos y diversidad cultural
Una característica de los derechos humanos recogidos en la Declaración es su universalidad. Los derechos pertenecen a la persona, independientemente de cualquier diferencia física o cultural. Sin embargo, los seres humanos viven en culturas diversas, lo cual hace que existan diferentes interpretaciones y maneras de aplicarlos, derivadas de las distintas tradiciones y creencias.
En nuestro mundo cohabitan culturas diversas, es decir, existe diversidad cultural. Esta diversidad obliga a un diálogo entre culturas para dar respuestas comunes a los problemas que afectan a toda la humanidad.
Los 192 países que, en la actualidad, forman parte de la ONU, firmaron el compromiso de aplicar los derechos de la Declaración. Esta aplicación se realiza a través de las leyes en cada estado. Sin embargo, debido a que la Declaración sólo impone la obligación de carácter moral (no jurídico) de hacer cumplir estos derechos, en muchos casos su aplicación no se lleva a cabo.
2. Razones del incumplimiento de los derechos humanos
La Organización de las Naciones Unidas y sus organismos especializados como, por ejemplo, la UNESCO, son los encargados de velar por el cumplimiento de los derechos. Además, existen otros organismos, pactos, convenios y tribunales internacionales, algunos de los cuales se remontan a la misma fundación de la ONU.
4. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) está situada en Ginebra (Suiza), y cuenta con una oficina en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
El propósito del Alto Comisionado es dirigir el movimiento internacional de derechos humanos desempeñando la función de autoridad moral y portavoz de las víctimas.
Con frecuencia, el Alto Comisionado hace declaraciones y llamamientos públicos cuando se desatan crisis de derechos humanos, y viaja constantemente para asegurar que el mensaje de derechos humanos sea oído en todas partes del mundo. Asimismo, el Alto Comisionado estimula el diálogo y fomenta la cooperación con los gobiernos para reforzar la protección de los derechos humanos en el ámbito nacional. La intención de la Oficina es trabajar con una amplia gama de actores, incluidas las organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y el sector privado, para conseguir el mayor compromiso posible en relación con los derechos humanos. De igual manera, promueve la educación en materia de derechos humanos e intenta estimular la prevención, así como la asunción de nuevos retos en temas tales como el tráfico de personas, el VIH/SIDA, la biotecnología y los efectos de la mundialización.
Enlace: www.ohchr.org
Una característica de los derechos humanos recogidos en la Declaración es su universalidad. Los derechos pertenecen a la persona, independientemente de cualquier diferencia física o cultural. Sin embargo, los seres humanos viven en culturas diversas, lo cual hace que existan diferentes interpretaciones y maneras de aplicarlos, derivadas de las distintas tradiciones y creencias.
En nuestro mundo cohabitan culturas diversas, es decir, existe diversidad cultural. Esta diversidad obliga a un diálogo entre culturas para dar respuestas comunes a los problemas que afectan a toda la humanidad.
Los 192 países que, en la actualidad, forman parte de la ONU, firmaron el compromiso de aplicar los derechos de la Declaración. Esta aplicación se realiza a través de las leyes en cada estado. Sin embargo, debido a que la Declaración sólo impone la obligación de carácter moral (no jurídico) de hacer cumplir estos derechos, en muchos casos su aplicación no se lleva a cabo.
2. Razones del incumplimiento de los derechos humanos
- Culturales: Hacen referencia a tradiciones o costumbres determinadas; por ejemplo, el casamiento concertado.
- Religiosas: Se basan en creencias fruto de una religión determinada y que tienen gran peso político; por ejemplo, en algunos países se prohíbe trabajar a las mujeres, porque se considera que va contra el orden natural dictado por Dios.
- Políticas: Se trata de decisiones adoptadas en este ámbito; por ejemplo, la decisión de algunos estados de aplicar la pena de muerte.
La Organización de las Naciones Unidas y sus organismos especializados como, por ejemplo, la UNESCO, son los encargados de velar por el cumplimiento de los derechos. Además, existen otros organismos, pactos, convenios y tribunales internacionales, algunos de los cuales se remontan a la misma fundación de la ONU.
- Pactos: Son ejemplos el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
- Organismos: Son muy numerosos. Algunos fueron creados en el seno de la ONU a partir de la Carta Magna (como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Consejo de Derechos Humanos) o en virtud de tratados (Comité de Derechos Humanos, para la Eliminación de la Discriminación Racial, contra la Tortura, contra la Discriminación de la Mujer, etc.).
- Foros: Un ejemplo es el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas.
