Pero la esperanza de vida en el ser humano supera los setenta años. ¿Qué hacer con el resto de tiempo añadido que tenemos, después de haber cumplido nuestro objetivo principal de cualquier ser vivo? ¿Cómo llenamos ese tiempo extra que tenemos? ¿Lo malgastamos, o lo disfrutamos? ¿Lo sufrimos? ¿Cómo es posible que en las sociedades prósperas que hemos construido los niveles de infelicidad estén en aumento y encima tengamos una esperanza de vida que duplica los treinta años necesarios? ¿Tendremos unos cuarenta años de infelicidad?
Estas son las preguntas iniciales más interesantes que, a mi entender, plantea Eduardo Punset en este libro. Y sus respuestas son igual de interesantes:
- Los seres humanos somos capaces de imaginarnos un futuro estresante, infeliz, doloroso, sin ni siquiera tener motivos para que así fuera.
- No somos seres sólo racionales, sino también emocionales, y para que haya éxito es necesario que tengamos un proyecto emocionante.
- Hay más felicidad en la anticipación del resultado proyectado, que en el resultado mismo.
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