- Tribunales internacionales: Entre ellos destacan el Tribunal Internacional de Justicia, que resuelve disputas entre estados y emite dictámenes a cuestiones que se le plantean; el Tribunal Penal Internacional, que juzga los crímenes de genocidio, de guerra y de la humanidad, como la esclavitud, el exterminio, la tortura, algunos secuestros, etc.; y otros tribunales especial que se crean con ocasión de una flagrante violación de los derechos humanos en un conflicto armado, como los que se crearon para Ruanda o para la antigua Yugoslavia.
El Tribunal Internacional de Justicia se creó en 1945 y se encuentra en La Haya (Países Bajos) |
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) está situada en Ginebra (Suiza), y cuenta con una oficina en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
El propósito del Alto Comisionado es dirigir el movimiento internacional de derechos humanos desempeñando la función de autoridad moral y portavoz de las víctimas.
Con frecuencia, el Alto Comisionado hace declaraciones y llamamientos públicos cuando se desatan crisis de derechos humanos, y viaja constantemente para asegurar que el mensaje de derechos humanos sea oído en todas partes del mundo. Asimismo, el Alto Comisionado estimula el diálogo y fomenta la cooperación con los gobiernos para reforzar la protección de los derechos humanos en el ámbito nacional. La intención de la Oficina es trabajar con una amplia gama de actores, incluidas las organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y el sector privado, para conseguir el mayor compromiso posible en relación con los derechos humanos. De igual manera, promueve la educación en materia de derechos humanos e intenta estimular la prevención, así como la asunción de nuevos retos en temas tales como el tráfico de personas, el VIH/SIDA, la biotecnología y los efectos de la mundialización.
Enlace: www.ohchr.org
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domingo, 4 de marzo de 2018
Aprendizaje y conductas innatas
En general, se acepta como definición de aprendizaje una modificación estable de la conducta adquirida a lo largo de la vida. Desde otro punto de vista, más centrado en lo mental que en lo conductual, también cabe considerar como aprendizaje el proceso mediante el cual interiorizamos una serie de conocimientos y habilidades intelectuales.
Los científicos que estudian la conducta animal distinguen entre conductas innatas y conductas adquiridas o aprendidas. La evolución avanza en el sentido de alcanzar una autonomía cada vez mayor del individuo respecto del medio (una mayor plasticidad y adaptabilidad del organismo). Este hecho se traduce en que las especies más evolucionadas son capaces de aprendizajes más complejos, especialmente en aquellas en que la proporción de conductas aprendidas es más alta en relación con las conductas innatas.
Es esencial destacar que las conductas no aprendidas o innatas tienen siempre un valor supervivencial evidente cuya complejidad está en relación directa con el desarrollo evolutivo (cerebral) de la especie estudiada.
1. Reflejos incondicionados
Si pones la mano sobre el fuego o un objeto muy caliente, la retiras inmediatamente. Si te preguntan por qué, responderás "porque me he quemado", pero si por "quemarse" entiendes sentir un cierto tipo de dolor, la verdad es que tu respuesta no describe exactamente lo que ha ocurrido. ¿Por qué? Porque ya antes de sentir dolor, la mano había iniciado su retirada. A este tipo de conductas, automáticas e involuntarias, en las que no interviene la corteza cerebral, se les llama reflejos.
¿Qué son, entonces, los reflejos incondicionados? Son respuestas innatas, elementales e inmediatas que el organismo emite ante determinados estímulos; por lo general no afectan a todo el cuerpo, sino sólo a una parte de él.
En el reino animal encontramos muchos ejemplos de reflejos: si a un pulpo vivo le seccionamos uno de sus tentáculos, éste continúa moviéndose durante cerca de una hora; algo parecido ocurre con la cola de reptiles como la lagartija. Se han realizado múltiples experimentos con animales en los que cerebro y médula han sido separados (ranas, gatos, ratas, palomas, etc.), comprobándose la conservación de los reflejos en tales condiciones.
La estructura fisiológica responsable de los reflejos es el circuito o arco reflejo, constituido por:
2. Instinto
Se diferencia del reflejo por su mayor complejidad: un instinto no es una reacción puntual ante un estímulo, sino una forma de comportamiento habitual en una especie que afecta al organismo entero y no sólo a una parte de él. Por tanto, en la conducta instintiva interviene necesariamente el cerebro como principal centro de coordinación.
Los rasgos que definen una conducta instintiva son:
El etólogo Konrad Lorenz comprobó lo fácil que era para cualquiera convertirse en "madre" de unos gansos recién nacidos: bastaba con asegurarse de ser el primer objeto móvil que vieran al salir del huevo. Desde ese momento le seguirían a todas partes, como los gansos "normales" hacen con su madre biológica.
La conducta de apego de los recién nacidos responde al mismo esquema: aunque generalmente va dirigida hacia sus progenitores reales, puede cambiar su objeto con gran facilidad. Algunos experimentos con monos prueban que esta "madre" no tiene que ser necesariamente un ser vivo, basta un muñeco cubierto con una capa de pelo y dotado de calor o de algún tipo de movimiento.
La impronta o troquelado (en inglés, imprinting) puede definirse como "aprender a reconocer un estímulo, al principio de la vida, para desencadenar ante él una respuesta innata". En la impronta se da una combinación de innatismo y aprendizaje, aunque predomina claramente el primero: el individuo nace con una predisposición innata a responder a un estímulo de cierto tipo y a fijar como definitivo el primero que se perciba.
Como característica de la impronta podemos señalar:
4. Conductas innatas en el hombre
Cuando oímos hablar de las experiencias de Lorenz con gansos recién nacidos, es fácil que pensemos en los bebés apegados a sus padres. ¿Se trata de conductas comparables? Más en general: ¿podemos hablar, en el caso del hombre, de instintos como los que poseen los animales?
A principios del siglo XX, el psicólogo William McDougall ofrecía una lista de doce motivaciones básicas (a las que llamaba "instintos"), que se producían en impulsos dirigidos a ciertos comportamientos. McDougall hablaba de instinto de combate, instinto gregario, instinto de reproducción, instintos de autoafirmación y autohumillación, instinto de búsqueda de alimentos, etc. La lista podía ampliarse y de hecho McDougall lo hizo, aunque no todos los instintos se ponían al mismo nivel. En definitiva, para cada conducta humana puede encontrarse un instinto que la explique, lo cual lleva a la paradójica consecuencia de que, tanto si uno hace una cosa como si hace la contraria, siempre podrá descargar su responsabilidad en alguno de los instintos con los que está condenado a convivir.
La teoría de McDougall fue objeto de críticas, especialmente desde el campo conductista. Lo cierto es que no se ve muy bien qué añade a nuestra comprensión de la conducta decir que uno busca comida porque posee un instinto de buscar comida, o que se reproduce porque hay un instinto de reproducción. ¿No basta con decir simplemente que busca comida o se reproduce? Los conductistas eliminaron esos "instintos" invisibles e intentaron explicar la conducta humana como un conjunto de hábitos adquiridos básicamente por la repetición y el reforzamiento de ciertas formas de responder a estímulos.
Es evidente que, en el caso del hombre, el aprendizaje tiene mayor fuerza que las pautas instintivas. Sin embargo, las explicaciones conductistas chocan con comportamientos que difícilmente pueden interpretarse como aprendidos: no queda más remedio que reconocer como innatas (las experiencias con niños sordos y ciegos de nacimiento lo demuestran) conductas como la succión, la sonrisa, el llanto, la expresión de ira, etc. Hay asimismo conductas que, por encima de la diversidad cultural, son prácticamente universales y pueden muy bien considerarse específicas, propias de la especie humana (por ejemplo, sonreír y elevar las cejas al saludarse). La etología, con Konrad Lorenz a la cabeza, ha puesto el foco de atención en las pautas innatas de comportamiento: sus conclusiones, por más que en su día irritasen a los conductistas más dogmáticos, son cualquier cosa menos banales y gratuitas.
Existe un amplio campo de discusión sobre la extensión de lo innato a las diferentes parcelas de la vida humana. Autores como Freud y los etólogos como Lorenz, Tinbergen y Eibl-Eisbesfeldt hablan de un instinto de agresión, con un evidente valor supervivencial para la especie (en la lucha por el territorio o por la hembra resulta ventajoso que el vencedor sea quien transmita sus genes a la descendencia), mientras que otros como Adler o Fromm prefieren poner el acento en un instinto de fraternidad o sociabilidad.
No es difícil reconocer que las pautas de conducta alimenticia, sexual, etc., aun partiendo de una base biológica evidente, son culturalmente moldeables. Lo mismo constatamos cuanto más nos alejamos de la biología: las relaciones familiares (¿existe el llamado instinto parental, o más específicamente instinto maternal?), los roles sociales, los valores estéticos, etc. Aunque un autor como Jung extiende el campo de lo innato a ideas o imágenes mentales (los arquetipos, que forman parte del inconsciente colectivo), no podemos olvidar que el hombre nace inmaduro y necesita aprender de los demás aquello mismo que el animal trae al mundo como ya sabido.
Desde un punto de vista evolutivo, la distinción innato-adquirido se vuelve más relativa: lo que es innato para el individuo puede ser adquirido para la especie, ya que sus ancestros tuvieron que modificar sus hábitos en el pasado para que aumentaran sus probabilidades de sobrevivir en la lucha por la existencia.
Los científicos que estudian la conducta animal distinguen entre conductas innatas y conductas adquiridas o aprendidas. La evolución avanza en el sentido de alcanzar una autonomía cada vez mayor del individuo respecto del medio (una mayor plasticidad y adaptabilidad del organismo). Este hecho se traduce en que las especies más evolucionadas son capaces de aprendizajes más complejos, especialmente en aquellas en que la proporción de conductas aprendidas es más alta en relación con las conductas innatas.
Es esencial destacar que las conductas no aprendidas o innatas tienen siempre un valor supervivencial evidente cuya complejidad está en relación directa con el desarrollo evolutivo (cerebral) de la especie estudiada.
1. Reflejos incondicionados
Si pones la mano sobre el fuego o un objeto muy caliente, la retiras inmediatamente. Si te preguntan por qué, responderás "porque me he quemado", pero si por "quemarse" entiendes sentir un cierto tipo de dolor, la verdad es que tu respuesta no describe exactamente lo que ha ocurrido. ¿Por qué? Porque ya antes de sentir dolor, la mano había iniciado su retirada. A este tipo de conductas, automáticas e involuntarias, en las que no interviene la corteza cerebral, se les llama reflejos.
¿Qué son, entonces, los reflejos incondicionados? Son respuestas innatas, elementales e inmediatas que el organismo emite ante determinados estímulos; por lo general no afectan a todo el cuerpo, sino sólo a una parte de él.
En el reino animal encontramos muchos ejemplos de reflejos: si a un pulpo vivo le seccionamos uno de sus tentáculos, éste continúa moviéndose durante cerca de una hora; algo parecido ocurre con la cola de reptiles como la lagartija. Se han realizado múltiples experimentos con animales en los que cerebro y médula han sido separados (ranas, gatos, ratas, palomas, etc.), comprobándose la conservación de los reflejos en tales condiciones.
La estructura fisiológica responsable de los reflejos es el circuito o arco reflejo, constituido por:
- Receptor sensorial (células que reaccionan ante la estimulación).
- Neuronas aferentes, que transmiten el impulso nervioso hasta el centro de control (médula, tronco encefálico o cerebelo).
- Neuronas de conexión, situadas en dicho centro.
- Neuronas eferentes o motoras, que conducen el impulso hasta el músculo o víscera correspondiente.
2. Instinto
Se diferencia del reflejo por su mayor complejidad: un instinto no es una reacción puntual ante un estímulo, sino una forma de comportamiento habitual en una especie que afecta al organismo entero y no sólo a una parte de él. Por tanto, en la conducta instintiva interviene necesariamente el cerebro como principal centro de coordinación.
Los rasgos que definen una conducta instintiva son:
- Innata, es decir, transmitida genéticamente y no aprendida.
- Estereotipada: consiste en pautas fijas, invariables en su forma y orden de ejecución.
- Específica: común a todos los miembros de una especie.
- Se desencadena automáticamente ante ciertos estímulos y, una vez iniciada, continúa hasta su terminación.
- Tienen un claro valor supervivencial, unas veces referido al individuo y otras a la especie.
El etólogo Konrad Lorenz comprobó lo fácil que era para cualquiera convertirse en "madre" de unos gansos recién nacidos: bastaba con asegurarse de ser el primer objeto móvil que vieran al salir del huevo. Desde ese momento le seguirían a todas partes, como los gansos "normales" hacen con su madre biológica.
La conducta de apego de los recién nacidos responde al mismo esquema: aunque generalmente va dirigida hacia sus progenitores reales, puede cambiar su objeto con gran facilidad. Algunos experimentos con monos prueban que esta "madre" no tiene que ser necesariamente un ser vivo, basta un muñeco cubierto con una capa de pelo y dotado de calor o de algún tipo de movimiento.
La impronta o troquelado (en inglés, imprinting) puede definirse como "aprender a reconocer un estímulo, al principio de la vida, para desencadenar ante él una respuesta innata". En la impronta se da una combinación de innatismo y aprendizaje, aunque predomina claramente el primero: el individuo nace con una predisposición innata a responder a un estímulo de cierto tipo y a fijar como definitivo el primero que se perciba.
Como característica de la impronta podemos señalar:
- Su periodo sensible, esto es, el tiempo en que puede adquirirse, suele ser breve (unas pocas horas en el caso de las aves, unos días o semanas en el de los mamíferos).
- Una vez adquirida, la impronta es muy estable e incluso irreversible. Este hecho se refiere no sólo a la conducta de apego en sí misma, sino también a los efectos sociales y sexuales de la misma: los animales nacidos en cautividad que han dirigido sus conductas de apego hacia humanos, en muchas ocasiones no se pueden reproducir al ser incapaces de cruzarse con individuos de su misma especie y distinto sexo; de forma similar, la homosexualidad masculina entre los animales puede tener su origen una impronta no habitual: los machos con apego hacia otros machos que ejercieron la función de "madre" tienen tendencia a formar parejas con individuos del mismo sexo.
4. Conductas innatas en el hombre
Cuando oímos hablar de las experiencias de Lorenz con gansos recién nacidos, es fácil que pensemos en los bebés apegados a sus padres. ¿Se trata de conductas comparables? Más en general: ¿podemos hablar, en el caso del hombre, de instintos como los que poseen los animales?
A principios del siglo XX, el psicólogo William McDougall ofrecía una lista de doce motivaciones básicas (a las que llamaba "instintos"), que se producían en impulsos dirigidos a ciertos comportamientos. McDougall hablaba de instinto de combate, instinto gregario, instinto de reproducción, instintos de autoafirmación y autohumillación, instinto de búsqueda de alimentos, etc. La lista podía ampliarse y de hecho McDougall lo hizo, aunque no todos los instintos se ponían al mismo nivel. En definitiva, para cada conducta humana puede encontrarse un instinto que la explique, lo cual lleva a la paradójica consecuencia de que, tanto si uno hace una cosa como si hace la contraria, siempre podrá descargar su responsabilidad en alguno de los instintos con los que está condenado a convivir.
La teoría de McDougall fue objeto de críticas, especialmente desde el campo conductista. Lo cierto es que no se ve muy bien qué añade a nuestra comprensión de la conducta decir que uno busca comida porque posee un instinto de buscar comida, o que se reproduce porque hay un instinto de reproducción. ¿No basta con decir simplemente que busca comida o se reproduce? Los conductistas eliminaron esos "instintos" invisibles e intentaron explicar la conducta humana como un conjunto de hábitos adquiridos básicamente por la repetición y el reforzamiento de ciertas formas de responder a estímulos.
Es evidente que, en el caso del hombre, el aprendizaje tiene mayor fuerza que las pautas instintivas. Sin embargo, las explicaciones conductistas chocan con comportamientos que difícilmente pueden interpretarse como aprendidos: no queda más remedio que reconocer como innatas (las experiencias con niños sordos y ciegos de nacimiento lo demuestran) conductas como la succión, la sonrisa, el llanto, la expresión de ira, etc. Hay asimismo conductas que, por encima de la diversidad cultural, son prácticamente universales y pueden muy bien considerarse específicas, propias de la especie humana (por ejemplo, sonreír y elevar las cejas al saludarse). La etología, con Konrad Lorenz a la cabeza, ha puesto el foco de atención en las pautas innatas de comportamiento: sus conclusiones, por más que en su día irritasen a los conductistas más dogmáticos, son cualquier cosa menos banales y gratuitas.
Existe un amplio campo de discusión sobre la extensión de lo innato a las diferentes parcelas de la vida humana. Autores como Freud y los etólogos como Lorenz, Tinbergen y Eibl-Eisbesfeldt hablan de un instinto de agresión, con un evidente valor supervivencial para la especie (en la lucha por el territorio o por la hembra resulta ventajoso que el vencedor sea quien transmita sus genes a la descendencia), mientras que otros como Adler o Fromm prefieren poner el acento en un instinto de fraternidad o sociabilidad.
No es difícil reconocer que las pautas de conducta alimenticia, sexual, etc., aun partiendo de una base biológica evidente, son culturalmente moldeables. Lo mismo constatamos cuanto más nos alejamos de la biología: las relaciones familiares (¿existe el llamado instinto parental, o más específicamente instinto maternal?), los roles sociales, los valores estéticos, etc. Aunque un autor como Jung extiende el campo de lo innato a ideas o imágenes mentales (los arquetipos, que forman parte del inconsciente colectivo), no podemos olvidar que el hombre nace inmaduro y necesita aprender de los demás aquello mismo que el animal trae al mundo como ya sabido.
Desde un punto de vista evolutivo, la distinción innato-adquirido se vuelve más relativa: lo que es innato para el individuo puede ser adquirido para la especie, ya que sus ancestros tuvieron que modificar sus hábitos en el pasado para que aumentaran sus probabilidades de sobrevivir en la lucha por la existencia.
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